Las paredes del Torozo, en la Sierra de Gredos, se caracterizan porque normalmente los
itinerarios que las surcan requieren instinto montañero para elegir el camino
correcto. De esto ya me di cuenta la primera vez que vine, con idea de escalar
el Gran Diedro, probablemente la vía
más repetida, hace ya unos cuantos años… El resultado de aquella aventura fue
un buen embarque con sus consiguientes rápeles de fortuna y vuelta a casa “con
el rabo entre las piernas”. La ruta fue abierta por Emilio García Viel y
Eduardo Sánchez en el verano de 1972.
Pasado el tiempo nos vuelve a
dar vueltas en la cabeza la idea de terminar una tarea pendiente aunque ahora
la profusión de guías publicadas, reseñas y blogs en internet hacen la tarea
mucho más fácil. Es común a casi toda la información que encontramos el aviso
de que la localización del correcto pie de vía sigue siendo delicada. No
obstante la experiencia adquirida en estos años, unida a la abundante
información a nuestra disposición facilitan el que por fin podamos disfrutar de
un itinerario muy bonito y verdaderamente placentero, asequible para una gran
mayoría de escaladores; la mejor opción para tomar contacto con el granito del Torozo. Además, difícilmente
encontraremos aglomeraciones en esta escuela de escalada, a pesar de estar a
tiro de piedra de Madrid.
La opción más habitual para acceder a la pared pasa por dejar el vehículo en el Puerto del Pico, donde encontraremos un restaurante. Desde el mismo aparcamiento, sale una senda bien marcada que sube a la cumbre del Torozo (hay un cartel informativo del Parque Regional). Seguimos la senda durante unos quince minutos, hasta que llegamos a un refugio, que esta vez encontramos abierto, con una pequeña fuente. En este punto giramos a la derecha, siguiendo la senda que baja un poquito hasta un riachuelo (frecuentemente sin agua) y remonta en dirección a la Albujea y luego al Torozo. Tardaremos una hora aproximadamente desde el coche.
El inicio de la vía se localiza
en la zona derecha del Torozo,
ascendiendo por una especie de canal de izquierda a derecha en dirección a un
árbol situado en un colladito al pie de un espolón. Aproximadamente en la
vertical del Gran Diedro una placa a
pié de vía marcada por varias chorreras negras es la entrada a la vía, aunque
admite alguna variante. Normalmente se escoge la chorrera situada más a la
izquierda, algo menos marcada.
Primer largo (IV+). Ascendemos por la chorrera varios metros y con tendencia a la
izquierda llegamos a mejor terreno para ir asegurando por una canal que se va
inclinando sin llegar a ser difícil hasta una repisa con dos cáncamos negros
pequeños en los que se monta la reunión. Algo más de media cuerda (las llevamos
de 60 metros). 35 metros.
Hacia la mitad del primer largo |
Vista del primer largo desde la reunión |
Vistosa la llegada a la primera reunión |
El segundo largo (IV+) suele hacerse superando una placa por encima de la reunión en la que aprovechamos dos chapas de otra vía para luego abandonarla hacia la izquierda, donde podemos proteger mejor y además encontramos un clavo antes de llegar a la reunión (dos cáncamos negros pequeños). Unos 20 metros.
Un diedro tumbado muy estético nos recibe al comienzo del tercer largo (V). Una espléndida fisura en la pared izquierda es nuestro mejor aliado para proteger y encontrar agarres para progresar, ya sin posibilidad de pérdida. Después del diedro unos escalones fáciles hasta un último resalte con buenos agarres y fácilmente protegible, más fácil de lo que aparenta. Superado nos situamos justo en la base del Gran Diedro y montamos reunión con friends y algún empotrador. También es posible montar reunión aprovechando un clavo unos metros a la derecha del diedro. Es la tirada más larga de la vía, unos 50 metros.
El diedrito del comienzo del tercer largo, bonito y fácil |
El cuarto largo (V+) recorre completamente el diedro que da nombre a
la vía, y desde aquí se presenta menos fiero que desde el suelo. Buenos agarres
en todo momento y todas las posibilidades de proteger que queramos. Valen
friends de todos los tamaños y colores para disfrutar de la escalada limpia
como pocas veces y la altura acompaña el ambiente de la escalada según nos
acercamos a los techos, que desde el suelo parecen infranqueables, aliviados
por el favorable panorama que va apareciendo. Nada más salir del diedro una
repisa de buen tamaño aunque inclinada es el punto perfecto para montar la
reunión con friends. Las fisuras horizontales de los techos son idóneas para
montar una reunión espectacular y cómoda aunque necesitaremos cintas largas.
