Bulgaria es un
país relativamente pequeño, con una población de poco más de siete millones de
habitantes y un sin fin de posibilidades para la práctica de todo tipo de
actividades en el medio natural. Tiene fronteras con Rumania, al norte,
Macedonia del Norte y Serbia, al oeste, Turquía y Grecia, al sur, y el Mar
Negro, al este, y dentro de su territorio cuenta con diversas cadenas
montañosas, entre las que podemos desplazarnos de forma rápida y sencilla. Las
montañas Pirin, las montañas Rila, las montañas Ródope, o la Stara Planina en los Balcanes
son las principales, sin olvidar el pequeño Monte Vitosha, al que se puede
acceder en menos de media hora desde la misma capital, Sofia.
Las mejores
condiciones para el esquí de travesía las encontraremos en las montañas Pirin y
Rila, donde además se encuentran las cumbres más altas del país, rondando los 3000 metros de altitud,
ambas al sur de la capital, y en ellas nos vamos a centrar en este artículo.
Aunque nuestro viaje se vio truncado por la crisis sanitaria mundial del
coronavirus Covid-19, que cambiará el mundo, tuvimos la fortuna de poder hacer
un puñado de buenas ascensiones antes de que la situación se volviera dramática
y tuviéramos que abandonar el país de forma precipitada.
Frente a la
escasez de nieve en España, prácticamente inexistente en el centro de la Península Ibérica
durante todo el invierno, algo que no recordamos desde que tenemos uso de
razón, en Bulgaria las precipitaciones han sido muy abundantes y encontraremos
cantidades considerables de nieve, aunque con unas temperaturas inusualmente
elevadas, que nos harán pasar de las nieves costra más difíciles de esquiar a
las nieves polvo más divertidas pero peligrosas por la inestabilidad del manto
nivoso. En definitiva, una aventura muy recomendable para quienes nunca se
cansan de conocer nuevas montañas, países, gentes y costumbres, probablemente la
mejor manera de tratar de comprender el complejo y convulso mundo en que
vivimos.
Llegamos a
Sofía a las once de la mañana en vuelo
directo desde Madrid, con lo que podemos aprovechar el día para visitar la
capital, aunque realmente no tiene gran cosa que ver. Se trata de la típica
ciudad con aire soviético, grandes edificios que albergan entidades gubernamentales,
bloques de viviendas con aspecto exterior descuidado, y una mezcla de las
culturas que conviven en el país manifestada en forma de iglesias ortodoxas,
mezquitas, etc. Sin embargo, los servicios son abundantes, con tiendas de todo
tipo, todas las formas de transporte público imaginables (trolebuses, tranvías,
autobuses, metro), servicios de restauración muy asequibles para los estándares
españoles y de buena calidad. La gente en general es amable y encontraremos
muchas agencias de cambio, con precios mejores que en el aeropuerto. Desde
Sofía es casi omnipresente la figura del Monte Vitosha, muy cercano y en el que
hay incluso una pequeña estación de esquí, completamente nevado, preludio de lo
que encontraremos en el resto del viaje. Tras pasar una jornada agradable
ponemos rumbo a las montañas Pirin.
- Ascensión al Todorka Vrah (2746 m.) y al Todorka Bilna (2690 m.), Montañas Pirin.
- Aproximación al Refugio Malyovitsa (1995 m.), Montañas Rila.
- Aproximación al Refugio Malyovitsa (1995 m.), Montañas Rila.
DATOS PRÁCTICOS:
Vuelos: Ryanair tiene vuelos directos a
Sofia desde Madrid y Barcelona. Aunque hay billetes muy baratos, por menos de
50 euros i/v, hay que pagar aparte para llevar equipaje de hasta 20 kg, y el equipaje especial
deportivo. En el equipaje deportivo, con una bolsa para esquís de las buenas
caben hasta tres pares de tablas, e incluso las botas. Todo es cuestión de
organizarse. A nosotros nos salió por unos 150 euros cada uno, viajando seis
personas.
Hoteles:
En las Montañas
Pirin nos alojamos en Bansko, en el Hotel Bisser.
Está bien situado en el centro, no es de lo más moderno pero está bien cuidado,
tiene encanto, el personal fue muy amable en todo momento, el precio incluye el
desayuno, que va variando cada día, te suben a la estación si quieres en furgoneta
y la sauna funciona como un tiro. Recomendable.
En las Montañas
Rila estuvimos en Samokov, en el Hotel Sonata,
moderno, muy bien situado cerca de supermercados, con un desayuno buffet por 6
BGN bastante bueno, gimnasio, sauna y un estupendo baño turco para relajarse
después de la actividad. Además con una pequeña nevera y calentador de agua
para infusiones en cada habitación. El personal muy amable y dispuesto a
ayudarnos en cualquier cosa. Recomendable.
