Como es habitual
en estas fechas, y pese al desastroso invierno que estamos padeciendo en lo que
a condiciones de nieve se refiere, los corredores del circo de la Laguna de Peñalara se
encuentran en condiciones excelentes gracias a las nevadas tardías que
finalmente han puesto las cosas en su sitio. Por eso, y aprovechando la
excelente predicción meteorológica para el 26 de marzo de 2016 decidimos
emprender una actividad mixta de esquí-alpinismo que a tan sólo sesenta
kilómetros de Madrid nos hará sentir como si estuviéramos en montañas de gran
envergadura. Es una suerte contar con una sierra tan cercana que ofrezca
posibilidades ilimitadas para disfrutar de las montañas y que afortunadamente
en la actualidad cuenta con el máximo grado de protección posible en nuestro
país, el de Parque Nacional, algo que todos debemos valorar y mantener en la
medida de lo posible para poder ofrecerlo a las generaciones futuras mejor
incluso que en su estado actual.
Salimos del
aparcamiento de Cotos a las ocho de la mañana, con un clima excesivamente
primaveral para lo poco avanzado de la estación, remontando la pista que
enseguida nos aproxima a la
Fuente Cubeiro y, nada más pasar una pronunciada curva hacia
la izquierda, abandonamos por el camino a la derecha, que bordeando la
afortunadamente desaparecida estación de esquí de Valcotos, nos adentra en el
Parque Nacional hasta la Laguna Grande
de Peñalara, hoy helada y cubierta de nieve. Desde el final de la laguna, aunque
lo habitual sería cambiar esquís y bastones por piolet y crampones, la nieve
reblandecida no ofrece dificultad para seguir remontando el Tubo Central del
Circo de Peñalara con la ayuda de las tablas, eso sí haciendo zetas con la
debida soltura, hasta aproximadamente su mitad. A la izquierda sale el
encajonado Tubo del Robot para el que sí es ya indispensable calzarse los
crampones, coger los piolets y cargar los esquís a la espalda. Hasta aquí el
Tubo Central no inclina más de 30º.
El Tubo del
Robot (unos 50 metros
y máximo 60º) está en perfectas
condiciones y el típico bloque que muchas veces dificulta su ascensión se
encuentra totalmente cubierto de nieve con lo que subirlo, por una
sucesión de escalones de quienes lo han ascendido anteriormente, pues es muy
repetido, no ofrece mayor dificultad que superar el vértigo para disfrutar
plenamente del ambiente encajonado y tomar alguna foto digna del mejor fondo de
pantalla. La salida del Robot confluye con la salida de también repetidísima y
disfrutona Canal de la Ceja.
Tenemos a la
vista la cara este de Dos Hermanas, terreno ideal también para subir sin
demasiadas complicaciones con los esquís a la espalda aunque debemos reconocer
que nuestro objetivo inicial, la canal que atraviesa el diedro central (reseña
nº 14 en la genial guía de Ángel Luis Manzaneque), supera nuestras
posibilidades con tanto “equipaje” y optamos por continuar por la
canal-chimenea bien visible en el sector más a la derecha de la pared (reseña
nº 16 en la guía de Manzaneque). Aunque esta ascensión puede requerir
aseguramiento y se inclina hasta 70º en su sección más estrecha, las buenas
condiciones nos permiten superarla sin mayores dificultades y pasándolo como
enanos, pues una posible caída en las condiciones actuales, aunque desde luego en
absoluto deseable, es probable que acabe en la nieve blanda de la base sin
mayores consecuencias. Después la sección más estrecha y empinada, una pala de
nieve cuya inclinación va decreciendo según subimos nos deja al lado de la cima
de la Hermana Mayor
(2284 m.).
El viento que
parece soplar prácticamente siempre, con independencia de las condiciones
meteorológicas, en larga cresta que une las Dos Hermanas con la cima de
Peñalara, hoy también está presente y mientras volvemos a calzarnos los esquís
nos trae nubes que por un momento parece que van a aguarnos el descenso. Sin
embargo, justo cuando estamos preparados, el mismo viento retira la cortina de
nubes y nos brinda el final perfecto del día con una bajada estupenda. Optamos
por las pendientes de la vertiente sur, dejando a nuestra izquierda la más
escarpada cara sureste, que en condiciones de nieve dura es sólo apta para el
esquí extremo… Aunque la nieve está muy blanda no evitamos ni un solo giro pues
de seguir estos calores va a ser difícil que esta temporada volvamos a poder
deslizarnos por aquí. No obstante, visto lo visto y lo loco que está el tiempo
ya no descartamos nada, con lo que la ilusión sigue ¡como el primer día!
