El verano de
2015 está siendo especialmente caluroso y si queremos disfrutar de la escalada
no queda más remedio que buscar rutas a la sombra. La pared noroeste del Risco Gordo es ideal puesto que por su
orientación no recibe los rayos del sol más que unas pocas horas al día. Hasta
las tres de la tarde más o menos tenemos sombra garantizada. Hay que tener
presente que incluso puede que pasemos frio por lo que es aconsejable echar un
cortavientos en la mochila. Si optamos por escalar en esta pared en otra época
del año el frio está asegurado. En invierno es una auténtica nevera…
El Risco Gordo es claramente visible en la
aproximación a la Torre de Villarejo
ya que sobresale por encima con su forma característica de caperuza en la cara
sur, recibiendo también la denominación de El
Yelmito. Por su cara noroeste la forma es bien distinta, y también se
conoce como Punta del Boquerón. La
ruta que elegimos bien merece estar presente en las recopilaciones de vías
clásicas de la zona centro; no le falta de nada y los últimos largos surcan un
diedro de los que dejan un recuerdo difícil de olvidar. La Mari Paz (dificultad máxima 6a) es de las vías más antiguas de los
riscos de Villarejo; fue abierta en
abril de 1976 por Santiago Pino, Carlos y
Javier Avellano, y Luis Martín.
Desde la curva
cerrada en la que dejamos el coche, sale un caminito con hitos que en treinta
minutos y sin apenas desnivel nos lleva a la base de la Torre de Villarejo, que debemos bordear por su cara sur, dejando a
la derecha un vivac bien preparado, y luego por la cara oeste, hasta llegar a
la base de la cara noroeste del Risco
Gordo en unos veinte minutos más.
El inicio de la vía se sitúa unos quince
metros a la derecha de la vertical del arbolito (creo que es un tilo) en el que
se monta la primera reunión, claramente visible desde la base formando una
pequeña cueva donde la temperatura acostumbra a ser fresquita. Si alcanzamos a
ver un clavo a unos seis metros del suelo no tiene pérdida pues hay que
alcanzarlo por bloques con bastante musgo, seguir unos metros palpando con
cuidado los agarres, y finalmente hacer una travesía hacia la izquierda hasta
el arbolito. Pasaremos por dos parabolts con argolla y la inscripción “rapel”
que también sirven para montar la reunión si no hay nadie bajando. La
dificultad de este primer largo (V)
nos permite ir calentando para los que siguen, en que se va incrementando a la
vez que mejora la roca.
Primer largo (V) |
El segundo largo (V) empieza con un destrepe de varios metros para atravesar un pequeño contrafuerte que desde el arbolito impide ver el recorrido en este tramo. Luego ascendemos hacia una fisura que en pocos metros tiene un clavo, un friend atascado que por su mal estado supongo que permanecerá en el mismo sitio bastante tiempo, y por encima otro clavo, esta vez con argolla. Siendo la dificultad de quinto grado casi por cualquier camino, conviene ir con tendencia hacia la izquierda por terreno ya más sencillo (IV+) para llegar directamente a la reunión (dos parabolts con argolla). Reunión espléndida y con ambiente de gran pared. Varias repisitas en las que sentarse con los pies colgando al vacio como en la literatura más laureada de las grandes paredes de los Alpes.
Primera reunión, en la cuenva con un arbolito |
El camino que se presenta tras el destrepe |
Desde la segunda reunión, se ve el arbolito de la primera |
El largo tercero (V+) es vertical y muy
alpino, con buen patio ya a nuestros pies es sólo el preludio del diedro
perfecto al que tenemos que dirigirnos. La salida ya es vertical (IV+) y va
recto hasta un clavo unos seis metros por encima, justo antes de un pasito más
duro (V), que da paso a terreno más fácil y escalonado (IV+). Tras los primeros
diez metros del largo la tendencia debe ser ligeramente hacia la izquierda,
hasta llegar a una gran terraza en la que están los parabolts de la reunión.
Reunión muy cómoda en la que si se tercia hasta te puedes permitir una
cabezadita.
En el V del tercer largo. A partir de aquí mejor con tendencia a la izquierda, hasta la gran repisa |
Vista hacia abajo, a mitad del tercer largo |
Los últimos metros del tercer largo, fáciles |
Con el cuarto largo (V+) empieza lo mejor de
la vía. Aunque hay varias posibilidades la más bonita es la que sube
directamente por la placa (V), difícil de asegurar hasta un clavo a unos cinco
metros, sigue por la misma hacia el comienzo del diedro a la derecha (V), donde
ya puede asegurarse a placer, y lo remonta (V+) hasta una espectacular
bavaresa, atlética y corta (V+) en cuya salida se encuentra la reunión. El
vetusto clavo con anilla que hay antes del comienzo de la bavaresa más vale
reforzarlo con material propio, que entra a cañón.
