El
monte Cervino, Matterhorn en su denominación en alemán es sin lugar a dudas una
de las montañas más bonitas del planeta. Desde que la vi por primera vez hace
seis años en mi primera visita a los Alpes imaginé que algún día querría
escalarla.
Inmensos
glaciares, al menos en relación a los que antes había visto en Pirineos, una
pirámide perfecta, solitaria y al parecer bastante asequible por su ruta normal
de la arista Hornli, por la que se ascendió por primera vez hasta la cima en
1865, con el trágico suceso que tuvo lugar en el descenso, en el que murieron
cuatro de los siete ascensionistas, y que cualquier guía de los Alpes relata
con mayor o menor profundidad.
El
18 de junio de 2006 salgo desde Madrid con un colega de Torrejón, Fernando, al
que recojo casi a media mañana en la puerta de su casa y tiramos emocionados
hacia Zermatt, hermoso pueblo Suizo, base para ir al Matterhorn, al macizo del
Monte Rosa y un montón de cuatromiles que te dejan “to embobao”.
El Cervino en junio de 2006 |
El Cervino en junio de 2005 |
El
día 19 llegamos a la hora de comer (de España) al Camping Attermenzen de Tasch,
población en la que es imperativo dejar el coche porque en Zermatt no circula
ningún vehículo de gasolina, exclusivamente coches eléctricos y de caballos. Para
llegar hasta allí se puede tomar un tren desde la estación que está al final de
la carretera a la derecha que nos deja en el centro de Zermatt, o bien una de
las furgonetas de distintas empresas que suben y bajan continuamente como locas
los doce kilómetros que separan Tasch de Zermmat. Si en la furgoneta suben más
pasajeros sale algo más económico que el tren.
El
Camping Attermenzen se encuentra a la izquierda, unos dos kilómetros antes de
llegar a Tasch. Lo atiende Víctor, un tío genial que habla castellano
perfectamente, y se esfuerza por darte toda la información que necesites sobre
el estado de las rutas. Altamente recomendable.
Con
una previsión meteorológica que no mejora, ya la habíamos consultado en casa en
la página de la “meteo” suiza, decidimos intentar subir el día 21 al Hornli Hütte
para aprovechar el relativamente buen tiempo esperado para el día 22 y hacer
cumbre. El tiempo realmente era muy bueno en Zermatt, con temperaturas muy
agradables y casi totalmente despejado pero las típicas tormentas de las
tardes, en las que no fallaron las predicciones, se pegan al Matterhorn como si
este fuese un imán endemoniado. Salimos del camping a las 9,00 h.
Hasta
el día 1 de julio no se abre el Refugio Hornli pero existe una zona de invierno,
libre, a la que se accede por una escalerilla en una ventana que es todo un
lujo. Creo que conté unas veinte literas, tiene cocina, gas..., en fin algo a
lo que uno no está muy acostumbrado. Pese a todo, cargamos con la tienda hasta
el refugio porque nos habían comentado que se puede poner en los alrededores.
Efectivamente vimos una piedra en la que tenían pintada la palabra “camping”
con una flecha hacía la izquierda. En cuanto vimos esa maravilla de refugio ni
se nos ocurrió echar un vistazo a los posibles emplazamientos para colocar una
tienda.
Para
llegar al Refugio Hornli hay que subir la calle principal de Zermatt hasta el
final, donde se encuentra la estación desde la que parten los remontes de la
zona, desde el Klein Matterhorn hasta el que nos lleva al lago Schwarzsee
(2.584 m.). Llegamos a los 10,15 h. Al Schwarzsee se puede subir también
andando desde Zermatt por camino en unas tres horas.
Al
llegar al final del recorrido del teleférico, el Matterhorn impresiona más que
desde abajo, aunque la huella de la civilización, a la que contribuyen un
típico hotelito suizo aquí construido y las señales que indican la dirección de
los remontes mecánicos de las pistas de invierno (y de verano un poco más
lejos), apacigua un poco el nerviosismo ante una montaña tan esperada.
