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VIKINGA - EL YELMO - LA PEDRIZA

La primera vía abierta por las lisas placas que conforman la cara sur del Yelmo fue obra de un puñado de escaladores, principalmente Fernando Domingo (el Culebras), José Celestino García Herráiz (Tino), Julio García Piqueras (el Paraca), y Luis Abad (el Peluca), en una época en que el material existente hacía prácticamente imposible ascender por el centro de la pared sin utilizar técnicas de escalada artificial. Fue en el año 1966, y aún hoy, pasado más de medio siglo, el recorrido que escogieron sigue sin haber sido plenamente liberado, habiendo declarado alguno de sus aperturistas que con el material actual probablemente puedan darse algunos pasos en libre pero de eliminarse todos los seguros colocados seguramente sea imposible subir por el mismo recorrido.

Se trata de un recorrido muy directo que permite atravesar y contemplar el curioso agujero existente en la parte superior, una peculiaridad geológica difícil de encontrar en rocas tan duras como el granito. Además, debido a la morfología de la Peña del Yelmo y dado que atraviesa su parte central, es una vía sensiblemente más larga que las que ascienden por los laterales, aspecto a tener en cuenta cuando la previsión meteorológica sea dudosa o si llegamos al pie de vía a una hora demasiado avanzada en la jornada.

La profusión de información con que contamos hoy en día gracias a la tecnología hace que encontremos descripciones de la vía y su dificultad muy dispares, hasta el punto de que podemos llegar a tener la impresión de que se trata de una vía de escalada libre con tan sólo cortos tramos de artificial. La realidad es que para la inmensa mayoría de los escaladores la Vikinga seguirá siendo una ruta de escalada básicamente artificial, con tramos en libre de cierta dificultad, obligados y con seguros alejados. Y sin más, ¡vamos al lío!

El primer largo (V+/Ae) comienza trepando el murito que queda unos metros a la izquierda de la inconfundible chorrera negra que divide en dos la cara sur del Yelmo. Tras unos pasos de IV+ en los que hay que tener cuidado para no picar suelo alcanzamos una laja separada de la pared de agarre perfecto para las manos, tipo buzón horizontal, a la que nos subimos sin mayor dificultad. A la izquierda tenemos otra laja, esta vez en sentido vertical, que se va cegando hasta juntarse con la pared principal, por encima de la que vemos el primer seguro. Con un friend pequeño-mediano protegemos en la laja para dar con seguridad los pasos en libre (V+/6a) que nos permiten alcanzar el seguro, tras el cual vienen unos metros en libre ligeramente más sencillos hasta el segundo seguro, donde ya toca sacar los estribos para seguir la larga hilera de chapas que nos lleva hasta la primera reunión. Los seguros están en general bastante alejados, incluso para los altos, fundamentalmente al principio y al final, con sólo un par de tramos hacia la mitad del artificial en el que la mayoría podremos alcanzar las chapas sin tener que estirarnos como chicles. En los últimos metros los seguros están tan alejados que sugieren algún pasito en libre para alcanzar el siguiente, aunque la mayoría preferirá solventarlo en artificial con alguna antena para alcanzar las chapas. Reunión colgada en dos parabolts con argolla tras unos 50 metros de escalada.

El segundo largo (6a+/6b) es sin lugar a dudas la tirada clave de la vía. Obligado en libre y con seguros alejados a distancias razonables para lo que es el Yelmo; para entendernos, con posibilidad de caer algunos metros pero nada que ver con las distancias acostumbradas en escalada deportiva ni con los alejes de otras clásicas como la Guirles, Caballo Blanco y similares. Lo más difícil está entre la primera y la segunda chapa, que enciman alejan cuando aún no nos ha dado tiempo a cambiar el coco del artificial al libre. Eso sí, la adherencia característica del granito del Yelmo y lo bonita que es la placa compensan el sufrimiento de los primeros metros. El resto del largo baja la dificultad muy progresivamente, hasta rondar el V+, nuevamente con seguros alejados que nos van marcando el camino, hasta que tomemos la decisión de hacer travesía a derechas para cruzar la chorrera negra (puede venir bien un friend mediano antes de empezarla) y alcanzar la reunión en un nicho bajo el característico agujero. Reunión cómoda en tres parabolts con argolla tras unos 40 metros de tirada.


El tercer largo (V+/Ae) nos obliga a volver a sacar los estribos para llegar hasta el agujero (dos seguros), atravesarlo en libre (V), volver a sacar los estribos para superar el muro que encontramos a la salida (tres seguros en la sección más vertical de la vía) y continuar por placa con seguros alejados (V+), hasta llegar a una sección de setas magnífica en la que encontramos espléndidas presas para pies y manos. Podemos montar reunión en tres parabolts con argolla o bien continuar hasta acabar esta sección de setas a otra reunión (dos parabolts con argolla) unos metros más arriba. También es posible superar el agujero por la derecha (hay un par de seguros) sin meterse por dentro pero la gracia de la Vikinga es precisamente el agujerito y salvo que nuestras dimensiones corporales sean descomunales se pasa sin problema. La longitud del largo será de unos 50 metros hasta la reunión más alta.

