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… PERO SI QUIERES TE DOY UN MASTER y CONSEJOS VENDO, PA MÍ NO TENGO - AGUJA LARIOS – LA PEDRIZA

La Aguja Larios es perfectamente visible desde el aparcamiento de Cantocochino, en la parte alta del Hueco de las Hoces y un poco más arriba y a la izquierda del más conocido Risco de los Principiantes. Es además uno de los sectores de escalada más antiguos de entre los muchos que existen en la Pedriza, como atestigua la aparición de algunas de sus vías en la irrepetible Guía de Escaladas en La Pedriza del Manzanares de 1992. A pesar de ello, no es un sector muy visitado, probablemente por contar con sólo un puñado de rutas, la mayoría muy expuestas, y porque requiere una aproximación típicamente pedricera y poco marcada en su tramo final. Sin embargo, en la actualidad cuenta con dos vías largas, bien equipadas en general, de dificultades más que razonables tanto en sus tramos de artificial como en los de escalada libre, que culminan en una cumbre casi siempre solitaria y que ofrece unas vistas increíbles de gran parte de La Pedriza, lo que justifica sobradamente una visita para disfrutar de un buen día de escalada.

Desde el aparcamiento de Cantochino comenzamos a andar hacia el Risco de los Principiantes, dejando a nuestra izquierda el Cancho de los Brezos, y a nuestra derecha la Colina Hueca y Cancho Butrón. Antes de llegar al Risco de los Principiantes giramos a la izquierda para enlazar con el camino que asciende por el Barranco de los Huertos hacia la cara norte del Yelmo, hitos y puntos morados, por el que continuamos hasta la altura de la Aguja Larios, donde deberemos torcer hacia la derecha para, por terreno escalonado ir acercándonos como mejor podamos hasta la base. Si todo va bien y encontramos el mejor itinerario en una hora aproximadamente llegaremos hasta el punto donde comenzamos la escalada.

Aunque al llegar a Cantocochino por la mañana temprano la temperatura era de varios grados bajo cero, cuando llegamos a la Aguja Larios el sol ya calienta y se está tan a gusto que decidimos aprovechar el paseo y escalar las dos rutas principales de la pared, “… pero si quieres te doy un máster” (6a/A1), abierta por Toño Guerra, Pepe del Caz y Tino Núñez, y “Consejos vendo, pa mí no tengo” (V+/A1), abierta por Toño Guerra y Tino Núñez.


VÍA “… PERO SI QUIERES TE DOY UN MASTER” (6a/A1)

La Aguja Larios tiene varias cimas, separadas por una marcada fisura, a cuya izquierda queda la conocida como Placa de la Inquisición, y a la derecha la cima más elevada del conjunto, en la que terminan las dos vías que se detallan en esta reseña. En la Placa de la Inquisición veremos una sola chapa en medio de la pared, que sirve de seguro, reunión y lo que haga falta para las cuatro vías abiertas en la misma por Josechu Jimeno y Miguel Angel Ruiz, escasamente repetidas pese a no superar el V grado debido a su alta exposición. Nuestro recorrido transcurre por las placas que quedan a la derecha de la marcada fisura que divide la pared en dos. Para acceder al pié de vía tendremos que entrar por un pasillo entre las rocas que nos deja al pié de la tumbada placa por la que comienza el primer largo (6a/A1). Hay que dirigirse hacia el muro vertical, en el que veremos una sucesión de parabolts que marcan con claridad el recorrido. Para llegar al primer seguro tendremos que recorrer la placa, pura adherencia que no supera el V- pero que tendremos que darnos a pelo porque el seguro que en algún momento la protegió se encuentra hoy inutilizado, como podremos comprobar al pasar por el antiguo espárrago aún insertado en la roca. Afortunadamente, antes de alcanzar el primer seguro del muro, con un paso de 6a, la mayor dificultad obligada del largo, podremos proteger con algún friend en el comienzo del diedro por el que sube la vía Consejos vendo, pa mí no tengo. A continuación, una línea de cinco parabolts permite superar el muro en artificial con los estribos, hasta que la pared vuelve a tumbar y permite seguir en adherencia sencilla (IV+) hasta la reunión (dos parabolts sin argolla).

El segundo largo (V-) es de agradable adherencia por placas de excelente granito con seguros distanciados de conformidad con la dificultad, en el que la única consideración a tener en cuenta será no perder la concentración ante el magnífico espectáculo del paisaje que nos rodea, sobre todo hacia el Barranco de los Huertos, donde la multitud de bloques y formas dará rienda suelta a la imaginación de cualquier enamorado de la roca.

Un tercer largo (III-II), en el que decrece la dificultad notablemente, nos lleva por un estético filo cada vez más tumbado hasta la cima de la Aguja Larios, donde encontraremos un puente de roca para rapelar. Es recomendable llevar una cinta y un maillón para el caso de que la instalación no esté en condiciones, ya que no se trata de un recorrido que se repita todos los días y la intemperie y el sol pueden haber hecho su trabajo de degradación del material previamente abandonado por otras cordadas.