Desde
el teleférico, de frente por camino bien marcado se desciende rápidamente al
lago y se empieza la subida al Refugio Hornli. Llegamos a unas escaleras
metálicas en las que se ve una cadena con un candado. La entrada no estaba
cerrada pero parece que cuando la vía se encuentra impracticable se echa la
cadena (lo que no impide el paso en absoluto) para que el alpinista sepa lo que
va a encontrarse.
Escaleras metálicas y cadena |
En
el camino nos cruzamos con un suizo y un argentino que bajan para pasar el rato
mientras esperan intentar subir al día siguiente, como nosotros, en que la
previsión no es mala. Nos anuncian que en el refugio están cuatro ingleses, de
los que dos hicieron cumbre dos días antes, extenuados tras haberse pegado una
paliza de más de veinte horas para subir y bajar. Los otros dos durmieron en la
cabaña Solvay y habían bajado ese mismo día sin haber podido hacer cumbre.
En
poco menos de dos horas llegamos al Hornli Hütt (3.260 m.), a las 12,00 h.
Dentro sólo están los cuatro ingleses, que apenas asoman la cabeza por el saco al
oírnos entrar. Fernando, que es muy “echao pa’lante” propone que directamente
dejemos algo de peso en el refugio y continuemos hasta la Cabaña Solvay para
dormir allí y aprovechar mejor el día siguiente. Solvay se ve tan cerquita
desde el Refugio Hornli que Fernando no tarda en despejar mis dudas y tiramos
para arriba exactamente a las 12,30 h.
Entrada de invierno al Refugio Hornli |
Por
detrás del refugio sale un caminito que en dos minutos nos lleva al primer
resalte, de unos 10 o 12 metros, totalmente vertical. Ayudados por una cuerda
fija con nudos bastante cochambrosa subimos y seguimos por un caminito. El
camino en la primera parte es difícil de seguir y es fácil embarcarse.
Recomiendan echarle un vistazo la tarde anterior para no perderse al salir al
día siguiente por la noche muy temprano.
Nosotros
nos embarcamos aunque conseguimos llegar por terreno muy expuesto y totalmente
descompuesto hasta el primer punto en que se alcanza la arista (la vía va casi
siempre un poco a la izquierda) donde vemos otra cuerda fija anclada con
grandes estacas de hierro. Para evitar perderse, hay que ir mirando hacia la
derecha desde que salimos del primer resalte para subir un pequeño escalón. Hay
algunas marcas de pintura roja en las rocas pero es fácil no verlas. El
caminito continúa y desciende unos metros para empezar a empinarse ya en serio.
Debido a nuestro embarque, este tramo lo vimos en la bajada. Hay hitos que
ayudan a seguir el camino hasta la cuerda fija. Se continúa por la cuerda unos
metros por el filo de la arista en un tramo aéreo muy bonito.
Subida en medio de la tormenta |
Embarque en la subida |
Subida en medio de la tormenta |
Estábamos
totalmente solos en la vía, ¡una maravilla para ser el Cervino!, pero con mucha
gente son frecuentes las caídas de piedras y la atención debe ser permanente.
Empezamos a pasar tramos de nieve que presagian la dificultad de la ruta.
Cuando luego en casa comparamos una fotografía del Cervino hecha en junio de
2005 con otra de junio de 2006 nos dimos cuenta de que la cantidad de nieve era
una pasada para la época. Ya lo sabemos para la próxima.
La
cuerda fija se acaba enseguida y se vuelve a abandonar la arista por su lado
izquierdo. Una torre característica se rodea por la izquierda y cuando nos
queremos dar cuenta estamos metidos en una tormenta de impresión. Los truenos
suenan sin que ni siquiera veamos el rayo y la electricidad se siente en la
piel al acumularse la nieve y el granizo. De repente, vemos la Cabaña Solvay
(4.003 m.) a unos trescientos metros en línea recta pero tardamos todavía una
hora y media en llegar. Nos cuesta sudores subir la placa Moseley Inferior, que
da acceso la cabaña. Llegamos en dos largos de unos veinte metros cada uno. El
primero se lo da Fernando. Hay una estaca de hierro y alguna chapa para
asegurar pero la escalada se las trae. En condiciones normales no es difícil
(III-) pero con hielo y nieve me pareció muy duro. Mientras subo asegurado
desde arriba veo el refugio a solo unos metros. Continúo el siguiente largo,
mucho menos inclinado, hasta que por fin toco con el guante la madera del
refugio.
