Después de un
invierno generoso ha seguido un verano largo y hoy, 24 de octubre de 2009, el
sol en La Cabrera es radiante como si estuviéramos a finales de agosto.
En la revista de
octubre de la Federación Madrileña de Montañismo, se propone una serie de
escaladas clásicas en la Comunidad de Madrid y como primera reseña, a la que
continuarán otras en sucesivas publicaciones, aparece la vía Ezequiel por la
fisura de la Emilio. La vía Ezequiel es característica por una cueva por cuyo
interior transcurre el tercer largo, pero la variante por la Emilio evita la
cueva por una estupenda fisura unos metros a su derecha.
Formamos dos
cordadas, Luis Sebastián y Pablo Parrón, y Fernando Blas y un amigo de
Torrejón, el Chepi, que lleva un añito sin ponerse los gatos después de ser
papá. Será que es domingo o que no somos los únicos, lógico por otra parte, que
hemos tenido la feliz idea de venir a repetir la vía que en una reseña muy
tentadora nos ha puesto en bandeja la revista de la Federación con su reciente
publicación. El caso es que estamos más de diez personas enredando en la
plataforma desde la que salen buena parte de las vías de la parte derecha del
Pico de la Miel, esperando que nos llegue el turno, y preferimos hacer los dos
primeros largos de la Emilio, por los que, a cambio de una mayor dificultad, no
tenemos que esperar para escalar más que lo que tardamos en colocarnos los
cacharros y decidir cómo nos repartimos los largos.
Empiezo el
primer largo (6a+) por una laja con una pequeña fisura en la que caben los
dedos y algún microfriend para autoproteger hasta llegar al primer parabolt. La
fisura, por la que se sube en bavaresa, se ciega al final y la chapa me queda
demasiado alta. Por más que me estiro, con la mano izquierda precaria
tirando de la bavaresa, la posición de los pies no acaba de ser buena y tengo
que hacer varios intentos hasta que, al borde del patinazo, consigo pasar la
express y me agarro a ella como un condenado. Pido a Luis que me coja bien para
descansar los brazos y me pasa por la cabeza la idea de si no habría sido mejor
esperar tranquilamente nuestro turno y subir por la Ezequiel, que mi compañero
se conoce como el salón de su casa y yo mismo recuerdo bastante fácil de otras
veces, una incluso vi a una cordada bastante talludita hacer el primer largo
tranquilamente andando (IV). Lo único que tengo claro es que esto no es un V+,
como indica la Guía de Escaladas en la Sierra de la Cabrera del Comité de Reequipamiento.
Hasta el
siguiente seguro hay un pire más que interesante y no pinta nada fácil así que
meto un anillo y tiro de artificial sin pensármelo pero superado el seguro el
paso en libre es obligado. Sorteo un poco a la derecha por zona con musgo pero
con unas bañeritas que parecen facilitar el progreso y cuando chapo el
siguiente seguro veo que lo duro está por venir. Esto no es un quinto ni para
el más clásico, con perdón si alguno se siente ofendido, y el pire vuelve a ser
considerable. Piso la chapa sin miramientos pero luego el paso vuelve a ser
obligado. Casi dos metros por encima de la tercera chapa la placa se empina aún
más y los pies patinan a la mínima. Ni que decir que los agarres para manos son
bastante exiguos y totalmente mentalizado de que esto me va a costar sudor y
lágrimas me preparo para la caída que intuyo casi segura. Y lo dicho, para
abajo que me voy. Luis me para suavemente y si no fuera porque de repente me
veo colgado como un chorizo ni me entero. Sin pensármelo un segundo vuelvo a
intentarlo con el mismo resultado y me veo obligado a echar mano de la cinta
mágica de Luis, un apaño que alarga la cinta express un palmo y medio y deja
abierto el mosquetón que va a la chapa enganchando el gatillo con un alambre.
La muerdo para tenerla lo más a mano posible rezando para que no se me vaya al
suelo en un más que probable tercer vuelo pero para mí sorpresa consigo por fin
llegar al siguiente parabolt, desde el que la cosa mejora mucho hasta la
reunión. Por lo que luego les cuesta subir a los demás creemos que la
dificultad puede rondar el 6a+ sin miedo a pasarnos, aunque los alejes quizá
hayan jugado su papel. Que cada cual juzgue.
El segundo largo
(V+) se puede empalmar con el primero y parece mejor hacerlo así para llegar a
la siguiente reunión antes de que se junte demasiada gente así que la chapo y
sigo por la línea que marcan dos parabolts hasta la reunión común con la
Ezequiel justo antes de la cueva. Un murito bien protegido con uno de los
parabolts es el paso más difícil de la tirada pero no me siento con ganas de
pelearlo después lo que acabo de pasar y acero sin compasión. En cuanto llego a
la reunión recojo a Luis y le siguen Fernando y el Chepi.
