Escalar en la Cueva de la Mora es sinónimo de sombra y condiciones invernales a poco que el tiempo ande algo revuelto, por lo que es un risco muy apreciado en verano. Además, la calidad de sus placas de granito es comparable a las mejores de la cara sur del Yelmo y otros riscos representativos de La Pedriza, y permite una escalada de adherencia técnica muy atractiva. El cambio climático está ampliando el periodo escalable en esta pared, que en días posteriores a lluvias suele estar impracticable.
Hay que recordar que desde enero hasta julio la escalada está regulada, aunque sólo afecta a las cuatro vías que quedan separadas de la pared principal en el sector derecho del risco (este).
La aproximación a la pared se puede hacer desde el aparcamiento de El Tranco, o desde Cantocochino, desde donde ahorraremos unos 20 minutos de caminata. Desde Cantocochino subimos hacia el Refugio Giner por la “Autopista de La Pedriza” A unos metros del refugio sale hacia el norte el caminito que sube a la Cueva de la Mora. También podemos subir hacia el refugio por el camino que tenemos al otro lado del río, y abandonarlo antes de llegar al refugio una vez pasado el risco de Peña Sirio, para ir trepando por camino que trataremos de no perder hasta la base de la Cueva de la Mora. Enseguida nos daremos cuenta de lo poco transitado del camino y no debemos preocuparnos si al final nos vemos sorteando el paso entre las ramas intentando buscar la línea correcta, seguro que no somos ni los primeros ni los últimos. Si todo va bien tardamos otros 30 minutos. En total, una hora larga desde el Parking de Cantocochino.
La vía Jacobo fue abierta por Manuel Cardero, Fernando de la Rosa y Juan Carlos Andrés pero el vetusto equipamiento ha hecho que durante muchos años pocos fueran los que se atrevieran a repetirla. Es una pena porque se trata de una de las rutas más asequibles del sector, de escalada variada que combina un amable diedro inicial con placas perfectas de excepcional adherencia, y encima orientada en la parte izquierda de la pared (noroeste), con sombra garantizada la mayor parte del día. Actualmente está reequipada y se ha convertido en una de las mejores opciones de la Cueva de La Mora para días calurosos en los que no queramos apretar más de la cuenta.
El primer largo (V) es inconfundible, por un marcado diedro con una punta característica en los primeros metros que nos servirá para lacear con una cinta larga, aunque para alcanzarlo hay que subir por unas fisuras tumbadas algo delicadas para las zapatillas. Podemos optar por dejar las mochilas en la parte central de la pared, justo en la base de la fisura en forma de media luna característica de la vía Quinto Menguante y subir ya equipados hasta el diedro. Así además en la bajada no tendremos que volver a subir hasta las mochilas en la base del diedro. Antes de la punta, nada más despegar los pies del suelo tenemos un pasito que parece apretón pero tras localizar el agarre bueno, una pequeña laja afilada un poco alta para los bajitos, se hace sin problemas. Continuamos por el diedro (IV+), fácilmente protegible con friends medianos-grandes, alguno en lajas huecas que mosquean pero aguantan sin problema, hasta el final, para abandonarlo a la izquierda por una sucesión de varios parabolts que nos llevan por placa de adherencia (V) hasta la reunión (dos parabolts sin argolla).
El segundo largo (V+/6a) es cortito, continua por placa obligada pero bien protegida con parabolts hasta un resalte que desde la reunión se ve muy liso y vertical pero luego se deja hacer bien, no sin apretar, por granito con estupenda adherencia. La reunión está montada también con dos parabolts sin argolla.
El tercer largo (V+) se inicia por una fisurita encima de la reunión que nos permite pisar un escaloncito y llegar enseguida al primer seguro. La salida es probablemente lo más difícil del largo y también puede hacerse un poco hacia la derecha por placa más tumbada. Sigue por placa con algo de musgo y seguros más alejados, a la par que decrece la dificultad, hasta el techito que defiende la salida, al que se llega tras algunos metros sencillos algo expuestos ya que ni hay chapas ni se puede proteger. Bajo el techito podemos proteger con un friend mediano y optar por varias opciones. La salida tradicional supera el techo por su parte más débil, antiguamente protegida con un par de buriles y hoy a pelo, más fácil de lo que parece pero expuesta. La salida por la derecha (6a), por placa bien protegida con dos parabolts de la vía Paciencia Infinita, que hoy es lo más habitual. Finalmente, se puede superar el techo por la izquierda, opción que tomamos, dejando un buen alargue si aseguramos bajo el techo para evitar el roce de la cuerda y que pueda descolocar el friend, para alcanzar una placa fácil sin seguros, que con tendencia a la derecha nos lleva a la última reunión de Paciencia Infinita, preparada para rapelar, con dos parabols y dos argollas en cada uno.
El descenso se puede hacer destrepando por cualquiera de los lados de la pared, o bien en dos rápels de casi 60 metros por las reuniones preparadas de la vía Paciencia Infinita. Con cuerdas más cortas habría que hacer cuatro rápels de 30 metros. Conviene anudar las puntas de las cuerdas para evitarnos sustos.
Datos prácticos:
Cómo ir: Desde Madrid lo mejor es salir por el norte para tomar la carretera de Colmenar Viejo y seguir las indicaciones hasta Manzanares el Real. Según salimos del pueblo veremos el cartel que indica la entrada a la Pedriza. Para llegar al parking de Cantocochino en fines de semana la barrera suele cerrar bastante pronto, en cuanto se cubre el cupo de vehículos autorizado. Desde hace unos años en verano y fines de semana un autobús gratuito hace el recorrido.
Horarios: 1,15 h. para la aproximación desde el parking de Cantochino a pie de vía. Y unos 20 minutos más si subimos desde El Tranco. La escalada en una hora puede hacerse bien.
Longitud: 100 metros.
Un buen croquis en viaclasica.com.
Dificultad: V, V+/6a, V+. Desde el reequipamiento los tramos de placa son obligados pero muy bien protegidos. La primera mitad del primer largo, el diedro, se protege bien con friends medianos-grandes, y la segunda mitad del último largo es algo expuesta pero bastante asequible.
Material: cinco o seis friends medianos-grandes y diez cintas express. Casco.
Más información:
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Guía de Escalada de La Pedriza,
de J. Ignacio Luján y David A. Zapata, págs. 341-342. Editorial Barrabés,
febrero 2005.
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Escaladas en La Pedriza, de Darío Rodríguez y José Ignacio Luján, págs. 56-57.
Ediciones Desnivel, junio 1992.
Otras vías en el risco:
- Jabato – Cueva de La Mora – La Pedriza.
Actividad realizada el 8 de mayo de 2022 por José Luis Santamarta, Luis Martínez y Pablo Parrón.
Buena vía la hicimos ayer💪💪
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