En el peor
invierno que podemos recordar, y no es que nos falle la memoria pues los datos
estadísticos son claros, es posible sin embargo, por asombroso que parezca,
realizar actividades invernales en nuestra querida Sierra de Guadarrama, que
parece no querer fallarnos ¡nunca! Tanto como nos da le debemos y desde luego
deseamos que la protección recibida después de larga lucha como Parque Nacional
no defraude sus necesidades.
A pesar de las escasas
precipitaciones y de ausencia prácticamente absoluta de nieve en la cima de
Peñalara (2428 m.),
algo inaudito en las fechas en que nos encontramos, mes de febrero, lo poco que
ha caído ha sido suficiente para cubrir las zonas más protegidas del sol en las
montañas guarrameñas, brindándonos excelentes escaladas en condiciones
ligeramente más exigentes de lo habitual.
Una de estas
zonas en las que la nieve aguanta hasta el final de la temporada y no suele
faltar, de momento, ni ante los caprichos meteorológicos más adversos, es la
que contiene los corredores conocidos como Tubos Sin Nombre, localizables desde
la meseta intermedia situada entre el camino PR-15 que lleva a la Laguna de Los Pájaros, y la
arista de Peñalara.
Aunque las
posibilidades de ascenso a esta meseta son muy variadas, pudiendo complicarnos
tanto como queramos por la zona conocida como los Bordillos de Peñalara, la más
lógica es la Canal Sureste de Peñalara, un tubo muy evidente situado ligeramente
a la derecha de la vertical de la cima de la montaña. Una vez en la meseta, la
atravesamos en diagonal hacia la izquierda y ya vemos claramente los Tubos Sin
Nombre. El recorrido que aquí proponemos hace una interesante combinación de
dos de ellos por un tramo del que no hemos encontrado publicada reseña alguna.
Sin embargo, dada su situación es seguro que ya habrá sido recorrido en muchas
ocasiones.
Como ya llevamos
puestos los crampones desde la zona de los Bordillos comenzamos el ascenso por
el tubo central, el más evidente de esta zona, por una pendiente de unos 40º,
hasta su primer tercio, cuando ya podemos ver a nuestra izquierda un encajonado
corredor, no visible desde la meseta, que lo une con el Tubo Sin Nombre situado
inmediatamente a su izquierda. Se trata de un tramo de unos 25 metros muy interesante
y que imprime carácter a la ascensión pues suele estar helado e inclinar hasta
los 60º.
Este pequeño
corredor termina justo al comienzo del tramo más delicado del tubo de la
izquierda, que cuando no está cubierto de nieve presenta un resalte de roca con
dificultad variable desde los 55º hasta los 70º, según las condiciones y el
punto por el que lo afrontemos. Optamos por la derecha, pues parece más
sencillo, y por encima encontramos una espectacular rampa de nieve, de las que
hacen afición, de 55º hasta la arista de Peñalara, cuya cima queda unos
cuatrocientos metros a la derecha.
Asombrados por
la ausencia de nieve en la cima, y como luego veremos, en toda la bajada por la
ruta normal hasta el aparcamiento de Cotos, nos felicitamos por la actividad
realizada, y comenzamos la bajada, que a paso normal realizamos en una hora y
media de distendida charla mientras preparamos la siguiente salida.
Actividad
realizada por Beatriz Peña, Luis Sebastián, Pablo Renedo y Pablo Parrón, el 6
de febrero de 2016.
Datos prácticos:
Acceso: desde Madrid tomamos la A6 hasta la
salida 39, donde tomamos la M-601
hacia el Puerto de Navacerrada. Al llegar al puerto sale una carretera a
la derecha, la M-604,
que en unos diez kilómetros nos lleva al Puerto de Cotos, donde hay un
gran aparcamiento que no obstante, es fácil que esté lleno si no llegamos muy temprano,
sobre todo cuando están abiertas las pistas de Valdesquí (72 kilómetros en
total).
También se puede llegar al Puerto de Cotos
en ferrocarril desde Madrid a Cercedilla y luego en un tren con encanto que nos
sube al Puerto de Cotos (Renfe Cercanías). Igualmente puede consultarse la web de Autocares Larrea para llegar al puerto en
autobús.
Para llegar a la zona de los Bordillos de
Peñalara y la meseta intermedia de la que salen los Tubos Sin Nombre sólo hay
que seguir el camino PR-15 para abandonarlo a la altura de la vertiente sureste
de Peñalara, donde comienza la subida a la referida meseta. Al abandonar el camino normalmente habrá que
seguir progresando con piolet y
crampones. Calcular 1,30 h.
Dificultad: el primer tercio del tubo central
de los Tubos Sin Nombre es una sencilla pendiente de 40º. El corredor
encajonado que une este tubo con el que va a su izquierda mide unos 25 metros en los que
encontraremos una inclinación de 60º y quizá algún pasito mixto, normalmente
con nieve dura o hielo que dan bastante seguridad. El tubo de la izquierda, por
el que continuamos, y que alcanzamos por su mitad superior, comienza con un
resalte rocoso de entre 55º y 70º, según la cantidad de nieve y el punto por el
que lo afrontemos. Lo que queda es una espectacular pendiente de nieve de unos
55º que puede presentar una pequeña cornisa en la salida.
Longitud: unos 100 metros. El recorrido
hace una especie de zeta en dirección arriba-izquierda-arriba.
Material: en condiciones buenas y
mediocres basta con dos piolets y crampones, si normalmente realizas ascensos
invernales. Sólo en malas condiciones será necesario el uso de la cuerda y
puntos de seguro.
Tiempos: Una hora y media para la
aproximación hasta la base de los corredores, una hora para la ascensión hasta
la cima de Peñalara y otra hora y media para volver al aparcamiento de Cotos,
sin contar descansos. Se hace bien en una mañana.
Más información:
- Guadarrama. Iniciación al alpinismo invernal, de Ángel Luis Manzaneque. Desnivel Ediciones.
Pags. 38-40. Reseñas nos 47-48.
- Guadarrama. Guía de Escalada,
de Agustín Arranz y Miguel Barroso. Desnivel Ediciones. Págs. 235-237. En el croquis que publicamos conservamos la
denominación de los corredores que figura en esta obra, por ser la más clásica
y completa que hasta el momento se haya hecho de la Sierra de Guadarrama en lo
que a actividades de escalada se refiere.
- Freeride Madrid. Descensos en Guadarrama, de Enrique Ribas y Luis Pantoja. Desnivel Ediciones. Págs. 121-123.
Esta obra la citamos porque contiene las mejores fotografías de la Sierra de Guadarrama
publicadas en una guía. Vale la pena aunque sólo sea para deleitar la vista.
Los tubos que se citan en esta reseña figuran como descensos de esquí extremo y
en esta versión están reservados para verdaderos especialistas. Vienen
nombrados como Tubo Ancho de la
Cima de Peñalara (nº 36), que es por el que nosotros
empezamos la ascensión, y Tubo Estrecho o Tubo Bolo de la Cima de Peñalara (nº 35), por
el que salimos a la arista de Peñalara, cerca de la cima.
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