El tercer largo
(V+) transcurre por una fisura muy vertical claramente visible unos metros a la
derecha de la cueva. Por la izquierda se sube un bloque evidente y unos pasos a
la derecha nos colocan ante la fisura. Unos quince metros con la dificultad muy
mantenida y acentuada en los dos primeros, que se protegen perfectamente con
friends pequeños y algún empotrador. Generosas setas a ambos lados permiten
superar metros con buenos agarres, incluida la propia fisura. Al final de la
misma un friend mediano para asegurar la salida y los últimos metros hacia la
izquierda hasta la reunión, montada con parabolts un poco altos. En pocas
palabras, un pedazo de largo, de los imprescindibles en el Pico de la Miel.
Le toca el
relevo a Luis y comienza el cuarto largo (V) por un diedro-chimenea de libro
que es ya parte de la vía Ezequiel. Unos tentadores parabolts que continúan
recto marcan el camino por el que seguiría la vía Emilio (6a+, según la Guía de
la Cabrera del reequipamiento). La chimenea se protege con algún friend grande
y siempre ofrece buenas presas para pies y manos. Unos metros antes del final
se abandona con unos estéticos pasos hacia la izquierda para salir por placa
con setas excelentes hasta llegar a un canalizo. Aquí se puede montar reunión
pero es preferible seguir unos metros por el canalizo (III+) hasta un árbol en el
que la reunión se monta en un periquete con un cintajo.
El último largo
(IV+) es evidente por terreno poco mantenido siempre hacia la derecha pero con
un par de pasitos de IV+. Luis, que se lo sabe de memoria, lo hace rápidamente
metiendo un solo friend, hasta el final de las dificultades. Hay que montar la
reunión y en pocos minutos nos juntamos los cuatro para tirar la foto de rigor.
Unos pocos
metros por bloques nos llevarían a la misma cima del Pico de la Miel pero como
ya la conocemos bien bajamos directamente hacia la derecha por losas hasta el
Callejón Soyermo. Un estrechamiento en mitad del callejón obliga a destrepar
unos cuatro metros de cara a la pared por la parte izquierda (según bajamos). A
la derecha del estrechamiento se instalaron hace poco unos peldaños de hierro
que no han durado mucho (los reseña la propia revista de la Federación). Algún
“justiciero de la ética” de los que ya estamos acostumbrados a tener que
soportar en este mundillo los ha inutilizado por el bien de sólo él sabe qué y
ya no es posible utilizarlos. Es incomprensible que nadie exponga a otro a un riesgo
serio injustificado y sin considerar que impide a mucha gente disfrutar de un
camino precioso y muy transitado por todo tipo de amantes de la naturaleza en
general. No perderé la esperanza de que la justicia acabará cayendo como una
losa sobre estos autoproclamados “justicieros”. Espero también que al menos
tengan la congruencia de no agarrarse a las Clavijas de Cotatuero, Soaso, a las
estacas del Balaitous y de tanta “ferralla” ubicada por los macizos montañosos
de todo el mundo permitiendo a miles de ilusionados montañeros y montañeras
disfrutar de manera absolutamente responsable de parajes incomparables.
Los peldaños machacados del destrepe por el Callejón Soyermo |
Datos prácticos:
¿Cómo llegar al Pico de la Miel?
Desde Madrid hay
que coger la Carretera de Burgos (A1) hasta la salida 57 en la que veremos la
señal del pueblo de La Cabrera. En total unos 60 kilómetros. Enseguida entramos
en la Calle de los Colegios, que seguiremos varios metros, hasta un callejón
sin asfaltar a mano derecha (Calle de la Sierra), en la que dejamos el vehículo.
Desde aquí sube
un camino que debemos seguir con tendencia hacia la derecha hasta un rellano
desde el que sale un camino entre las jaras a la izquierda (hay que ir atentos
porque es fácil pasárselo). Este camino enfila ya directo a la base del Pico de
la Miel. Antes de llegar a la base el camino se bifurca en dos. El de la
derecha se dirige hacia el Callejón Soyermo y debe tomarse para acercarse a la
base de las vías Ezequiel, Espolón Manolín, etc. El de la izquierda nos conduce
al inicio de la Superpiloto, Piloto, Lola Flores, Chocolate y otras. Desde el
vehículo hasta la base de las vías tardaremos unos 20 minutos.
Dificultad: 6a+, V+, V+, V, IV+. En el
primer largo las chapas alejan. El tercer largo, el de la fisura, es muy
mantenido.
Longitud: 200 metros.
Material: un juego de friends (algún
microfriend para el primer largo) y otro de fisureros. Algún anillo de cinta. Casco.
Más información:
- Guía de escaladas en la Sierra de la Cabrera, de la Federación Madrileña de Montañismo, editada por Desnivel
Ediciones, págs. 45 y 49. Atención con esta guía porque contiene muchos
errores.
- Altitud nº 8, octubre 2009. Revista trimestral de la Federación Madrileña de Montañismo, pag
28.