Primeros días
del año 2020, estamos a 5 de enero, temperaturas muy bajas por las noches que
suben desproporcionadamente durante el día y lleva sin nevar unas pocas
semanas… La consecuencia inmediata para el esquí de travesía es que cambiamos
el riesgo de aludes por pendientes heladas que pueden convertir una caída tonta
en un drama serio al mínimo despiste. En estas condiciones subimos al Pico
Cuylaret (2291 m.),
ascensión normalmente sencilla pero que hoy nos va a exigir emplearnos a fondo,
incluso aunque empecemos casi a las doce de la mañana y la orientación del
recorrido, tanto a la subida como a la bajada, sea este-noreste.
Aunque suele
comenzarse a foquear desde el aparcamiento de L’Araille, en la vertiente
francesa, a un kilómetro de la frontera del Portalet, estamos en plenas fiestas
y hace un día estupendo así que todo se llena rápidamente. Dejamos el coche en
el aparcamiento del lado español de la frontera, donde hemos dormido, ya que en
el lado francés, está prohibida la pernocta en autocaravana. No es problema ya
que tras caminar poco más de medio kilómetro por la carretera ya es posible
calzarse los esquís y salvar la primera dificultad del día, cruzar el torrente
Ruisseau du Portalet. Tras hacer los malabarismos pertinentes por el lugar que
mejor pinta tiene, progresamos hacia el oeste por terreno muy abierto
alucinados con la imponente silueta del Midi d’Ossau siempre presente.
En función de la
cantidad de nieve podemos ir virando progresivamente en dirección suroeste
enfilando directamente hacia la cumbre del Cuylaret, siendo posible la
ascensión prácticamente por donde mejor nos parezca. Cincuenta metros antes de
la cumbre, que en nuestro caso afrontamos de frente, nos vemos obligados a poner
cuchillas o crampones y en un periquete estamos en la cima. A las vistas del
Midi se añaden ahora las no menos impresionantes de la cara norte del Anayet, y
Pico Espelunciecha que esquiamos ayer mismo.
Una vez
preparados para el descenso bajamos los primeros metros por una plancha de puro
hielo en la que hay que extremar la precaución porque una caída supondría
resbalar durante muchos metros y el roce con el hielo puede causar quemaduras
muy serias. El resto del descenso puede hacerse por muchos sitios, aunque como
ya lo conocemos bajamos lo más recto posible y con cierta tendencia a la
derecha hasta dar con una pala final de unos 40 grados que hace las delicias de
cualquiera. Al estar la nieve bastante dura los giros se hacen como si de una
pista se tratara, en un marco incomparable con cualquier trazado balizado. Con
nieve blanda en esta pala hay que prever pequeñas coladas creadas a nuestro
paso y saber dejarlas a un lado.
Después de 300 metros de desnivel
desde la cima, cuando estemos de nuevo aproximadamente sobre la cota 2000 metros, vamos
buscando el mejor trazado para llegar directos al Puerto del Portalet sin hacer
ninguna remontada, siendo posible llegar prácticamente hasta el coche, aunque
volver a cruzar el Ruisseau du Portalet para llegar a la carretera será otra
pequeña aventura dentro de esta aventurilla navideña.
Actividad
realizada el 5 de enero de 2020 por Beatriz Peña, Laura Castán, Ignacio y Pablo
Parrón.
Datos prácticos:
Acceso: desde Huesca seguir hasta
Sabiñánigo, Biescas, Escarrilla y finalmente la frontera con Francia en el
Puerto del Portalet. Se puede salir desde la misma frontera (hay aparcamientos
en ambas vertientes) o desde el parking que hay en el lado francés a un
kilómetro de la frontera, que es el habitual para subir al Midi d’Ossau.
Dificultad: la ruta es fácil, sin
pendientes fuertes, aunque con nieve dura los últimos metros para llegar a la
cima requieren cuchillas o crampones. En otro caso se llega hasta la cima con
los esquís puestos sin mayor problema. El día que ascendimos varias personas se
quedaron a 50 metros
de la cumbre por no llevar crampones. La bajada es muy agradable aunque podemos
complicarla lo que queramos buscando pendientes bastante fuertes si descendemos
desde la cima con tendencia a la derecha. Si la tendencia es hacia la
izquierda, las pendientes son suaves.
Desnivel: 500 metros de desnivel
positivo.
Horarios: toda la actividad puede
hacerse en 3 horas con mucha calma y paradas incluidas.
Material: arva, pala y sonda si el
riesgo de aludes lo aconseja, aunque las ascensiones en esta zona suelen
recomendarse cuando en otras el riesgo es notable. Con nieve dura, crampones o
cuchillas por si acaso.
Más información:
- Esquí de montaña en el Pirineo aragonés, de Manuel López Sarrión, publicado por Desnivel
Ediciones, págs. 63-66.
Y para deleite,
algunas fotos de Ignacio, que es profesional y se nota, ¡se nota mucho!
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