Estaciones de esquí: en Bulgaria hay
muchas estaciones de esquí, la mayoría muy pequeñas con unos pocos remontes,
salvo Bansko, la más grande, equiparable a las grandes de los Pirineos, y Borovets,
de similares características. Normalmente son la mejor forma de iniciar las
excursiones porque de otra manera el acceso a las montañas requiere tiempo y
una logística complicada. Las webs de las que visitamos son las siguientes:
- Bansko: https://www.banskoski.com/en
- Borovets: https://www.borovets-bg.com/en
- Bezbog: https://es.snow-forecast.com/resorts/Bezbog-Ski-Centre/pistemap
- Malyovitsa: https://es.snow-forecast.com/resorts/Malyovitsa/pistemap
Moneda: Bulgaria es un país de la Unión Europea pero conserva la moneda propia, la Leva (BGN), que se divide en 100 Stotinki. El mejor cambio no suele encontrarse nada más llegar en el aeropuerto. Las agencias de cambio son la forma más cómoda y rápida de obtener Levas y hay muchas en Sofia y en las ciudades con turismo como Bansko, Samokov, Borovets. El cambio en marzo de 2020 se podía conseguir fácilmente a 1’95 levas por euro.
Precios: Bulgaria sorprende por la calidad de los servicios a unos precios bastante económicos, sobre todo si nos salimos de los circuitos turísticos. Un botellín de cerveza de medio litro, por ejemplo, puede costar en un restaurante turístico 2,50 levas como mucho.
Idioma: además del búlgaro, mucha gente
habla ruso. En los lugares turísticos mucha gente habla inglés pero no tanta
como en otros países. Las poblaciones principales tienen escrito el nombre en
cirílico y en caracteres latinos pero hay hacerse a la idea de que es
lógicamente el cirílico el alfabeto predominante y tirar de traductor en cuanto
nos alejemos de las zonas turísticas.
Horario: con respecto a España, tenemos
que adelantar el reloj una hora, por lo tanto amanece y anochece antes, a tener
en cuenta en las salidas.
Teléfono e Internet: hay cobertura
móvil muy buena en prácticamente todas partes por lo que, con las normas
europeas aplicables, podemos llamar y recibir llamadas como si estuviéramos en
casa, así como utilizar Internet. De todas formas, en los dos alojamientos en
los que estuvimos hay wifi gratuito.
Documentación: los ciudadanos de la Unión Europea pueden entrar en
Bulgaria con el DNI. No hace falta pasaporte.
Mapas: podemos descargar mapas
topográficos de toda Bulgaria en https://bgmountains.org/en/maps/garmin-maps/category/9-bgmountains.
Están en cirílico y en latino y son muy buenos, no hacen falta más. Si queremos
mapas en papel la Editorial Domino
publica mapas de Rila y Pirin a escala 1:50.000. Los tienen en muchas tiendas y
hoteles a un precio muy bueno, 5 levas.
La aplicación
para móviles Oruxmaps es excelente, con un coste ridículo para la cantidad de
datos y servicios que ofrece es con seguridad el mejor GPS que podemos tener, y
permite descargar miles de mapas de todo el mundo, incluidos los de Bulgaria.
Trabaja con archivos GPX sin las limitaciones de puntos, número de caracteres
para denominar los tracks, etc, de la mayoría de aparatos GPS. En cuanto la
utilizas, ya no buscas más.
Vehículos: las carreteras búlgaras son buenas.
Hay muchos radares y se toman en serio la velocidad. Las autovías son de peaje,
que se paga comprando una pegatina que vale para todo el año. Los vehículos de
alquiler ya la llevan. Una página recomendable para alquilar coches es www.autoeurope.es. Como siempre, al
recoger el coche nos contarán lo peligroso que es no contratar un seguro que
cubra todos los daños del vehículo y nos pondrán la piel de gallina. Lo mejor
es no hacer ni caso y ceñirse a lo estipulado en el contrato que hayamos
acordado por la web. El alquiler de coches en Bulgaria, si no salen del país,
es muy económico. Nosotros alquilamos un Fiat Tipo Estate, un coche grande tipo
ranchera, por 50 euros una semana, incluido un suplemento del seguro porque era
tan económico que temíamos que hubiera gato encerrado.
Más información:
- Revista Desnivel, especial esquí de montaña 2018/2019. Bulgaria, 7 rutas por las
montañas de Rila y de Pirin, pags. 46-51.
- Todo sobre el
esquí en Bulgaria: https://www.bulgariaski.com/
- Excelente artículo con bonitas fotografías identificando las montañas más relevantes, en la web de Igertu (http://igertu.blogspot.com/2011/03/bulgaria-esqui-de-montana-en-tierra-de.html). Tiene mucha información. Todo lo que podemos necesitar.
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