Son muchos los que se
sorprenderán al saber que dentro de los límites de nuestro municipio podemos
practicar una modalidad deportiva que está en auge desde hace unos años y que
añade un atractivo más a los muchos que ya ofrece la Comarca de la Vera a visitantes y foráneos.
Nos referimos al descenso de barrancos, actividad lúdica muy vistosa,
entretenida y especialmente agradable cuando el calor aprieta en los cada vez
más tórridos veranos.
Hace diez años,
la empresa de aventura Action Vera promovió un proyecto para la Mancomunidad de
Municipios de La Vera
consistente en el equipamiento con material moderno de ciertos tramos de las
numerosas gargantas que la naturaleza traza en nuestra sierra para la práctica
del descenso de barrancos. De este modo, la que hasta ese momento había sido
una actividad reservada a unos pocos e intrépidos pioneros queda abierta a un
público más amplio, contribuyendo a atraer un turismo sano y de cierta
capacidad para aportar su granito de arena al desarrollo de las economías
locales.
Una de las
gargantas equipadas está precisamente en Aldeanueva de la Vera y no es otra que la
conocida Garganta de la
Chorrera de la
Mora, o los Chorros en el argot local. Para acceder al punto
de inicio del descenso partiremos de la Calle
Camino a la
Chorrera de la
Mora, en la parte alta del pueblo, hasta la que cualquier
paisano podrá indicarnos pues es muy conocido el Cerrillo de las Eras, en el
que encontraremos una señal indicativa con los datos técnicos del descenso.
Seguiremos con el coche la pista cementada que en unos siete kilómetros de
fuerte pendiente nos adentra en la sierra y finaliza en la presa de
abastecimiento de aguas del pueblo. Al llegar a la presa tomamos la pista de la
derecha durante unos quinientos metros hasta alcanzar la primera pista que sale
hacia la izquierda. Es el punto idóneo para continuar a pie pues esta pista
está ya en muy mal estado. Al final de la pista encontraremos un descansadero
de ganado y deberemos localizar una senda, a veces difícil de seguir, que
asciende por una reguera hasta la garganta. Dos grandes alisos por encima de
las cascadas principales son una buena referencia para no perder el camino que
sigue una orientación noroeste.
La aproximación,
entre robles y escoberas, nos llevará una hora larga que conviene tomarse con
calma pues lo cerrado del camino obligará a utilizar el instinto montañero en
más de una ocasión. Para el que busque aventura no hay mejor recompensa que
alcanzar la garganta y refrescarse en sus frías aguas.
Todo el descenso
está equipado para rapelar las cascadas más largas y empinadas con parabolts
con anilla, además de algún pasamanos para alcanzar las instalaciones más
delicadas. En total tendremos que afrontar diez rapels, varios de más de 20 metros, siendo el más
largo de 30 metros.
Entre los rápeles encontraremos muchos tramos de destrepes con densa vegetación
que dan un carácter especial a la actividad para los amantes de la botánica. No
es una garganta obligada, y podemos escapar de la misma en muchos puntos si
fuera necesario. Hay que observar una especial precaución con el pulido granito
de sus paredes, muy resbaladizo. Por lo demás, disfrutaremos como enanos de
cuatro horas de pequeñas pozas y preciosos paisajes con la Comarca de la Vera a nuestros pies. Casi al
final del descenso la garganta se divide en dos. Tomaremos el ramal de la
derecha hasta una portera de troncos que marca el final.
Para regresar al
coche debemos salir de la garganta hacia un prado visible mientras bajábamos,
atravesarlo y subir por un robledal hasta alcanzar una senda que se dirige a la
presa de abastecimiento de agua. Nos llevará una media hora.
Datos prácticos:
Acceso: pista cementada que sale del Cerrillo de las Eras, en
Aldeanueva de la Vera. Hay
una señal indicativa con los datos técnicos de la actividad, justo detrás del
Centro de Día para mayores.
Dificultad: la mayor dificultad reside en la aproximación a la
garganta, por lo cerrado del camino de acceso. El descenso no es especialmente
técnico si se está habituado pero hay que tener mucha precaución con el granito
muy resbaladizo que conforma la garganta. Si no estamos habituados a este tipo
de actividad compensa ir acompañados.
Horarios: Una hora larga para la aproximación. Cuatro horas para el
descenso y media para volver al coche. En total una buena jornada que podemos
rematar en el pueblo probando las deliciosas viandas con que se cuidan los
lugareños.
Desnivel: unos 350
metros. Comenzamos a descender en la cota 1350 metros y terminamos
a 1000 metros
de altitud.
Material: las gargantas de la Vera son muy frías en verano
así que en invierno podemos imaginar. Son espléndidas para darse un baño pero
cuando se trata de estar en el agua unas horas es necesario un neopreno fino en
verano (3 mm)
y gordo en invierno. Además necesitamos una cuerda de 60 metros, arnés y un
mosquetón de seguro con descensor tipo ocho o similar. El casco es
imprescindible.
En la Comarca de la Vera hay muchos más descensos
equipados, por ejemplo en las gargantas de la Desesperá en
Arroyomolinos de La Vera,
el Gargantón en el Guijo de Santa Bárbara, o la Garganta Mayor en Garganta la Olla, todas muy accesibles
desde Aldeanueva de la Vera.
El primer
descenso constatado de la
Chorrera de la
Mora lo hacen Oscar Sánchez y Vicente Riolobos el 7 de
octubre de 2007.
Este artículo ha sido publicado en el número 1 de la revista de la Asociación Cultural de Aldeanueva de La Vera Jondillo Jondón, en otoño de 2016.
Este artículo ha sido publicado en el número 1 de la revista de la Asociación Cultural de Aldeanueva de La Vera Jondillo Jondón, en otoño de 2016.
Puede
encontrarse más información en la revista Grandes Espacios nº 164, de marzo de
2011.
Gracias por compartir vuestra experiencia,
ResponderEliminarsi no tienes inconveniente os hemos enlazado en la reseña del barranco en la web (Infobarrancos.es)
Barranco chorrera de la mora