La travesía
desde la cima del Madejuno hasta el Tiro Llago se desarrolla a unos 2500 metros de altura y
permite disfrutar del inigualable paisaje calcáreo típico de los Picos de
Europa en una escalada relajada y sin demasiadas complicaciones, siempre que la
meteorología lo permita. Fue escalada por primera vez el 21 de julio de 1955
por Pedro Udaondo, Angel Llorente, Jesús Rodríguez y Arturo Fernández.
Aunque la
aproximación más habitual parte de la estación superior del Teleférico de
Fuente Dé, conocido como El Cable, dado que pensamos pasar varios días en la
zona optamos por subir desde Fuente Dé a la Vega de Liordes por el camino de Los Tornos, donde
encontraremos un pequeño refugio, el Casetón de Liordes, en la provincia de
León, y una fuente en la que coger agua, preciado elemento tan ausente en los
Picos, indispensable para organizar una pequeña acampada.
Como sucede en
otros macizos montañosos y sus lugares más representativos o conocidos, en los
Picos de Europa basta alejarse de la
Vega de Uriellu para encontrar la soledad que buscamos en las
montañas, alejados del mundanal bullicio de las ciudades y más cercanos al
misticismo que los escaladores tratamos de robar en las líneas escondidas que
surcan los picos más lejanos, más vivos, más enérgicos y en definitiva más salvajemente
humanos.
La Vega de Liordes no defrauda
nuestras expectativas y nos acoge plácida, tranquila y fresca, además de
proporcionarnos el agua que necesitamos, eso sí, después de una intensa subida
desde Fuente Dé, que hacemos en dos horas a ritmo fuerte y nos deja tan
deshinchados como queríamos.
La aproximación
desde el Casetón de Liordes, situado al final de la amplia pradera, entre la Peña Regaliz y la Torre Salinas, la hacemos
por el camino que nos parece más evidente. Desde el mismo Casetón es
perfectamente visible al norte el collado de los Tiros de Casares (2360 m.), donde comienza la
cresta. Para alcanzarlo superamos un muro de unos 150 metros de desnivel
que admite diversas opciones más o menos evidentes y nos deja en el Jou del
Sedo. Desde aquí el camino es también evidente y ya encontraremos hitos y, con
algo de suerte, una línea de puntos rojos que lleva hasta el collado y, si lo
siguiéramos, hasta Cabaña Verónica. En total tardamos una hora.
Para coger la
cresta podemos hacerlo por los dos lados, saltándonos tres pequeños gendarmes
de poca entidad, y decidimos hacerlo por el lado contrario a Cabaña Verónica,
suroeste, por el terreno más evidente tomando una canalilla de III. Una vez en
la cresta el camino de subida al Madejuno (2509 m.) es claro, por el
diedro noroeste (III+) que no presenta demasiadas complicaciones aunque tiene
algún pasito de pensar en caso de no ir encordados. Al acabarse el diedro se
sale a una llambría fácil (II) y muy bonita hasta la cima.
Seguimos la
cresta en un pequeño destrepe del Madejuno, que también puede rapelarse
(cordinos) y seguimos por la misma unos metros hasta llegar a una brecha
profunda hasta la que se puede destrepar aunque aquí utilizamos el rapel
preparado por la vertiente norte de unos 7 metros. Seguimos por
terreno poco difícil hasta llegar a un gendarme rojizo de aspecto imponente al
pie del cual hay dos chimeneas con aspecto más temible a su dificultad real.
Aunque parece más difícil tomamos la de la izquierda que se sube con alguna
pequeña complicación (III+ fuertecillo) para seguir la cresta hasta un rapel y
luego una zona muy fácil de pedreras por el lado sur (vertiente contraria a
Cabaña Verónica) por la que se podría abandonar hacia el Jou del Sedo.