Unos 35 metros.
Empezando el diedro, sencillo, vertical con buenas presas |
A mitad del largo |
El diedro desde otra perspectiva |
El quinto largo (V-) franquea los techos con una bonita travesía hacia la izquierda sorprendentemente fácil para lo que parecía (IV+) en la que al proteger conviene alargar las cintas para evitar el rozamiento de las cuerdas. Al acabar los techos subimos recto unos metros más verticales (V fácil) pero igual de disfrutones y seguros para ir protegiendo, y la pared ya se va tumbando en lo que será la tónica de la trepada que queda hasta la cumbre. Quizá veamos algún clavo curioso por su colocación según por donde vayamos. Podemos alargar la tirada lo que queramos o nos dejen las cuerdas pues ya es fácil montar la reunión a discreción aunque no conviene sino queremos dejar de oír al compañero. Normalmente entre 30 y 40 metros.
Superada la travesía de los techos la dificultad decrece hasta la cima |
Quedan unos cien metros de trepada hacia la cumbre que podemos hacer desencordados (III) aunque no es recomendable si no vamos muy seguros. Según el itinerario elegido puede que veamos cáncamos para intercalar alguna reunión antes de alcanzar la cima. La idea es avanzar con tendencia hacia la izquierda por lo más evidente o complicándonos lo que nos apetezca.
Trepada por lo más evidente hacia la cumbre |
Con algún paso bonito |
Posando en la cima después de una escalada divertida |
El descenso puede hacerse destrepando hacia la canal que separa el Torozo de La Albujea por bloques y placas en las que hay que extremar la precaución hasta alcanzar el caminito que baja y enlaza con el camino de subida. Si dejamos las mochilas a pie de vía habrá que volver a por ellas en un corto paseo. Si las placas estuvieran mojadas o tenemos aprensión en los primeros metros podemos localizar unos cáncamos para hacer un pequeño rapel.
Actividad realizada por Luis Martínez, Adam Tipluica
y Pablo Parrón, el 5 de septiembre de 2015.
Datos prácticos:
¿Cómo llegar al Torozo?
Desde Madrid hay que coger la Nacional V hasta el desvío a la N502, hacia Arenas de San Pedro. Hay que llegar al pueblo de San Esteban del Valle y el Puerto
del Pico. Desde aquí necesitaremos aproximadamente una hora para llegar a
pie de vía. También se puede coger en Alcorcón
la Carretera de los Pantanos, en
dirección a San Martín de Valdeiglesias y
luego hasta Arenas de San Pedro
(menos tramo de autovía pero algo más corto y entretenido).
Dificultad: IV+, IV+, V, V+, V-, III.
Escalada muy disfrutona si el instinto alpino no nos traiciona.
Longitud: Unos 280 metros.
Material: Un juego de friends, otro de
fisureros, quince cintas (mejor largas). Casco.
Más información:
- 100 Clásicas de España, deAlfredo Merino y José Luis Rubayo. Ediciones Desnivel, 2010. Págs. 331-334.
Ojo, citamos aquí esta referencia sólo para avisar de una errata. Aunque el
croquis parece correcto el texto de la reseña y las fotografías no se
corresponden con la vía a que hace referencia. Por lo demás, no deja de ser una
obra de referencia para la escalada clásica en la Península Ibérica.
- Las 100 mejores escaladas de lazona centro, de Pablo Aguado y David Gómez, Barrabés Editorial, junio 2002. Págs.
231-232.
- Escaladas en el Sistema Central,de Tino Núñez. Ediciones Desnivel, julio 2008. Págs. 212-213.
- Desnivel nº 143, Torozo y Albujea– Guía práctica. Págs. 48-50.
- Escaladas en el sureste de la Sierra de Gredos. Riscos de Villarejo,Galayos y Torozo, de Gabriel Martín, editado por Desnivel, 1994. Págs. 170-171.
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