Aparte de las
clásicas escaladas en el Pico de la Miel,
cuya fama es bien merecida, la Sierra de
La Cabrera ofrece en un espacio reducido otras escaladas clásicas de
interés similar en las que la tranquilidad está casi asegurada.
Para hoy, 15 de
agosto de 2015, hemos elegido un par de vías muy recomendables en las que a
buen seguro obtendremos imágenes dignas de fondo de escritorio. Ambas se
encuentran en el límite de lo asequible y lo difícil, con lo que para nosotros
son un reto a afrontar con ilusión y el atrayente nerviosismo de lo
desconocido.
En la Aguja Sin Nombre abrieron varios
miembros de la Sociedad Deportiva
Excursionista a principios de los 70 un estético diedro cuyos pasos más duros
superaron en artificial. Desde que en 1978 Manolo
Martínez “Musgaño” y los hermanos De
La Puente liberaron todos los pasos hasta la actualidad, la ruta ha ido
siendo afinada desde un simple quintillo hasta el atlético 6a que ya muchos
aceptamos como más apropiado. Quien haya escalado el genial Espolón Manolín al Pico de la Miel, por ejemplo, enseguida apreciará que esto debe
ser algo más en la siempre subjetiva escala de la dificultad.
La aproximación
a la aguja se hace por un empinado sendero difícil de seguir en media hora
intensa. Es fácil que tengamos que restregarnos entre las jaras al mínimo
despiste pero sin posibilidad de pérdida pues la pared está siempre a la vista.
El diedro es
inconfundible pero para quien guste de la certeza absoluta no hay más que
buscar dos buriles antiguos perforados en un bloque justo al pie de vía. El primer largo (6a) supera el diedro, muy
vertical desde el principio, mejor con pasos en X, y posibilidad de asegurar
sin problemas con friends y fisureros. Veremos además un clavo roto, un friend
empotrado y un viejo clavo con anilla. Quizá se la parte superior, antes de
llegar a la reunión preparada con parabolts con argolla, la que exija mayor
esfuerzo, aunque en general es bastante mantenido. La posibilidad de sacar buenas
fotos a poco que nos esforcemos con la cámara es un aliciente añadido…Largo de
unos 40 metros.
Iniciando el diedro |
Hacia la mitad del diedro |
Llegando a la reunión |
Desde la repisita de la reunión la visión del segundo largo (6a) es imponente. El diedro continúa, más vertical si cabe, finalizando en un desplome con temible aspecto pero que luego se hace bastante bien y protegiendo al gusto. Los pasos en X y los empotramientos de manos y puños son una auténtica delicia en los 20 metros aproximados del largo. Por encima del desplome podemos montar la reunión laceando algún bloque, con friends, o si lo preferimos unos metros más arriba en una encina.
En el segundo largo, y debajo secuencia de pasos en equis para superarlo |
El tercer largo (IV+) lo hacemos saliendo
recto desde la encina por bloques fáciles y luego sigue con tendencia a la
izquierda hasta una chimenea disfrutona de unos tres metros. Por encima sigue
un paso muy bonito que atraviesa una plataforma ligeramente inclinada con un
techo bajito que le da la forma de una boca (conocido como el “paso del
bocadito”). Aunque es fácil tiene su
intríngulis y le da ambientillo al largo. Superado el paso llegamos a una
reunión con argollas desde la que podemos rapelar hasta el suelo. Si deseamos hacer cumbre en la
Aguja Sin Nombre podemos hacer un cuarto
largo (V-), de unos pocos metros, ascendiendo por la derecha, donde
encontraremos un parabolt para proteger y tras el cual llegamos a la punta, en
la que difícilmente estará cómoda más de una persona por lo que es aconsejable
hacer este tramo como si fuera una corta vía de deportiva de modo que nos
aseguren desde la instalación de rápel y nos bajen hasta la misma desde la
cima, en la que encontraremos una vieja chapa casera con argolla y un parabolt
con argolla).
Bloques fáciles hacia la encina, en la salida del último largo |
Chimenea antes del Paso del Bocadito |
El descenso se hace rapelando desde la última reunión, hacia el oeste 30 metros. Llegamos a un árbol y podemos recoger las cuerdas y destrepar lo que queda o seguir rapelando hasta abajo aunque no es recomendable por el riesgo de problemas al recuperar las cuerdas
Desde el primer arbolito que se ve ya se puede destrepar |
Actividad realizada el 15 de agosto de 2015 por Luis Martínez, Adam Tipluica y Pablo Parrón.
Datos prácticos:
Acceso: por la A1 salimos desde Madrid hasta el kilómetro 57, salida a La Cabrera. Atravesamos el pueblo y al
final, a la izquierda está la calle de
los Colegios, donde normalmente dejamos el coche para subir al Pico de la Miel. Para las agujas es
mejor, desde aquí, localizar la calle
Encerrada y seguirla hasta que se convierte en pista y llega a una
explanadita donde podemos aparcar. Las agujas están enfrente y si vamos con
atención un senderito a veces poco claro llega hasta ellas en media hora larga
y de cuesta empinada.
Dificultad: 6a, 6a, IV+.
Longitud: 90 metros. 40 metros el
primer largo, y unos 25 metros el segundo y tercero.
Horarios: 1,30-2,00 h. para la vía,
30-40 minutos la aproximación y 30 minutos la vuelta. Normalmente queda tiempo
para hacer el recomendable Espolón
Vampiro, a tan sólo cinco minutos, en la Aguja de La Pirámide.
Material: un juego de friends y
fisureros. El sacafisureros mejor no olvidarlo, algunas piezas quedan muy bien
y luego ya se sabe… Cintas largas para las reuniones. Casco. En toda la vía
encontraremos un clavo utilizable y un friend atascado en el primer largo, y
reuniones rapelables en los largos primero y tercero.
- Clásicas de la zona centro, de Daniel Alcojor. Ediciones Desnivel, mayo 2009. Páginas 123-125. Excelente reseña.
- Las Cien Mejores Escaladas de la Zona Centro, de Pablo Aguado y David Gómez. Barrabés Editorial, junio 2002. Páginas 138-140. Reseña clásica.
- Guía de Escaladas en La Sierra de La Cabrera, de la Federación Madrileña de Montañismo, publicada por Desnivel Ediciones, aunque sirve de poco porque los grados son “de otra época”.