El criterio que hoy se impone para escalar en el Pico de La Miel viene marcado por el fuerte y helador viento del noreste que nos encontramos al llegar al aparcamiento del Cancho del Aguila. Elegimos la vía más occidental de la pared, cuya orientación suroeste nos protege del viento y nos permite escalar en un ambiente más agradable, aunque en los últimos largos la protección va disminuyendo y el ambiente más severo nos obliga a esforzarnos más de lo que el grado de los metros finales exige.
La primera vía que encontramos por la izquierda en el Pico de La Miel se llama La Esquinita, y fue abierta por Wimborg y David Menéndez, con cinco largos y una dificultad máxima de 7a+ o A0/6a.
Antes de nada, cabe señalar que todas las vías del sector suroeste del Pico de la Miel tienen cierta discontinuidad, con algunos tramos muy sencillos, sin que ello desmerezca en absoluto las rutas, que pueden considerarse muy buenas, además de ser una opción fantástica para evitar las acumulaciones del sector más clásico del Pico, y escalar a la sombra hasta bien entrada la mañana en las épocas más calurosas. Los tramos discontinuos favorecen la dificultad de localizar el trazado exacto de las vías, con lo que es frecuente ir enlazando largos de distintas rutas, lo que lejos de ser un inconveniente, nos permite hacer multitud de combinaciones adecuándolas a nuestro nivel. En definitiva, el sector suroeste da mucho más juego del que a primera vista nos pueda parecer y es muy recomendable y variado en cuanto a dificultades y tipos de escalada a realizar, desde las placas de adherencia más sencillas, hasta artificiales de cierta complejidad.
Aquí describiremos un trazado que comenzando por la vía La Esquinita, va buscando algunos tramos más difíciles en la parte superior.
El primer largo (7a+ o A0/6a) no tiene pérdida, ya que no hay más que localizar los 4 parabolts que surcan la placa que delimita las caras sur y oeste del Pico de La Miel, en definitiva, la primera vía por la izquierda. Aunque a primera vista nos animamos a intentarlo en libre, el grado es el que es y enseguida vemos que sin acerar va a ser imposible. Como está perfectamente equipado para superarlo en artificial tiramos de las cintas para ir progresando, sin necesidad de estribos, aunque para alcanzar el cuarto seguro hay que esforzarse un poco más y si no somos larguiruchos puede ser útil un pequeño alargue. Superado lo más difícil, toca dar un pasito hacia la izquierda para alcanzar un clavo que asegura un pequeño resalte (quizás esté aquí el 6a que marcan la mayoría de croquis, aunque no es excesivamente difícil). Por encima del resalte volvemos hacia la derecha, donde encontramos otro parabolt, y un poco más arriba la reunión (dos parabolts con argolla). Cabe señalar que la parte más dura de este primer largo puede sortearse por una canal sencilla (IV+) que alcanzamos trepando unos metros por la izquierda de las chapas y que prácticamente nos lleva hasta la primera reunión.
El tercer largo (V) corresponde a la vía Pacto con el Diablo y es muy aconsejable. Hay que tener cuidado en los primeros metros, de adherencia fácil pero con factor 2 en caso de caída, hasta llegar a un murito separado de la pared principal con muy buenos agarres y un parabolt a la mitad, realmente divertido, que da paso a una fácil bavaresa hacia la izquierda en la que encontraremos otro parabolt y fácil protección con friends medianos-grandes en toda su longitud, además de multitud de buenas presas tanto por dentro como por fuera, a ambos lados, que la convierten en una delicia para el escalador de quinto grado. Al final, salimos hacia la derecha y llegamos a la reunión (dos parabolts con argollas). Si queremos darle algo de enjundia es muy recomendable no llegar hasta la reunión y seguir hacia la derecha a por el resalte que protege los metros finales de la estética Punta Lucifer, haciendo un paso de bloque protegido con un parabolt que rondará el 6a y nos deja en la base de la punta, donde montamos reunión con friends, para luego hacer una travesía hacia la izquierda, muy fácil (II) pero imprescindible asegurarla para evitar que la cantidad de musgo nos pueda dar un susto, de unos 10 metros, hasta la mencionada reunión.
El cuarto y último largo (V) lo hacemos por una fisura evidente que parece mucho más difícil de lo que luego resulta. Es muy buena pero tan cortita que casi decepciona. Se protege al gusto con friends medianos y nos deposita en la reunión, ya en los bloques cimeros, donde recogemos las cuerdas y damos por finalizada la escalada. Otra opción es subir por la fisura que queda más a la derecha, algo desplomada y con salida dura que rondará el 6a+ (ver descripción en Pacto con el Diablo).
Nada más salir a los bloques cimeros el viento helador del noreste vuelve a fustigarnos y recogemos rápidamente para volver andando al pie de vía en diez minutos por el caminito que rodea el Pico de la Miel.
Actividad realizada el 20 de marzo de 2021, por Quique, Luis Martínez y Pablo Parrón.
Datos prácticos:
Acceso: Desde Madrid hay que coger la Carretera de Burgos (A1) hasta la salida 57 en la que veremos la señal del pueblo de La Cabrera. En total unos 60 kilómetros. Enseguida entramos en la Calle de los Colegios, que seguiremos varios metros, hasta un callejón sin asfaltar a mano derecha (Calle de la Sierra), en la que dejamos el vehículo. También es posible seguir por la A1 hasta la salida 60 y aparcar en el bar-restaurante del Cancho del Aguila, opción cada vez más habitual.
Desde aquí sube un camino que debemos seguir con tendencia hacia la derecha hasta un rellano desde el que sale un camino entre las jaras a la izquierda (hay que ir atentos porque es fácil pasárselo). Este camino enfila ya directo a la base del Pico de la Miel. Antes de llegar a la base el camino se bifurca en dos. El de la derecha se dirige hacia el callejón Soyermo y debe tomarse para acercarse a la base de las vías Ezequiel, Espolón Manolín, etc. El de la izquierda nos lleva al sector suroeste del Pico de la Miel. Si hemos aparcado en el bar de camioneros del Cancho del Águila, al que se entra directamente tomando la salida 60 de la A1, emprendemos la subida por el caminito que sale desde las inmediaciones de la gasolinera y sube hasta la base del Pico de la Miel. Como la pared es amplia, lo suyo es ir tomando las derivaciones que veamos hacia la izquierda, para así terminar en la sección suroeste, lo más cerca posible del inicio de nuestra vía.
Dificultad: A0/6a (o 7a+), V, V, V.
Longitud: 140 metros aprox.
Horarios: Unos 30 minutos desde el coche al comienzo de la escalada, la vía se hace bien en un par de horas. Diez minutos para descender desde la cima del Pico de la Miel hasta las mochilas.
Material: un juego de friends. Casco. La vía está semiequipada y todas las reuniones con parabolts con argolla. El artificial del primer largo se puede hacer en A0, sin necesidad de estribos, aunque un pequeño alargue para los bajitos no vendrá mal.
Más información:
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La descripción de los aperturistas con el recorrido original de La Esquinita,
detalles de la apertura y posibles variantes.
Otras vías interesantes en el sector suroeste del Pico de La Miel:
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Paloma.
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Combinación Murciélagos-Chupacabras.
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Pacto con el Diablo.
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