A pesar de la imponente estampa
que ofrece el Corredor de la
Fourche desde la carretera que atraviesa hacia Francia por el
Puerto del Portalet, en buenas condiciones de nieve no presenta especiales
dificultades. Se encuentra en un entorno magnífico y parte en dos las
imponentes paredes verticales que separan al Midi d’Ossau (2884 m.), firme candidata al
título de ser una de las montañas más bonitas de todo el macizo pirenaico, del
Petit Pic (2804 m.),
cuya cumbre puede alcanzarse con una agradecida escalada desde el final del
corredor.
Como curiosidad, el Midi d’Ossau
fue en su tiempo un volcán. Lo que hoy contemplamos es el resultado de la lava
solidificada en el interior de la chimenea del viejo volcán ya desaparecido.
En el invierno más seco que se
recuerda desde hace décadas la nieve no ha sido especialmente abundante y el
riesgo de aludes es bajo. Elegimos un sábado de marzo para ascender al Petit
Pic del Midi d’Ossau y nos juntamos Fernando Blas, Gustavo Montoro, Fernando
Fuentes, Jesús Igualada y Pablo Parrón. La predicción del tiempo es buena hasta
el mediodía en que podría haber alguna precipitación, en todo caso de poca
importancia.
El día amanece soleado y con muy
buena temperatura para la época del año, todavía invierno, con lo que no nos
cuesta mucho alcanzar el Puerto del Portalet y recorrer el kilómetro y medio
por territorio francés que nos lleva al aparcamiento de Araille, punto de
partida del camino que lleva al Refugio de Pombie (2032 m.). El camino está
señalado y es claro en todo momento. Primero desciende para cruzar un torrente
por un puente y luego sigue por campas hasta que se empina haciendo unas largas
zetas hasta el collado del Soum de Pombie, desde donde se ve ya el refugio, que
alcanzamos tras un breve tramo en ligero descenso (unos 400 metros de desnivel).
Se llega en poco más de una hora.
El Refugio de Pombie en invierno
suele estar cerrado pero queda abierta la parte libre, en excelente estado y
con literas para quince personas, además de cocina con gas y teléfono para
emergencias. Dejar algunos euros por el uso del gas y del refugio ayudará a su
mantenimiento y a que podamos seguir disfrutándolo en el futuro. Aunque también
cuenta con alguna manta por si la pernocta nos coge por sorpresa, es preciso
llevar un buen saco de dormir.
Desde el refugio el camino a
seguir es evidente y como todavía es temprano la nieve dura facilita la
progresión de modo que en unos veinte minutos estamos en la vertical del
corredor. Una buena cuesta a unos 40º nos va adentrando en el corredor que se
va inclinando hasta unos 45º y eventualmente algún paso a 50º. Nos encontramos
un pequeño resalte en roca que en esta ocasión resulta muy fácil (II) y
seguimos mientras se va ensanchando progresivamente a la vez que pierde
inclinación (30º) y termina en el collado de La Fourche.
La vista a la derecha de la
pared que sube al Grand Pic del Midi d’Ossau es impresionante pero nuestro
camino gira a la izquierda hacia el Petit Pic, también muy estético. Desde La Fourche descendemos unos
metros hacia la izquierda para pasar unas rocas y encontrar un fácil corredor
poco definido que lleva a un muro de roca de unos veinte metros (IV). Presenta
en todo momento sólidas presas para pies y manos y lo escalamos sin quitarnos
los crampones. Cuando pierde inclinación vemos a un grupo de navarros y vascos
que preparan el rapel, montado con cintas y un maillón, en su camino de
descenso.
Desde aquí queda subir unas
placas tumbadas, normalmente con un corredorcito de nieve por la izquierda, y
enseguida estamos en la cumbre, marcada con un mojón de piedras. Aunque nubes
bajas atraviesan el cielo a toda velocidad, creando un efecto alucinante, el
viento en la cumbre no es excesivo y tiramos con calma fotos a diestro y siniestro.
Son las doce del mediodía y
podríamos tirarnos aquí horas charlando y tratando de adivinar el mejor camino
para subir el paredón que forma el Midi d’Ossau, del que tenemos una vista
privilegiada, pero hay que bajar y destrepamos con cuidado hasta el muro de
cuarto, que rapelamos, para llegar otra vez al collado de La Fourche. Aunque se
puede rapelar todo el corredor por las instalaciones que habremos visto a la
subida (montadas normalmente con cintas en bloques o clavos y maillón), en
cinco tiradas de unos 60
metros, las condiciones son buenas y destrepamos sin
problemas hasta abajo, buena parte de cara a la pared. En poco más de una hora,
si la nieve no se ha ablandado demasiado, estamos de vuelta en el refugio,
damos cuenta de un caldito caliente y en otra hora más bajamos al parking de
Araille.
Un corredor clásico para
disfrutar de una jornada “inoubliable”.
Datos prácticos:
Acceso: el parking de Araille se encuentra
a 1,5 kms. del Puerto del Portalet, en el lado francés. Desde Huesca se llega
pasando por Sabiñánigo, Biescas y Formigal.
Dificultad: AD sup. En general el corredor
no presenta inclinaciones superiores a 50º, siendo la inclinación media de unos
40º. Con nieve no tiene ninguna complicación. Nosotros encontramos un
resaltillo de mixto sencillo (II). En el tramo desde La Fourche hasta la cima del
Petit Pic hay que subir un muro de IV de unos 20 metros.
Desnivel: desde el parking al refugio unos 400 metros de desnivel;
desde el refugio hasta la cima del Petit Pic unos 800 metros, de los cuales
unos 350 metros
por el corredor. El total de la actividad 1200 metros.
Horarios: del parking al Refugio de Pombie
1,15 h. Del refugio al collado de La fourche 1,30 h. De La Fourche a la cima del
Petit Pic 45 m.
El descenso desde la cima al refugio 1,30 h. y la bajada del refugio al
parking 1 h. En total 6 horas sin contar paradas.
Material: piolets, crampones y casco. Algunos friends o fisureros y cintajos.
Cuerda de 60 metros
(el rapel del muro de IV es de 33 metros). Si en el descenso optamos por rapelar
mejor llevar dos cuerdas de 60
metros. Se puede bajar en tres rapels desde la cima
hasta La Fourche
y otros cinco por el corredor.
Más información:
- Pirineos. Ascensiones en mixto, nieve y hielo, de Francis Mousel. Desnivel Ediciones.
Págs. 44-45.
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