El invierno del
año 2016 está siendo desastroso en lo que se refiere a las condiciones
meteorológicas normales de esta época del año. Las estadísticas son abrumadoras
y dejan clarísimo, pese a la opinión del primo de algún político de altas
esferas…, que el cambio climático es un hecho consumado cuyas consecuencias
para la humanidad transformarán el modo y condiciones de vida de las
generaciones venideras. Estamos viviendo las temperaturas medias más elevadas
desde que tenemos registros y la nieve se ha hecho esperar.
Afortunadamente,
aunque tardía, la nieve ha hecho su aparición y ha vuelto a convertir la Sierra
de Guadarrama en el terreno de aventura que cualquier apasionado de la
naturaleza espera para poner a punto los pesados materiales que nos transportan
a un estado anímico y espiritual que hace que la existencia merezca ser vivida
y tempere, momentáneamente, las injusticias del mundo actual que los telediarios
no dejan de recordarnos un solo instante. Estas herramientas no son otras que
los piolets, crampones, esquís o cualquier otro artificio humano útil para
desenvolvernos en el terreno de la montaña invernal.
Desde el aparcamiento
de Cotos partimos a las 7,30 h., cuando ya está casi lleno, con una predicción
inmejorable en dirección a la Laguna de Claveles, desde la que se divisan las
paredes que conforma la cresta que une la mayor altura de la Comunidad de
Madrid, Peñalara (2428 m.), con los Riscos de los Claveles (2388 m.) y de los
Pájaros (2334 m.), en la que la posibilidad de realizar ascensiones invernales
ofrece variedad para todos los gustos y dificultades. Hemos elegido el Corredor
Central de Claveles para inaugurar esta temporada y la actividad no nos
defrauda en absoluto.
La aproximación
lleva dos horas a buen paso con lo que no desmerece nada a las de montañas más
grandes y alejadas, y el corredor, pese a ser muy cortito, presenta
dificultades dignas de escaladas clásicas nada desdeñables. Puede decirse que
la dificultad ni es tanta como parece en la aproximación ni es tan sencilla
como parece cuando estamos al pie de la canal. Además, puede ser muy variable
en función de la calidad, cantidad y estado de la nieve y el hielo siendo
siempre interesante y de cierta dificultad y, en ocasiones, con tramos mixtos
de cierta exigencia.
En esta ocasión
las condiciones ni son perfectas, ni tampoco extremadamente difíciles, con lo
que de la lectura de esta reseña podemos hacernos una idea bastante aproximada
de las que podremos encontrar en la mayoría de las ocasiones.
En la
aproximación, según pasamos las Cinco Lagunas, que probablemente no veremos
pues estarán heladas y cubiertas de nieve, ya vamos viendo la pared que une los
Riscos de los Claveles y Los Pájaros, y ligeramente a la derecha del Risco de
los Claveles podremos intuir el Corredor Central. Una corta pala de nieve de
unos 40º nos lleva a la base del mismo, unos metros a la derecha de la vertical
del corredor, donde podremos ponernos arnés y crampones, si es que no lo hemos
hecho antes.
El primer
resalte del corredor (IV+ en roca si no hay nieve, cortito y bien protegido) es
perfectamente visible y si no está cubierto de nieve será fácil identificarlo
por una cinta pasada por un puente de roca que permite el aseguramiento ideal del
paso, el más difícil que vamos a encontrar. Unos metros antes metemos un clavo
de U en las rocas que encontramos a nuestra derecha para asegurar al primero y
comenzar la escalada.
Pablo sale con
ganas hacia el resalte y pasa un mosquetón por la cinta para empezar a luchar
con la nieve blanda y el hielo fino y poco consistente que apenas permite
afianzar los piolets por encima, encontrando los mejores puntos de colocación
empotrando las puntas entre las rocas, mientras los pies encuentran minúsculos
apoyos en la roca lisa que tiene a su izquierda. Los crampones chirrían
incesantemente hasta que tras un par de intentos, con mínima caída gracias al
excelente emplazamiento del puente de roca, logra superar el paso. A
continuación, el corredor es tan estrecho que apenas cabe el cuerpo durante
unos siete u ocho metros hasta que encontramos un segundo resalte, notablemente
más sencillo pero para nada fácil.