Un poco más
adelante, y tras rodear algún gendarme y trepar por el terreno que más nos
convenga, llegamos al pie de la primera de las cimas del Tiro Llago, que se
alcanza por terreno vertical más fácil de lo que aparenta (III). La brecha que
separa las dos cimas se rapela con una estampa perfecta de la cara suroeste del
Naranjo de Bulnes como telón de fondo, para luego trepar los últimos metros que
quedan hasta la cima principal del Tiro Llago (2567 m.). Las vistas invitan
a estar un buen rato en la cumbre tratando de identificar los numerosos picos
que nos rodean, más ahora que el viento se ha calmado y el cuerpo pide un
descanso antes del descenso.
El descenso se
realiza continuando por la cresta hasta un rapel montado a la derecha que se
puede destrepar (III). Al final veremos otro rapel por terreno más difícil
aunque también se puede destrepar (III+) que nos deposita en una clara brecha
por la que debemos cruzar al otro lado (aunque también podría destreparse
directamente en dirección a Cabaña Verónica, eso sí por terreno muy pendiente y
descompuesto). Seguimos en dirección al Llambrión unos metros hasta otra brecha
clara aunque menos marcada por la que cruzamos de nuevo al lado de Cabaña
Verónica y seguimos, ya guiados por los hitos, hasta enlazar con la línea de
puntos rojos que marca el camino hasta el refugio. Aunque podríamos desviarnos
a la derecha antes de llegar a Cabaña Verónica para recorrer por debajo la
cresta hasta el Collado de los Tiros de Casares y de vuelta a nuestro cobijo en
el Casetón de Liordes, preferimos acercarnos a Cabaña Verónica a tomar un
refresco y mantener una alegre charla montañera con los guardas y corrillos de
montañeros que normalmente confluyen allí para finalmente volver a nuestro punto
de partida por el mismo camino de la ida, aunque no será fácil hacerlo
exactamente igual, es el encanto de los Picos.
22 de agosto
de 2012, Cristina Cuesta, Luis Martínez y Pablo Parrón.
Datos prácticos:
Acceso: A Fuente Dé se llega desde la
hermosa y turística población cántabra de Potes por la CA-885 hasta Espinama y
Fuente Dé, donde acaba la carretera. Hay un gran aparcamiento a los pies del
Teleférico-El Cable. Encontraremos también un camping que lamentablemente no
podemos recomendar por el carácter poco agradable y nada favorecedor de las
actividades de montaña de su propietario. En la misma carretera, en el
excelente Camping San Pelayo, a 12 kilómetros de Espinama, encontraremos todos
los servicios, facilidades y amabilidad que algunos inexplicablemente niegan
para su propio negocio.
Dificultad: no es una cresta difícil si
bien hay bastantes pasos de III y algunos de III+. El recorrido se localiza con
relativa facilidad aunque como en la mayoría de las crestas nunca estamos
libres de algún posible embarque. La mayoría de los rápeles se pueden
destrepar, si bien cada cual deberá decidir según sus capacidades, y están
equipados con cordinos o cordinos y clavos. Los más largos tienen unos 20 metros.
Longitud: aproximadamente un kilómetro
de cresta.
Horarios: dos horas para subir desde
Fuente Dé hasta el Casetón de Liordes por el Camino de los Tornos. Una hora
desde el Casetón de Liordes hasta el Collado de los Tiros de Casares. Dos horas
para la cresta y tres horas para el descenso pasando por Cabaña Verónica y
vuelta a la Vega
de Liordes. Son los tiempos que hicimos en la actividad aunque conviene
considerar que íbamos bien entrenados y sin asegurar en toda la actividad,
utilizando la cuerda únicamente para algunos de los rapels, por lo que fácilmente
podrían doblarse.
Material: en toda la cresta
encontraremos sólo algún clavo, la mayoría en instalaciones de rapel, también
algún puente de roca. Con un pequeño juego de empotradores bastaría. No es
preciso llevar pies de gato, aunque dependerá de cada cual. El rapel más largo
tendrá unos 20 metros
con lo que basta con una cuerda de 45
m. Casco.
Más información:
- Cordillera Cantábrica. Escaladas selectas en roca, de Miguel Angel Adrados. Adrados Ediciones. Págs. 116-119.
Excelente reseña.