Desde la gran repisa se ve lo que queda, ¡lo mejor! |
Llegando al diedro (izquierda) y en la bavaresa anterior a la reunión (derecha)
Luis llegando a la reunión |
El quinto largo (6a) es de los de recordar
con agrado durante largo tiempo. Buena roca, buen ambiente, altura considerable
y la dificultad justa para liberarnos necesariamente de los pensamientos cotidianos
y concentrarnos plenamente, como un yoggie que aspira a los placeres de la
reencarnación, con los beneficios que para la salud y el espíritu ello
representa. ¡Se nota que nos gustó, eh! El grado es V+ mantenido y algo más
llegando a la reunión. Los primeros metros van por el diedro (V+) hasta una
mini repisa muy inclinada de palmo y medio de anchura que se extiende a la
izquierda, pura adherencia de fe para pasarnos a la fisura offwidth que
asciende sorteando por la izquierda el techito sobre el que se encuentra la
reunión. Tras unos metros por la fisura offwidth hay que salirse por la
izquierda a una placa de setas (6a) difícil de asegurar, aunque con
cacharrillos pequeños algo puede hacerse.
La mejor parte del diedro |
Después del paso de fe para entrar en el off-width |
En la repisa cada uno se lo toma como le viene :-) |
Vista de todo el quinto largo desde la reunión |
Diedro y más diedro |
Ya cerquita de la reunión |
El sexto y último largo (V+), aunque
bastante más relajado que el precedente, sigue siendo difícil en los primeros
metros, por una fisura ligeramente desplomada (V+) y a derechas, que exige
posturas poco ortodoxas, bien asegurable, hasta un sistema de bloques y
plaquitas en las que la dificultad va disminuyendo (IV+) según se llega a la
reunión.
En los últimos metros de la vía (arriba y abajo)
En los rapels, que comienzan unos treinta metros a la derecha de la última reunión |
El descenso puede hacerse andando por la
vía normal para lo cual habría que seguir subiendo hasta la cumbre y seguir los
hitos que nos llevan a una canal y más abajo a un rapel de cuarenta metros que
nos deja en la base de la pared, aunque también es posible descender por el
sistema de rapeles preparado que encontraremos unos veinte metros a la derecha
de la última reunión (algún hito indica el mejor camino). Son tres rapeles de
45 metros hasta el arbolito de la primera reunión y un último rapel de 20
metros hasta el pie de vía. Ojo en el tercer rapel, el pilar que vemos por
debajo debe sortearse por el lado izquierdo según miramos la pared. Si vamos
por la derecha el rapel será de 60 metros y nos lleva a una reunión con
argollas que en otro rapel cortito nos deja a la derecha del comienzo de la
vía.
26 de julio de
2015, Beatriz Peña, Adam Tipluica y Pablo Parrón; y Pilar González, Javier
Galego y Luis González.
Datos prácticos:
Acceso: se puede ir por Avila, por la
Carretera de los Pantanos o por la Carretera de Extremadura. En cualquier caso
hay que ir hacia Arenas de San Pedro, Monbeltrán y San Esteban del Valle. Subir
hacia el Puerto de Serranillos y casi al final, en una curva pronunciada a la
derecha dejamos el coche. Hay un cartel, a día de hoy prácticamente borrado, que
anuncia la entrada al Parque Natural de la Sierra de Gredos. El cómodo camino
asciende al principio y luego va casi recto y en ligero descenso hasta la Torre
de Villarejo, en 30 minutos. Rodeando la Torre hacia el oeste y luego hacia el
norte, en 20 minutos más llegamos a la pared noroeste del Risco Gordo.
Dificultad: V, V, V+, V+, 6a, V+. La
roca va mejorando según subimos a la vez que vamos encontrando menos musgo. Los
tres primeros largos exigen más orientación y en los tres últimos el camino es
evidente. Las reuniones, salvo la primera que se hace en un arbolito, tienen
dos parabolts con argolla y el nombre de la vía en la chapa, gracias a la
excelente labor de Gabriel Martín, el principal equipador de la zona. Las
chapas de las reuniones están muy separadas porque normalmente se puede usar
sólo una reforzándola con algún friend en fisuras, permitiendo reuniones más
cómodas para cordadas nutridas. En general se protege bien, salvo la placa de
setas del quinto largo en la que hay que rascarse un poco la cabeza. Es una vía
excelente y sobre todo apta para el verano.
Longitud: algo más de 200 metros. Los
dos primeros largos son de unos 25 metros y los restantes de unos 40 metros.
Horarios: la aproximación desde la
carretera se hace en una hora y lo mismo para la vuelta. Para la vía calcular
unas tres o cuatro horas. Nosotros tardamos más al juntarnos varias cordadas de
tres.
Material: Un juego de friends y
fisureros. Varias cintas expres largas. Cuerdas de 60 metros. Casco.
Más información:
- Escaladas en el sureste de la
Sierra de Gredos. Riscos de Villarejo, Galayos y Torozo, de Gabriel Martín.
Desnivel Ediciones, págs. 140-141. La primera edición de esta guía es del año
1994. Gabriel Martín y Chema Mancebo han publicado recientemente una nueva guía
que está muy trabajada y es el referente indispensable para escalar en
Villarejo.
- Otro buen croquis y uno más
sacado desde la base de la pared.
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