Según bajamos
podemos ver a nuestra izquierda el Refugio Zabala mientras la propia pendiente
nos guía hasta la Hoya Antón,
donde comienza la pista que, ya bien pisada por los numerosos visitantes de la
sierra, nos deja encadenar veloces giros sin dificultad y en un santiamén, para
disgusto de nuestros sentidos, nos devuelve a media mañana a la concurrida
Pradera de Cotos.
Actividad
realizada por Beatriz Peña, Pablo Renedo y Pablo Parrón, el 26 de marzo de
2016.
Datos prácticos:
Acceso: desde Madrid tomamos la A6 hasta la
salida 39, donde tomamos la M-601
hacia el Puerto de Navacerrada. Al llegar al puerto sale una carretera a
la derecha, la M-604,
que en unos diez kilómetros nos lleva al Puerto de Cotos, donde hay un
gran aparcamiento que no obstante, es fácil que esté lleno si no llegamos muy temprano,
sobre todo cuando están abiertas las pistas de Valdesquí (72 kilómetros en
total).
También se puede llegar al Puerto de Cotos
en ferrocarril desde Madrid a Cercedilla y luego en un tren con encanto que nos
sube al Puerto de Cotos (Renfe Cercanías). Igualmente puede consultarse la web de Autocares Larrea para llegar al puerto en
autobús.
Dificultad: el Tubo del Robot en buenas
condiciones es una fácil escalera, empinada (60º) y muy encajonada. Si la nieve
está dura y hay hielo adquiere cierto compromiso; y si escasea y aparece
descubierto un bloque que hay en su parte central la cosa ya es más seria y
conviene asegurar aunque sea un simple saltito, pues nos hará sudar. Por su
parte, la Chimenea Derecha
de Dos Hermanas también variará mucho según las condiciones. Bien cubierta es
también una fácil escalera con un estrechamiento de un par de metros muy
empinado (70º) al que sigue una estética pala de nieve. Si la nieve está blanda
la caída no es muy mala pero si está dura hay que tomársela muy serio y
asegurar si es necesario.
Longitud: el Tubo del Robot mide unos 50 metros y la Chimenea Derecha
de Dos Hermanas unos 30
metros más la pala de nieve posterior, de unos 60 metros.
Material: variable según las
condiciones. Normalmente puede hacerse la actividad con crampones y dos
piolets, incluso en muy buenas condiciones con un solo piolet. Si la nieve
escasea puede ser necesario el uso de la cuerda. Como no es una actividad
comprometida si al acercarnos vemos que no llevamos el material necesario
siempre hay buenas alternativas. El casco es siempre indispensable.
Tiempos: toda la actividad, desde la Pradera de Cotos, ida,
vuelta y ascensiones incluidas se hace sin problemas en una mañana.
Más información:
- Guadarrama. Iniciación al alpinismo invernal, de Ángel Luis Manzaneque. Desnivel Ediciones.
Pags. 18-27. Reseñas nos 28 (Tubo del Robot) y 16 (Chimenea Derecha
de Dos Hermanas).
- Guadarrama. Guía de Escalada,
de Agustín Arranz y Miguel Barroso. Desnivel Ediciones. Págs. 226-227.
- Freeride Madrid. Descensos en Guadarrama, de Enrique Ribas y Luis Pantoja. Desnivel Ediciones. Págs. 116-119. Esta obra la citamos porque contiene las mejores fotografías de la Sierra de Guadarrama publicadas en una guía. Vale la pena aunque sólo sea para deleitar la vista. El tubo-chimenea de la sección derecha de Dos Hermanas que aquí reseñamos figura como descenso nº 30. Lógicamente reservado para especialistas, de hecho ya advierte de que por su estrechez puede estar impracticable.
- Freeride Madrid. Descensos en Guadarrama, de Enrique Ribas y Luis Pantoja. Desnivel Ediciones. Págs. 116-119. Esta obra la citamos porque contiene las mejores fotografías de la Sierra de Guadarrama publicadas en una guía. Vale la pena aunque sólo sea para deleitar la vista. El tubo-chimenea de la sección derecha de Dos Hermanas que aquí reseñamos figura como descenso nº 30. Lógicamente reservado para especialistas, de hecho ya advierte de que por su estrechez puede estar impracticable.
Muy buena reseña y muy bonita actividad, Pablo. Efectívamente, el Peñalara es una pequeña joya para los de la zona centro que tiene de todo un poco y si te quieres complicar también tiene su cosa. Un saludo, tío.
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