Probablemente la
ascensión más repetida con esquís de travesía desde la estación de esquí alpino de Cerler, después del Gallinero, sea la del Pico Castanesa. Sin embargo, y a
pesar de estar en pleno invierno, la nieve escasea tanto que, a finales de
febrero, es prácticamente imposible realizarla con un mínimo de garantías de no
destrozar las tablas. Lamentable pero cierto. Optamos inicialmente por subir al
Basibé, aunque al final, acabaremos haciendo la Obaga de Basibé, poco
conocida por su nombre pero bastante repetida y un pelín alpina.
A diferencia de
la clásica subida al Gallinero, el recorrido fuera del entorno de la estación
es mayor, con lo que podemos dar un paso más en la progresión con esquís por
terreno de alta montaña, sin alejarnos demasiado de la protección de los
espacios más amables.
Desde el
aparcamiento del Ampriu salimos con las tablas puestas y atravesamos rectos la
explanada inferior en la que confluyen todas las pistas, para situarnos bajo el
Telesilla Basibé y subir en dirección sureste hasta su final. Es posible hacer la
mayoría de la subida por fuera de las pistas, si bien los últimos 100 metros de desnivel,
es decir, desde la cota 2250
metros aproximadamente, la inclinación es fuerte y lo
normal será foquear siguiendo el trazado de la pista azul Basibé. Hasta aquí
habremos tardado una hora más o menos.
Situados al
final del telesilla salimos de la estación en dirección sur, hacia el Collado
de Basibé, pero sin perder altura, atravesando una suave pendiente, y dejando a
nuestra izquierda el Ibón de la
Obaga de Basibé, que probablemente ni siquiera percibamos
porque estará cubierto por la nieve. Justo en frente vemos la empinada pala que
da acceso la Obaga,
a su izquierda el Collado de Basibé, y más a la izquierda la arista que lleva a
la cima del Basibé, que se nos antojará desde esta perspectiva seria y difícil,
aunque realmente es bastante más fácil de lo que aparenta. Como nuestro
objetivo es la la Obaga
de Basibé seguimos recto y si el estado de la nieve lo permite puede alcanzarse
la cumbre con las tablas puestas haciendo unas cuantas zetas, aunque no debemos
dudar en descalzarnos y subir con piolet y crampones a poco que veamos que nos
cuesta ya que al final ganamos tiempo y esfuerzo, además de subir más seguros.
El final de la pala es muy estético y por unos instantes nos sentiremos
auténticos alpinistas al alcanzar los 2565 metros de la
cumbre. Incluso podemos tener la tentación de seguir la cresta que va en
dirección al Cap de la Pala
de l’Estany y la arista del Basibé pero debemos tener en cuenta que, aunque
sólo de unos metros, encontraremos un destrepe que en condiciones mixtas puede
ser delicado y para la mayoría requerirá un pequeño rápel (equipado). Desde la
parte superior del telesilla hasta la cima son unos 200 metros de desnivel y
se tarda aproximadamente 40 minutos.
Las vistas desde
la cima, fantásticas, igual que ayer desde el Gallinero, de las mejores que
podemos lograr ascendiendo en el entorno de estaciones de esquí. Para el
descenso, desde la misma cima es posible si somos buenos esquiadores y la nieve
no está dura. Si está dura sólo para auténticos expertos. Bajando la pala
inicial con los crampones, lo que queda es un descenso muy disfrutón hasta las
pistas donde podemos enlazar con el recorrido negro de Las Aguilas, la pista
azul de Basibé, o la roja de Pasolobino, para que nadie se quede sin poder
elegir, y llegar en pocos minutos al punto de partida.
Actividad
realizada el 24 de febrero de 2020 por Beatriz Peña y Pablo Parrón.
Datos prácticos:
Acceso: al aparcamiento del Ampriu se
llega desde Benasque, subiendo a la urbanización de Cerler (unos 5 kilómetros con
pendientes muy fuertes) y continuando por la carretera otros 7 kilómetros bastante
más tendidos.
Dificultad: ruta sencilla, buena para
iniciación en el esquí-alpinismo, en la que la parte final requiere
conocimientos básicos para moverse con piolet y crampones. La orientación es
fácil ya que gran parte del recorrido trascurre por la estación de esquí,
aunque puede complicarse en la parte final si la visibilidad no es buena. Es
muy importante, por seguridad y educación, respetar las normas de la estación,
ascender siempre por el lateral de las pistas y cuando sea posible hacerlo por
fuera, invadirlas lo imprescindible y estar siempre atento a la bajada de
esquiadores.
Desnivel: casi 700 metros de desnivel
positivo, y los mismos de descenso.
Horarios: la subida se hace bien en un
par de horas y el descenso es muy rápido, mejor tomárselo con calma para disfrutarlo
más.
Material: el habitual para el esquí de
travesía. Recomendable piolet y crampones para la parte final, según el estado
de la nieve y nuestra experiencia en montaña invernal. En el cartel que hay en
el aparcamiento nos informan del nivel de riesgo de aludes.
Más información:
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