Por encima, unos
diez metros fáciles, un pequeño resalte que con mucha nieve probablemente ni
notemos, y el corredor se abre ligeramente a la izquierda en una espléndida
canal en la que encontramos por fin nieve dura y hielo. Un buen fisurero en las
rocas de la izquierda y un tornillo en el hielo consistente del centro de la
canal y ya sólo queda disfrutar de los metros finales (máximo 60º), hasta otro
pequeño resalte, fácil y en un entorno espectacular de alta montaña, con las
vistosas formaciones de hielo que el viento suele favorecer en la salida de la
canal hacia la cresta de Claveles, con el risco a pocos metros a nuestra
izquierda. Habrá que buscarse la vida para asegurar la subida de los
compañeros. En este caso Pablo monta la reunión con dos friends pequeños en
unas rocas que descubre de nieve con la pala del piolet.
Muy contentos,
después de una temporada larga sin escalar juntos, y en la compañía de Javier,
de Cebreros, nos damos un buen abrazo y descendemos por la cresta en dirección
a la Laguna de los Pájaros para abandonarla antes de su final, por una amplia
pala de nieve de 40º a la derecha, acortando así el camino de regreso por la
Laguna de Claveles, las Cinco Lagunas y el mismo itinerario de venida hasta el
aparcamiento de Cotos, atestado de urbanitas deseosos, como nosotros, de
escapar unas horas de las garras de la gran ciudad.
Actividad
realizada por Pablo Renedo, Javier García y Pablo Parrón, el 13 de marzo de
2016.
Datos prácticos:
Acceso: desde Madrid tomamos la A6
hasta la salida 39, donde tomamos la M-601 hacia el Puerto
de Navacerrada. Al llegar al puerto sale una carretera a la derecha, la M-604,
que en unos diez kilómetros nos lleva al Puerto de Cotos, donde hay un
gran aparcamiento que no obstante, es fácil que esté lleno si no llegamos muy temprano,
sobre todo cuando están abiertas las pistas de Valdesquí (72 kilómetros
en total).
También se puede llegar al Puerto de Cotos
en ferrocarril desde Madrid a Cercedilla y luego en un tren con encanto que nos
sube al Puerto de Cotos (Renfe Cercanías). Igualmente puede consultarse la web de Autocares Larrea para llegar al puerto en
autobús.
Dificultad: máximo IV+ y 60º, variable
según las condiciones. Hasta cuatro resaltes, el primero, justo al principio
del corredor, el más difícil (bien asegurado con un lazo en un puente de roca
visible si no está cubierto de nieve, en cuyo caso será bastante más sencillo),
y los siguientes en dificultad decreciente. Estupenda canal en la segunda mitad
del corredor, en la que normalmente podrá asegurarse con algún tornillo de
hielo.
Longitud: 60 metros desde la base del
corredor hasta la salida. Puede hacerse en un solo largo con cuerda esta
longitud.
Material: puntos de seguro en roca y
hielo, normalmente un par de clavos, algún tornillo de hielo, dos o tres
fisureros pequeños, y alguna cinta larga y friends para montar la reunión en la
salida. Piolet, crampones y casco.
Tiempos: Un par de horas para la
aproximación, una hora y media para la escalada y otra hora y media para la
vuelta al aparcamiento de Cotos, sin contar descansos. Es una buena actividad
en la Sierra de Guadarrama.
Más información:
- Guadarrama. Iniciación al alpinismo invernal, de Ángel Luis Manzaneque. Desnivel Ediciones.
Pags. 48-50. Reseña nº 68.
- Guadarrama. Guía de Escalada, de Agustín Arranz y Miguel Barroso. Desnivel Ediciones. Págs. 241-242.
Buenos días, se puede hacer este corredor con ceampones de correa y un piolet de travesía?
ResponderEliminarHola,pues dependerá mucho de la cantidad de nieve, su estado y la habilidad de cada cual pero yo personalmente no lo haria sin al menos dos piolets y unos buenos crampones, de correas, semiautomáticos o automáticos. He hecho corredores asegurando con la cuerda en los que me han pasado maquinillas casi corriendo. Es un corredor corto pero yo no lo tomaría a la ligera y si vas con los medios que describes es o porque estás muy fuerte o porque no has hecho muchos corredores en cuyo caso yo no lo haria sin asegurarme. Un saludo y buenas escaladas!
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