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DIEDRO NORTE DEL YELMO – LA PEDRIZA

Cuando el calor aprieta, La Pedriza sigue ofreciendo multitud de posibilidades para escalar a temperaturas razonables. De hecho, el más emblemático de sus riscos, El Yelmo, oculta en su cara norte unas cuantas vías de calidad y grados asumibles para ser escaladas pese a las altas temperaturas de los cada vez más tórridos veranos. Para que sirva de referencia, a finales de junio, en los días más largos del año, hasta las 13,00 h. podemos escalar a la sombra en la cara norte del Yelmo, e incluso llevarnos la sorpresa de que pese al calor a pleno sol, a primera hora puede que incluso echemos de menos una manga larga fina.

En medio de la pared destaca un llamativo diedro, más difícil de lo que aparenta, conocido como Diedro Norte, por el que hoy pretendemos ascender a la cumbre del Yelmo.

El primer largo (IV+) comienza por una divertida bavaresa en forma de media luna que asciende hacia la izquierda y se protege bien con friends medianos, para llegar a terreno más fácil y subir recto por sólidos bloques hasta la base del diedro, en la que encontraremos dos clavos yun parabolt con argolla para montar la reunión.

El segundo largo (6a+) remonta el diedro, tras un par de metros fáciles, en los que aprovechamos para colocar uno o dos friends a cañón, con los pies bien colocados, el derecho en una repisita y el izquierdo en una clara fisura con forma de media luna. Lo que sigue es más difícil porque perdemos totalmente el apoyo para el pie izquierdo y tenemos que ascender en bavaresa con el cuerpo hacia la derecha, lo que dificulta notablemente visualizar el emplazamiento para los seguros que vayamos colocando, sobre todo al final, muy vertical e incluso ligeramente desplomado. Sin tener que colocar los seguros la dificultad disminuye a 6a. Superados unos cinco metros el diedro va tumbándose pero queda superar un resalte final (6a), que puede protegerse bien con un friend grande, y exige depurar la técnica para superarlo con cierto estilo sino queremos restregar el cuerpo por el abrasivo granito pedricero. Tras este resalte, unos metros fáciles y veremos a la izquierda un parabolt con argolla para reforzar y montar la reunión, aunque es preferible seguir unos pocos metros, hasta encontrar dos modernos parabolts con argolla. Este largo, tradicionalmente se hacía en artificial, recurso al que naturalmente también podemos recurrir si la dificultad nos supera, quedando entonces la cosa en un sencillo A1/V+.

Queda un tercer largo (IV), para el que optamos por reptar por un hueco de la pared para luego ascender en chimenea corta y fácil, hasta salir prácticamente al hito cimero del Yelmo, en el que el primero puede recuperar a los compañeros asegurando a la espalda para ganar algo de tiempo y poder hacer alguna otra de las magníficas rutas que encontraremos en la pared. Muy recomendable, por su buen equipamiento, inusual en este risco, y agradable adherencia, es la Pulpo Serrano, dos largos de V+ de lo más agradecidos.

El descenso es bastante rápido por la grieta norte, que encontraremos destrepando hacia el noreste, la vía normal para ascender al Yelmo, hasta encontrar a nuestra izquierda una vira por la que podemos destrepar hasta la misma base de la vía realizada, donde dejamos las mochilas.

Actividad realizada por Adam Tipluica, Luis Martínez y Pablo Parrón, el 27 de junio de 2020.

Datos prácticos:

Cómo ir: para llegar al Yelmo lo más habitual es salir de Cantocochino y subir a la Gran Cañada o bien por el camino que sube hacia el Cancho de los Brezos o bien por el camino que va más a la derecha y pasa al lado de Colina Hueca y el Cancho Butrón para llegar también a la Gran Cañada. Desde aquí giramos a la izquierda para continuar subiendo, pasamos por una fuente y llegamos a la pradera del Yelmo. También se puede subir desde El Tranco por la Senda Carbonera hasta la Gran Cañada y continuar como en los casos anteriores. Así llegaremos a la cara sur del Yelmo, que rodeamos por la izquierda (oeste), lo que nos obliga a descender unos metros hasta enlazar con el camino que sube por el Hueco de las Hoces, por el que ascendemos los últimos metros hasta llegar a la cara norte. Con independencia del camino elegido lo normal será tardar entre una hora y media y dos horas. Para la cara norte lo más directo es subir desde el principio por el Hueco de las Hoces, dejando el Risco de los Principiantes a nuestra derecha, aunque tiene un tramo delicado en el que habrá que trepar y que no está muy marcado.

Horarios: aproximadamente un par de horas para la aproximación desde el parking de Cantochino a pie de vía. La escalada nos llevará una hora larga.

Longitud: 80 metros aprox. Son largos cortitos.

Dificultad: IV+, 6a+, IV (el largo duro puede hacerse en artificial fácil, A1, si vemos que no se deja). Lo más complicado en el diedro es emplazar los seguros, ya que la grieta en la que se colocan queda oculta a la vista.

Material: vía limpia para la que es imprescindible un juego de friends, alguno grande para proteger el resalte inmediatamente posterior al diedro. Las dos primeras reuniones están equipadas, y la última se puede montar fácilmente o asegurar al hombro. Casco. Aunque tengamos que hacer el diedro en artificial podemos prescindir de los estribos y apañarnos con alguna cinta larga.

Más información:

- Guía de Escalada de La Pedriza, de J. Ignacio Luján y David A. Zapata, págs. 246 y 249. Editorial Barrabés.
- El Diedro Norte, como curiosidad y en circunstancias excepcionales, ha sido ascendido con piolets en inviernos rigurosos.

 

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