El descenso se puede hacer en un corto rápel, de unos 10 metros, o destrepe delicado, IV+ por granito terroso que no ofrece mucha confianza, hasta el suelo, y luego destrepando por las canales de la derecha del risco, aconsejable desechar la primera que veamos y andar unos metros más hasta la siguiente canal, más abierta y sencilla de bajar, aunque exige colarse por un estrecho agujero marcado con una flecha roja en la roca bastante desdibujada, hasta las mochilas.



VÍA CONSEJOS VENDO, PA MI NO TENGO (V+/A1)

Tras atravesar el pequeño pasillo de roca que nos lleva a la base de la placa tumbada por la que comienza la escalada, comenzamos el primer largo (V). El principio es igual al de la vía “… pero si quieres te doy un máster”, por placa de adherencia sencilla (V-) sin posibilidad de protección ya que el seguro que antaño se instaló hoy está inutilizado pese a que en caso de resbalón, y hay que recordar que los comienzos suelen cogernos algo fríos, la caída sobre los bloques de la base sería bastante mala. Una vez alcanzado el diedro-bavaresa, que asciende hacia la derecha, podemos proteger con friends medianos. Es muy sencillo (III-IV) hasta la llegada a la reunión (dos parabolts sin argolla), que alcanzamos con un pasito algo más complicado (V) porque escupe hacia afuera. Reunión colgada incómoda.

El segundo largo (V+/A1) supera el muro saliendo con los estribos en artificial. Son tres parabolts seguidos de los que los dos primeros se alcanzan bien sin necesidad de apurar los escalones. El último está un poquito más lejos pero pisando la chapa del segundo se alcanza también si excesivo esfuerzo. El paso del artificial al libre es bastante psicológico y aunque la dificultad es V+, la cabeza nos dirá otra cosa. En todo caso, está bien equipado y el resto del largo transcurre por placa de adherencia que va disminuyendo la dificultad hasta llegar a la reunión. Queda un largo de adherencia, fácil y bien protegido, que nos juntaría con la vía anterior para recorrer el espoloncillo final hasta la cumbre, pero como ya hemos subido antes optamos por chapar la reunión y seguir por terreno sencillo hasta una reunión con argollas que veremos claramente en una oquedad a la derecha de la pared.

El descenso lo hacemos rapelando desde la reunión con argollas hacia la canal de bajada. Son unos 20 metros que nos depositan en la primera canal que en el descenso  anterior recomendamos no coger para pasar a la siguiente, más sencilla y abierta. Pero por ésta el destrepe también es posible y llegamos nuevamente a las mochilas, donde recogemos y emprendemos la bajada hasta el aparcamiento de Cantocochino, después de haber trepado más de 200 metros completamente solos en uno de los parajes más bonitos de la Pedriza.

Actividad realizada por Luis Martínez y Pablo Parrón, el 23 de diciembre de 2023.

Datos prácticos:

Cómo ir: desde Cantocochino cruzamos el puente de madera que atraviesa el río y por el caminito de la derecha atravesamos una pradera hasta otro puente de madera. Lo cruzamos y tomamos el camino hacia la izquierda unos cien metros. A la derecha veremos el camino que sube hacia el Cancho de los Brezos y más adelante el Risco de los Principiantes, al que no hay que llegar ya que antes enlazaremos a la izquierda con el camino que sube por el Barranco de los Huertos, marcado con hitos y puntos morados poco visibles. Lo seguiremos como buenamente podamos hasta el Hueco de las Hoces, a la altura de la Aguja Larios, donde lo abandonaremos hacia la derecha para superar los últimos metros por terreno escalonado en el que casi por intuición llegaremos a la base de la aguja. En este último tramo hay hitos pero no son sencillos de seguir.

Hasta Cantocochino desde Madrid lo mejor es salir por el norte para tomar la carretera de Colmenar Viejo y seguir las indicaciones hasta Manzanares el Real. Según salimos del pueblo veremos el cartel que indica la entrada a la Pedriza. Para llegar al parking de Cantocochino hay que tener en cuenta la regulación vigente según las épocas del año y días de la semana. Puede consultarse en la web del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.

Horarios: la aproximación desde el aparcamiento, si se nos da bien y no nos separamos mucho de los caminos, nos llevará unos 60 minutos. Entre dos y tres horas son suficientes para escalar las dos vías.

Longitud: 150 metros aprox., cada vía.

Dificultad:

- “… pero si quieres te doy un máster”: 6a/A1, V-, II.

- “Consejos vendo, pa mí no tengo”: V, V+/A1, V-, II.

Material: las dos vías están bastante bien equipadas. Sólo hace falta algún friend mediano para asegurar la llegada al primer seguro de la vía “… pero si quieres te doy un master”, y varios medianos para el diedro-bavaresa de “Consejos vendo, pa mí no tengo”. Los estribos no son indispensables pero sí aconsejables. Los tramos de artificial están totalmente equipados y a distancias lógicas para escaladores de cualquier talla. Aconsejable llevar un anillo y un maillón por si lo que encontremos en el puente de roca de la cima no estuviera en buen estado. Unas diez cintas exprés y casco. Con una cuerda de 60 metros es suficiente.

Más información:

- Pedriza. Vías conocidas y desconocidas, de Tino Núñez, publicado por Ediciones Desnivel, págs. 42-43.

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