La escuela de Espiel, en la provincia de Córdoba, se caracteriza por concentrar un alto número de vías de escalada de grado medio-bajo, que combina trazados puramente deportivos, en general muy bien equipados, con vías de escalada clásica en las que necesitaremos un buen juego de friends. Además, podremos elegir entre vías de un solo largo y recorridos de varias tiradas de hasta unos cien metros de longitud, con que satisfacer prácticamente a todo el mundo. La orientación sur de la mayoría de los sectores unida a su situación geográfica la convierte en una buena elección para disfrutar de su roca caliza con profusión de agarres y buena adherencia en los meses fríos.
De las rutas clásicas, la más conocida y probablemente repetida es el Espolón Torrico, que separa el Sector Espigón Izquierdo del Sector de la V, y con idea de escalarla iniciamos la aproximación desde el Albergue de Espiel. En media hora larga nos situamos al pie del espolón, que tiene unas cuantas variantes de entrada, de las cuales ninguna nos parece evidente. Poco ayuda el croquis de la guía de escalada que hemos comprado en el albergue y al final entramos por error en la vía Cruz Roja, una buena clásica que sube paralela al espolón pero unos metros a la izquierda, para unirse al mismo en los largos finales.
El comienzo de la Cruz Roja se localiza con relativa facilidad al pie de la pared, sin ascender por la canal de la V. Sólo hay que recorrer la pared hacia la izquierda unos quince metros bajo un grupo de acebuches hasta identificar un diedro claro por el que comienza el primer largo (6a). Más difícil de lo que parece a primera vista, el diedro se protege sin problema con friends medianos y pequeños. No parece muy repetido, a juzgar por la cantidad de arena que tenemos que despejar en los primeros metros para poder emplazar bien los seguros. Tras recorrer unos diez metros chapamos un viejo clavo, y pocos metros por encima otro más. Un par de clavos más nos van marcando el camino, separándonos del diedro hacia la izquierda en su parte final hasta que la inclinación disminuye y podemos elegir diversos emplazamientos para montar la reunión con friends o cinta larga sobre algún bloque. Aconsejable llevar un puñado de friends pequeños si queremos apurar las cuerdas al máximo.
El segundo largo
(V) transcurre por bloques y es bastante más sencillo que el precedente. Sigue
subiendo paralelo al espolón, hasta un hombro en el que la verticalidad vuelve
a disminuir. En este punto confluye también el Espolón Torrico y vemos el
último tramo vertical antes de la cima, una sucesión de grandes bloques de esos
que a vista parecen factibles por cualquier lado pero que luego veremos nos va
a exigir un poquito más de esfuerzo del esperado. Montamos reunión en el hombro
laceando un bloque.
El tercer largo (V+) comienza remontando unos bloques fáciles hasta un jardincillo horizontal al pie del último tramo vertical de la vía. Al salir de la reunión pasamos junto a dos parabolts sin argollas, superamos unos bloques fáciles (IV) y sin dificultad llegamos al jardincillo horizontal, en el que podríamos montar reunión o asegurar prácticamente como si estuviéramos en el suelo. Preferimos no parar y buscando lo más evidente entramos en terreno más difícil, superando un par de pasos muy verticales (V+) asegurados con un clavo cada uno. Afrontamos un diedro vertical (V) hacia la izquierda y llegamos a una cómoda reunión con parabolts.
El último largo (III-IV) es de transición hasta la cumbre, evidente, corto y disfrutón. Las vistas del Valle del Guadiato en las últimas horas del atardecer después de la escalada recompensan el esfuerzo de la subida, a la vez que las luces anaranjadas que brotan de las paredes anunciando la caída de la noche nos apresuran a recoger la cuerda y bajar unos metros hacia el norte, seguir el caminito hacia la derecha que nos lleva al vértice del Sector de la V, donde encontraremos el rápel de 30 metros que nos deja en el suelo. Queda descender la canal de la V, corta pero empinada y resbaladiza, ayudándonos en algún punto de cuerdas que facilitan el descenso, hasta volver a las mochilas.
Actividad realizada por Beatriz Peña y Pablo Parrón, el 7 de diciembre de 2024.
Datos prácticos:
Aproximación: Espiel está a 50 kilómetros de Córdoba, por la Nacional 432, que sigue hacia Badajoz. Desde Madrid está a 360 kilómetros, pasando por Ciudad Real y Puertollano. A unos 4 kilómetros del pueblo está el Albergue de Espiel, punto de partida perfecto para llegar a la zona de escalada. La aproximación es evidente y nos llevará una media hora, algo más para los sectores más alejados.
Dificultad: 6a, V, V+, III/IV. Salvo el primer y tercer largo, la vía no es muy mantenida pero hay bastante vegetación que pincha de lo lindo. La roca de los primeros metros también es muy pinchuda, recuerda a la de muchos acantilados al borde del mar. Los agarres para pies y manos son una gozada y la adherencia de la roca impresionante.
Longitud: unos 120 metros. El primer largo tendrá unos 50 metros, y los demás entre 20 y 25 aproximadamente.
Material: un juego de friends, bien surtido si apuramos la cuerda al máximo en el primer largo. Un par de cintas largas para montar reuniones en bloques. En el recorrido encontramos algún clavo en cada largo, normalmente en los pasos clave, y pasamos por alguna reunión con parabolts de vías de deportiva que suben por la pared izquierda de la V, que podemos chapar para asegurar. En general se puede proteger muy bien con friends todo el recorrido.
Más información:
- El croquis de Cartowall para el Rally de Escalada de Espiel, es el mejor que se puede encontrar. Aparte de esto no hay mucha información.
- Guía de Escalada de Espiel, Belmez y la Meseta Blanca, editada por Aventurocio (gestores del Albergue), de Vicente Granado Sánchez. Se puede adquirir por 10 euros en el Albergue. Es de 1999 y hoy en día resulta muy básica pero puede servir para orientarnos un poco.