Enseguida
coloco una cinta y aseguro a Fernando desde unas estacas de hierro que rodean
el límite de la repisa en la que uno no se explica como han construido este
magnífico refugio. El olor a heces indica que llegamos a la cabaña por la
salida del aseo. Son las 20,00 h. con lo que hemos tardado desde Hornli Hütt
siete horas y media para un tramo que normalmente se hace en tres horas,
conociendo el camino, supongo, y hemos hecho en el día 1.419 metros de
desnivel.
Solvay
es una cabaña pequeña, de emergencia, máximo para ocho personas, pero al igual
que en el Hornli Hütt, aquí hay mantas, literas, radio y hasta algún hornillo y
cuerdas para emergencias. Sin embargo no hay gas, como nos pareció entender a
los ingleses con lo que nuestras existencias se reducen considerablemente pues
hemos subido los típicos sobrecitos de sopa y pasta que ahora no vamos a poder
cocinar. Estamos empapados, así que tomamos algo y nos metemos directamente en
el saco, que sí habíamos subido, para descansar y tratar de secar al menos los
guantes. Se nota la altura pero aún así descansamos hasta las 6,00 h. del día
siguiente. La salida del sol desde la Cabaña Solvay no la olvidaremos nunca, el
color rosado de las montañas, la Dufourspitze, la Nordend, el Liskamm, Castor,
Pollux, Breithorn… y el vacío a nuestros pies nada más abrir la puerta del
refugio.
Placa de la Cabaña Solvay |
Amanecer en el Refugio Solvay |
La cara este desde Solvay |
Nos
preparamos para intentar la cima y salimos a las 7,30 h. pero nada más echar un
vistazo a la placa Moseley Superior, a la izquierda del refugio, por la que hay
que continuar nos miramos y decidimos bajar. En el estado actual subir nos
costaría al menos otras cuatro horas (dos es el horario habitual según la
mayoría de las reseñas) y para bajar debemos contar al menos con el mismo
tiempo que se tarda en subir.
Para bajar hacemos más de quince rápeles y en el primero se me cae mi querida cestita obligándome a hacer todo el descenso con un dinámico. Nos cruzamos con tres ingleses que suben y deciden darse la vuelta con nosotros. Son casi las doce del medio día y las nubes están otra vez colocándose en la cima de la montaña. Al bajar vemos las chimeneas por las que se sube y por las que no pasamos al subir al embarcarnos al principio del camino. A las 15,00 h. llegamos por fin al Refugio Hornli tras siete horas y media de bajada, exactamente lo mismo que tardamos en subir. Salimos disparados y a las 16,10 h. estamos bajando en el teleférico de nuevo hasta Zermatt.
Rapel desde Solvay |
Rapel en nieve |
Para bajar hacemos más de quince rápeles y en el primero se me cae mi querida cestita obligándome a hacer todo el descenso con un dinámico. Nos cruzamos con tres ingleses que suben y deciden darse la vuelta con nosotros. Son casi las doce del medio día y las nubes están otra vez colocándose en la cima de la montaña. Al bajar vemos las chimeneas por las que se sube y por las que no pasamos al subir al embarcarnos al principio del camino. A las 15,00 h. llegamos por fin al Refugio Hornli tras siete horas y media de bajada, exactamente lo mismo que tardamos en subir. Salimos disparados y a las 16,10 h. estamos bajando en el teleférico de nuevo hasta Zermatt.
Cruce con los ingleses |
La niebla nos alcanza |
Otro rapel |
Hornli Hütte al fondo |
Hitos en la arista |
Rapel en las chimeneas del principio |
El Matterhorn me ha gustado tanto desde dentro como me parecía antes de verlo desde el valle. La roca no es buena pero la montaña es preciosa y bien valdrá la pena un nuevo intento en cuanto coincidan otra vez disponibilidad de tiempo y buena compañía.