El cuarto y último largo admite varias opciones. Desde la reunión vemos claramente tres posibilidades. La tradicional y original de la vía parece ser la fisura-canalizo que sale hacia la derecha. Es un V algo expuesto ya que no se puede proteger hasta casi el final, con algún friend mediano-grande que además no queda muy allá. Otra opción es tirar recto, por una chapa en medio de la placa. También es expuesto ya que después de la chapa es imposible proteger, la caída sería mala y encima la dificultad es 6b. Por último, puede salirse haciendo una travesía de bastantes metros hacia la izquierda para luego seguir recto montándonos en el muro por unas setas muy buenas (V), y finalmente una fisura-canalizo en la que podemos proteger bien con friends medianos. Optamos por esta última opción, que además de darle algunos metros más a la vía es muy estética y divertida. La reunión la montamos con friends o laceando algún bloque al llegar al final de las dificultades, cerca del hito cimero del Yelmo, tras unos 50 metros de trepada.

 
El descenso podemos hacerlo destrepando con mucho cuidado y si lo conocemos por la misma cara sur, por la vía Valentina, al oeste del risco. En otro caso y siempre que no tengamos la seguridad absoluta de que la cara sur está completamente seca, mejor bajar por la chimenea de la cara norte y rodear el Yelmo por el este para volver al pie de vía. 

Nota: el día que escalamos la Vikinga hace un frío bastante severo, la nieve empieza a aparecer en las cercanías de la cara sur del Yelmo y es continua en la cara norte. A las 4 de la tarde todos los charcos de las lluvias de días anteriores siguen totalmente congelados, y el viento, que en principio no es muy fuerte, va cogiendo fuerza según subimos metros con lo que la sensación térmica es de unos cuantos grados bajo cero. Esto unido a las esperas en las reuniones más largas de lo normal por los tramos de artificial hace que no sintamos las manos ni los pies al contacto con la roca, lo que influye en la siempre subjetiva apreciación de la dificultad.

Actividad realizada por José Luis Santamarta, Luis Martínez y Pablo Parrón, el 8 de enero de 2022. 


Datos prácticos:

Cómo ir: para llegar al Yelmo lo más habitual es salir de Cantocochino y subir a la Gran Cañada o bien por el camino que sube hacia el Cancho de los Brezos o bien por el camino que va más a la derecha y pasa al lado de Colina Hueca y el Cancho Butrón para llegar también a la Gran Cañada. Desde aquí giramos a la izquierda para continuar subiendo, pasamos por una fuente y llegamos a la pradera del Yelmo. También se puede subir desde El Tranco por la Senda Carbonera hasta la Gran Cañada y continuar como en los casos anteriores.

Horarios: aproximadamente una hora y media para la aproximación desde el parking de Cantochino a pie de vía. El tiempo para la escalada será muy variable según lo habituados que estemos a usar los estribos. Como media calcular entre 3 y 4 horas.

Longitud: 180 metros aprox.

Dificultad: V+/Ae, 6a+/6b, V+/Ae, V. Los tramos de artificial están equipados y no son muy difíciles porque siempre tenemos el apoyo de la pared. La dificultad la da la distancia entre los seguros, que hace prácticamente indispensable llevar una antena o alargue salvo que seamos altos de verdad. En los tramos en libre los seguros alejan aunque no tanto como en las vías más expuestas de la cara sur del Yelmo.

Material: estribos y una antena. Un puñado de friends variado. Quince cintas express. Cuerdas de 60 metros y casco. Todas las reuniones están preparadas con parabolts con argolla, salvo la última, que tendremos que montar con un lazo o con friends. Durante bastantes años la vía quedó impracticable debido al mal estado de los buriles instalados por los aperturistas, hasta que fue restaurada por la Federación Madrileña de Montaña. Actualmente la mayor parte de los seguros son parabolts aunque aún quedan unos cuantos espits que ya empiezan a estar bastante oxidados.

Más información:

- Clásicas de la Zona Centro, de Daniel Alcojor, págs. 166 y 167. Desnivel Ediciones. Buena reseña, la más ajustada a la realidad.
- Guía de Escalada de La Pedriza, de J. Ignacio Luján y David A. Zapata, págs. 234 y 235. Editorial Barrabés.
- La Pedriza Posterior. Guía de Escaladas, de Juan Carlos Guichot (Papila) y Ana Lliso (Júper), pags. 558 y 561. Es una buena guía, un gran trabajo que incluye escaladas en El Yelmo como excepción ya que no se encuentra en la Pedriza Posterior. Sin embargo hay que tener un poco de cuidado porque con frecuencia los grados y muchas de sus apreciaciones sólo son válidos para escaladores de séptimo grado asentado. Es una pena porque es una minoría dentro de la comunidad escaladora.

- El croquis de Vía Clásica es probablemente el mejor que podemos encontrar.
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Pedriza. Historia de 32 sendas en la vertical, de César Castro. Págs. 133 y ss. Desnivel Ediciones. Historia de la apertura, croquis y mucho más. Una joya para clásicos y modernos.

 

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