La tranquilidad
y buena roca están aseguradas en el bonito Valle de Luna, en León, igual que
las noches frescas. Recuerdo haberme retorcido de frío en el mes de julio por
no haber traído el saco de invierno y, como el valle nunca nos ha defraudado,
aquí estamos de nuevo, 9 de septiembre de 2011, dibujando con la imaginación
miles de líneas imaginarias en cientos de riscos y montes que surgen como
hongos por todas partes mientras circulamos.
La Peña de
Rabanal (1.410 m.) se yergue altiva frente al pueblo de Rabanal, evocando un
Pequeño Alpamayo en roca de apariencia inalcanzable, aunque en realidad su
escalada no es tan complicada.
El 20 de mayo de
2002 Carlos Bra, Miguel A. García y José Mª Fernández terminan de abrir Luna de
Lobos (6a, V+ obligado), una bonita línea en la que la soledad está casi
garantizada.
Aparcamos el coche en la Ermita de Pruneda y andamos por el arcén de la carretera unos 300 metros en dirección a Sena de Luna. Abandonamos la carretera hacia la izquierda remontando una canal incómoda y bastante salvaje (no esperemos encontrar un buen camino) en dirección a la pared. Mosquea un poco porque no la vemos hasta casi el final. Unos 40 minutos.
Nos colgamos los
hierros y empezamos el primer largo (6a). Un parabolt a unos tres metros del
suelo señala el comienzo de la escalada. Se alcanza con un paso de V+ muy cerca
del suelo y luego hay que hacer una pequeña travesía a derechas para alcanzar
una fisura con muy buen canto (IV+). Atención al pasar un rosal salvaje en este
punto que nos puede dejar hechos un cristo. Progresar por la fisura (V-), que
gira a la izquierda y se protege bien con friends medianos-grandes. Termina en
una placa fina con excelente adherencia protegida con dos parabolts (6a). A
continuación unos metros fáciles con roca algo rota hasta la reunión (dos
parabolts). 40 metros.
El segundo largo (V+) empieza con unos metros fáciles hasta una línea de tres parabolts en una placa (V+) que acaba en un arbolito. Sigue un diedro-canal (IV+) con un parabolt a la mitad que va dejando techos a izquierda y derecha hasta la reunión (un clavo y un parabolt). 45 metros.
Tercer largo
(IV+). Un corto paso de IV a la salida de la reunión protegido con un parabolt
y todo recto por terreno muy fácil (II-III). Un parabolt en mitad del largo
indica el buen camino. La reunión la montamos donde queramos casi a tope de
cuerda. 50 metros.
Cuarto largo
(II). Tirada muy fácil que se hace casi andando. Pasamos unos metros a la
izquierda de una sabina que está aproximadamente a mitad del largo y seguimos
hasta tope de cuerda. Montamos reunión al pie de un espolón entre dos paredes
por el que sigue el último largo. Sin seguros. 60 metros.
Quinto largo
(V+). A unos diez o doce metros desde la reunión vemos un parabolt en el
espolón. No salimos directamente por el espolón sino por placa hacia la derecha
en busca de un canalizo con un gran puente de roca (V). Unos metros por encima
nos montamos en el espolón en busca del parabolt (V). Seguimos por el espolón
autoprotegiendo hasta otro parabolt (V+). El espolón va perdiendo dificultad
(IV) hasta la reunión (dos parabolts sin argollas). 40 metros.
Desde la cumbre
iniciamos el descenso por una canal empinada que baja hacia el norte (izquierda
desde la cima). Enseguida vemos la Ermita de Pruneda al fondo y continuamos por
la canal, bastante incómoda, hasta que se estrecha. Abandonarla a la derecha y
bajar como mejor podamos hasta la ermita. Unos 40 minutos.
Actividad realizada el 9 de septiembre de 2011 por Luis Martínez y
Pablo Parrón.
Datos prácticos:
Acceso: La Ermita de Pruneda se
encuentra en la carretera que va de Rabanal de Luna a Villafeliz, a escasos
metros a la salida de Rabanal. Aparcamiento en un tramo de carretera antigua
con un cartel con croquis de la escuela de deportiva. En el bar del pueblo, en
la misma carretera, nos pueden dejar la guía de escalada de Cuatro Valles.
Dificultad: 6a, V+, IV+, III, V+.
Longitud: 230 metros aprox.
Horarios: 40 minutos de aproximación, 2
horas de escalada y otros 40 minutos para el descenso.
Material: la vía se protege
especialmente bien con fisureros. Cinco o seis friends pequeños-medianos.
Cordinos para puentes de roca. Casco. Cuerdas de 60 metros. Semiequipada con
parabolts.
Más información:
- Cordillera Cantábrica. Escaladas selectas en roca, de Miguel Angel Adrados. Adrados Ediciones. Págs. 386-387.