Fernando Blas y Pablo Parrón, junio 2006
Datos prácticos:
Vuelta a Zermmatt. |
Fernando Blas y Pablo Parrón, junio 2006
Datos prácticos:
Horario: 1,45 h. desde el Schwarzsee hasta el Hornli Hütt; 7,30 h. desde el Hornli Hütt hasta la
Cabaña Solvay y otras tantas para bajar de nuevo al Refugio Hornli.
Dificultad: AD+ III. Con nieve la dificultad y la exposición se
incrementan de forma notable. La vía es expuesta prácticamente en toda su
trayectoria. Atención constante.
Desnivel: 676 metros desde el lago Schwarzsee hasta el Refugio
Hornli y desde aquí 1.218 metros hasta la cumbre (743 metros hasta la Cabaña
Solvay).
Material: el casco es imprescindible, algunos anillos y cintas para
rápeles, algún fisurero y dos o tres clavos. Cuerda de 60 metros y 9
milímetros.
Más información:
Enlaces útiles:
- El Matterhorn en directo (con una
base de datos con fotografías de la montaña todos los días del año).
- Descripción detallada de la ruta.
Está en francés pero he hecho una traducción que encontrarás a continuación.
Personalmente no me sirvió de mucho pero puede que a tí te sea más útil.
(TRADUCCIÓN)
CERVINO –
ARISTA HORNLI
GENERALIDADES:
Al partir de madrugada, el itinerario es difícil de
encontrar en la oscuridad. Es posible tratar de seguir la hilera de luces.
También se puede realizar la víspera el reconocimiento del recorrido hasta “Auf
dem Grat” (unas dos horas, ida y vuelta).
La principal dificultad consiste e no perle la ruta. Al
ser la roca muy delicada hay que tener cuidado constante para evitar caídas de
piedras.
Al salir del Hornli Hutte no subir directamente sobre
la arista. Hasta la cabaña Solvay el itinerario va por debajo de la arista. Si
te encuentras en zonas donde las rocas estén sueltas es muy probable que no sea
el camino correcto.
Se requiere una excelente forma física y buena
aclimatación a la altitud. El sol ilumina la montaña por la mañana temprano.
ASCENSO:
Tras una primera losa en la salida y un tramo de
bloques por debajo de la arista, dirigirse hacia un primer corredor, remontarlo
algunos metros y hacer una travesía hacia la izquierda de unos 20 metros por una vira
bien marcada.
Subir la montaña de frente y dirigirse en oblicuo a la
derecha, hacia la parte oeste del primer corredor. Escalar un gran diedro
escalonado y alcanzar una primera vira de bloques desde la cual, por un corto
resalte llegamos a otra vira por la que se sigue hacia la izquierda y desde la
que se sube por primera vez a la arista.
Desde la arista se divisa el segundo gran corredor.
Seguir por el filo de la arista hasta que se inclina. Continuar a la izquierda
(cuerda fija). Escalar una grada y volver de nuevo a la arista. Descender al
pie del tercer corredor. Hacer una travesía horizontal por una vira
amarilla-marrón paralela a la arista evitando acercarse demasiado a la misma.
La vira (sendero) finaliza en una zona de bloques (Steinschlag). Girar
ligeramente hacia la izquierda y seguir recto por buenas gradas unos 60 metros para alcanzar
una nueva gran vira horizontal que conduce hacia una pendiente característica
(Eseltritte). Trepar esta pendiente por varias chimeneas cortas y trazas de
sendero hasta una pequeña torre bien visible 50 metros bajo la arista.
Pasar bajo la torre por la izquierda y luego en
horizontal a través de la cara este por un corredor delicado (pitones). Aparece
ahora sobre la arista una torre característica 3746 m.) que alcanzamos por
una travesía unos metros al este de su base derecha. Una vira (pitones) lleva a
la base de la torre (antiguo refugio).
