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PEÑA DEL CUCO – NAVACERRADA

Inmersos estos meses en la tarea de buscar vías fresquitas para soportar el termómetro veraniego y regalar a los pulmones el aire fresco de la sierra, tan sano como ausente en el centro de la capital, elegimos una actividad relajada para cualquier día de verano. En Navacerrada el invierno es riguroso por lo que las mejores épocas para escalar en la Peña del Cuco son la primavera y el verano. Además de un ambiente fresquito, estaremos en un rincón de la sierra que sorprende por la belleza del entorno, muy cercano al parking del puerto y, sin embargo, poco frecuentado. El porte y color del bosque de pino silvestre que rodea la Peña vale por sí mismo una visita.


El Espolón Este o Camino para Excéntricos (IV+) recorre toda la cresta de la Peña del Cuco de este a oeste, en una línea de más de cien metros de características poco frecuentes en la zona centro. Eso sí, si eres de los que sólo valoran la dificultad o la exposición a la hora de disfrutar de la montaña, ajeno a los valores más sentimentales o poderes curativos de la naturaleza mejor elige otro terreno de juego.


Además, si la escalada de la cresta te deja con ganas, que es probable, puedes completar la visita con alguna de las vías abiertas en la cara norte, como el Diedro-Chimenea (V+) que figura en el croquis. Se trata de un diedro de casi cincuenta metros algo más difícil de lo que aparenta y que se protege con friends y un solo clavo en todo el recorrido en su parte superior. Ni me mires ni me toques o Gladiator son otras vías de similar dificultad (V+) abiertas en el risco.

Para llegar a la Peña del Cuco podemos subir desde La Barranca (una aproximación de esfuerzo considerable) o mejor salir desde el parking de Navaccerrada por la pista que pasa por las taquillas del remonte y el edificio de la Cruz Roja, tras el cual pasamos una valla con portilla para evitar la salida de ganado y seguimos el ancho camino que lleva al Collado de los Emburriaderos (20 minutos). Desde el collado bajar hacia la izquierda en dirección al fondo del evidente arroyo que baja por la pendiente de la Bola del Mundo, perfectamente visible. Enseguida empezamos a ver surgir, como la cresta de un dragón, la Peña del Cuco, enclavada en una especie de hoya que no la hace fácilmente visible pese a su cercanía. En la parte más baja (este) comienza la vía.



En las fotografías superiores, distintos tramos de la cresta.

El ataque al espolón puede intuirse en la zona en la que los enebros están más pisados aunque el terreno permite variantes. Lo más habitual es salir por la derecha de una agujita característica al inicio de la cresta y, en general, y esto vale para todo el recorrido, cuanto más a la derecha mejor ambiente y mayor dificultad (sin pasar del quinto grado en pasos muy puntuales). Además, por el lado sur (izquierda de la cresta) se puede destrepar en muchos puntos, y casi nada es obligado, lo que convierte la actividad en muy apta para principiantes. En el último tramo descendemos a una brecha y seguimos hasta unas agujitas que podemos lacear para montar la reunión. El descenso es muy sencillo siguiendo en la misma dirección para destrepar unos diez metros muy fáciles (II-) hasta el extremo oeste de la peña.

25 de julio de 2015, Beatriz Peña y Pablo Parrón.


Datos prácticos:

Acceso: el Puerto de Navacerrada está a una hora larga de Madrid, por la Carretera de La Coruña (A6). En el kilómetro 39 está el desvío que lleva al puerto.

Dificultad: IV+, IV+, IV+, y diez metros muy fáciles (II-) de destrepe para bajar al suelo al finalizar la cresta.

Longitud: algo más de 100 metros, que dividimos en tres largos.

Horarios: desde el parking hasta la base una media hora. La cresta no lleva mucho tiempo, depende de lo que queramos alargarla…

Material: Un manojo con unos pocos friends variados y alguna cinta para lacear bloques y reuniones. Cuerdas de 60 metros. Casco.

Más información:

 

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