Después de pasar
todo el verano trabajando en Caín, por fin podemos aprovechar un par de días de
menor afluencia turística para dar una vuelta por el Picu. Quedo en Puente
Poncebos con Luis Martínez, que viene desde Madrid, y salgo al anochecer desde
Caín por la Ruta del Cares, que sin posibilidad de pérdida a pesar de la
oscuridad de una noche sin luna, me lleva al punto de encuentro. Desde Puente
Poncebos seguimos con la furgoneta en dirección a Sotres para dormir en
Pandébano y salir bien temprano camino del Naranjo de Bulnes.
Subiendo la Canal de la Celada |
Aunque en principio vamos con idea de subir por la vía del Paso Horizontal, a pie de pared nos encontramos con ganas de intentar la más complicada vía Teógenes, recordando así nuestra última escalada juntos en la sierra madrileña por la línea que el genial escalador del pasado siglo, cuya filosofía sobre la vida y la sociedad en buena parte compartimos, abrió en Peña Blanca en 1933.
La ruta comienza
en el lado derecho de la cara sur (III+), justo debajo de un característico
espolón que atravesaremos por terreno sencillo hasta la primera reunión,
equipada con parabolts y argollas. El segundo largo (III) sigue por terreno
fácil hacia la derecha, para remontar en sus últimos metros, ya rectos, unos
canalizos sencillos hasta llegar a la segunda reunión, un gran puente de roca
en el que habitualmente encontraremos un par de cordinos. Estos dos primeros
largos pueden unirse sin problemas para dar mayor agilidad a la escalada.
Segundo largo (III) |
El tercer largo
(IV) empieza por terreno escalonado hasta un clavo, a partir del cual entramos
en una zona de placas, con la excelente adherencia que caracteriza la roca del
Naranjo, en la que cuesta encontrar el terreno de cuarto grado e iremos tomando
conciencia de lo que es la escalada en tan emblemática cumbre. Friends medianos
permitirán proteger el largo en los tramos que no son de placa.
Empenzando el tercer largo (IV) |
Llegando a la tercera reunión |
El patio en el tercer largo ya es considerable |
Comienzo el cuarto largo (V+) por terreno bastante más evidente que el anterior, pues no hay más que seguir por el camino más lógico hacia el nicho que hay al pie del impresionante desplome por el que Teógenes forzó su vía en una época en que contaba mucho más la pericia del escalador que las facilidades que pudiera brindar el incipiente material de escalada de la época. Un bloque antes de la llegada al nicho complica la tirada (V+) hasta el punto de que no será infrecuente tener que meter un pedal para superarlo sin perder el resuello..., dejándose hacer el resto sin mayor impedimento. Un puente de roca con cordinos reforzado con un friend forman la reunión, que ha de quedar a prueba de bombas, para afrontar el largo más difícil de la vía. Hasta aquí el itinerario es común con la vía del Paso Horizontal, que continuaría desde el nicho en travesía ligeramente descendente hacia la izquierda hasta alcanzar los largos finales de la Sur o Directa de los Martínez.
Al pie del bloque que complica el cuarto largo |
Cuarta reunión. A la derecha el desplome por el que sigue la vía. |
Desde el nicho se aprecian dos fisuras, una más ancha a nuestra izquierda, y otra más estrecha a la derecha, siendo esta última la que debemos tomar, sin posibilidad de error por otra parte pues son bien visibles los clavos colocados, en bastante buen estado, para subir con los estribos, con ayuda de algún friend grandecito en los últimos metros. Si se es muy diestro y el patio a nuestros pies no es impedimento, hoy día se fuerza el tramo en libre (6b). Luis se pone manos a la obra con el quinto largo (A1/V+) y progresa de clavo en clavo, con cordinos en puentes de roca intermedios, disfrutando de una tirada memorable. Al salir del tramo desplomado de artificial nos esperan unos pasos de quinto grado con mucho ambiente, que nos llevan, con tendencia hacia la izquierda, a un diedro sencillo en el que, superados unos metros, encontramos la reunión. Dos parabolts con argollas.
En medio del desplome |
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Saliendo del desplome |
El sexto y último largo encordados (IV+) resulta también precioso, aunque algo delicado para asegurar en los últimos metros. Empieza por el diedro, donde se asegura a placer, hasta que se complica y el cuerpo nos pide dar unos pasos de travesía a la izquierda para continuar por una especie de canalizo-fisura muy abierto y fracturado que luego resulta espectacular y con multitud de agarres. El canalizo va perdiendo verticalidad y finaliza en la entrada del anfiteatro sur, unos metros a la izquierda del famoso agujero por el que se accede al mismo anfiteatro desde las vías que surcan la cara este.
En el diedro del último largo. A la izquierda se aprecia la fisura-canalizo por la que hay que seguir |
Por la fisura-canalizo, tras abandonar el diedro, mirando hacia la quinta reunión |
Desde aquí, ya desencordados y con precaución se progresa por las gradas del anfiteatro (II+) hasta la arista cimera y el punto más alto del Picu, donde son de rigor las fotos de cumbre, la localización de las montañas más emblemáticas del macizo, y un pequeño aperitivo antes de iniciar el descenso por los rápeles de la cara sur y la vuelta a Pandébano sin dejar de hacer una paradita en el Refugio de Urriellu.
Trepada por el anfiteatro sur hasta la cumbre |
25 de agosto de 2014, Luis Martínez y Pablo Parrón.
Datos prácticos:
Acceso: Desde Arenas de Cabrales sale
la carretera que lleva a Sotres y Tresviso. Pasa por la estación del funicular
que sube a Bulnes y unos kilómetros antes de llegar a Sotres sale una pista de
tierra a la derecha que señala dirección Urriellu. En unos kilómetros tomamos
el desvío a la derecha (recto llegaríamos a Fresnidiello) y sólo queda seguir
hasta llegar a una valla. Desde aquí sale el camino al refugio.
Dificultad: III+, III, IV, V+, A1/V+ (o
6b), IV+ (y trepada final por al anfiteatro sur, II+).
Longitud: 150 metros de escalada y
otros tantos de trepada por el anfiteatro sur hasta la cima.
Horarios: 3 horas desde Pandébano hasta
el pie de vía, sin pasar por el Refugio de Urriellu ya que se puede iniciar el
ascenso por la Canal de la Celada unos minutos antes de llegar al mismo, 4
horas para la vía y descenso por los rápeles de la cara sur, y un par de horas
largas para volver a Pandébano.
Material: Un juego de friends y otro de
fisureros. Cordinos para sustituir algún puente de roca. Estribos. Casco. Los
clavos del artificial han sido renovados y en la actualidad se encuentran en
buen estado, incluso para quien pueda forzar en libre.
Más información:
- Los Picos de Europa. Excursiones,
escaladas, ascensiones, travesías. Tomo 1. Guía del Macizo Central, de Miguel
Angel Adrados y Jerónimo López. Págs. 192-195. De las guías clásicas de Picos,
hoy día muy difícil de encontrar.
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