Remontar una nueva vira rocosa (Gebiss) –pitones- y,
finalmente, una pendiente de unos 100 metros paralela a la arista (cables) para
alcanzar las losas al este de la cabaña Solvay (4003 m.). Al oeste de la
cabaña subir hacia la arista por un resalte y placas. Una brecha conduce a una
pequeña torre. Desde la torre seguir la arista hasta “Untere rote Turm” donde
sorteamos las dificultades por el lado izquierdo. Alcanzar el hombro y luego la
arista por encima del hombro y continuar en dirección al “Obere rote Turm”;
evitar las dificultades por la izquierda. Por cuerdas fijas seguir hasta la
cima.
DESCENSO:
Para descender bajar las “Obere Dach” y “Untere Dach”
hasta las cuerdas fijas. Seguir la arista sorteando las dificultades por la
derecha (“Obere rote Turm”). Alcanzar la arista del hombro y el hombro (cuerdas
gruesas). Continuar descendiendo la arista hasta la “Untere rote Turm” evitando
los pasos difíciles por la derecha y retomar la arista bajo la torre (barras de
hierro y pitones). Continuar por la arista o ligeramente a la derecha (pitones)
hasta una brecha justo antes de una pequeña torre (“Obere Moseleyplatte”).
Descender por una placa (pitones y barra de hierro) a la derecha hacia la
cabaña Solvay.
Al este del refugio descender hacia las barras de acero
de la “Untere Moseleyplatte”. Seguir descendiendo unos cien metros paralelos a
la arista (cables) hasta las barras de acero del Gebiss. Desde la última barra
en el extremo izquierdo de la gran vira, bajo el Gebiss, seguir los pitones que
descienden en oblicuo hacia la izquierda y rodear una pendiente rocosa desde la
que se ve una torre característica. Descender un poco y tomar una vira
horizontal hasta el pie derecho de la torre (“Altte Hutte”).
No continuar el descenso por la cara este; atravesar
una vira al pie de la torre hacia la izquierda (barras de hierro y pitones).
Aparece otra torre en la cara Este próxima a una pendiente que desciende. Bajar
en paralelo a la arista en dirección a dicha pendiente y atravesar un corredor
visible en el último momento a la altura de la torre (pitón) para llegar a la
pendiente (Esseltritte). Descenderla por la cara este hasta una brecha que
lleva hacia la izquierda donde se acaba la pendiente.
Una nueva torre característica se ve más abajo sobre la
arista, a media distancia del Refugio Hornli. Seguir en oblicuo la cara este
por una vira rocosa horizontal bien visible para luego descender 60 metros hasta una vira
de bloques que conduce al principio de una especie de sendero (roca
amarilla-marrón) que atraviesa toda la cara en paralelo a la arista hasta
debajo de la torre.
Poco antes de la torre atravesar un corredor en la cara
este, franquear la torre (“Auf dem Grat”) sobre la arista hasta que sea posible
descender una veintena de metros a la derecha. Volver a la izquierda hacia la
arista (cuerda fija). Destrepar un pequeño resalte y volver a la arista.
Continuar por la misma hasta después del segundo corredor.
Unos 50
metros después del segundo corredor salir de la arista a
la derecha por gradas de roca hasta una vira que lleva al lado oeste del primer
corredor. Bajar a lo largo de ese corredor hasta el momento en que sea posible
salir fácilmente a la derecha. Seguir hacia la derecha una decena de metros;
bajar una grada y luego por viras y huellas siempre a la derecha ganar una vira
(sendero evidente) que nos lleva hacia la izquierda al primer corredor, que se
atraviesa y destrepa algunos metros antes de dejarlo por la izquierda para
seguir el sendero bien marcado que nos conduce a la primera placa (cuerdas
fijas).
ACCESO: desde Zermatt tomar el teleférico a Schwarzsee
y luego el sendero que sube al Refugio Hornli en aproximadamente 1,30 h.
MATERIAL: casco indispensable, una cuerda doble de 30 m., cranpones y piolet.".
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