Una vez más
optamos por escalar en la inigualable Pared de Santillana, también conocida
como Cancho de la
Herrada. Pese a la larga marcha de aproximación, la belleza
de los parajes que recorremos para llegar hasta ella y las famosas setas que la
pueblan, una auténtica rareza en rocas graníticas, la han hecho famosa a nivel
mundial, y de hecho es frecuente encontrarnos con cordadas extranjeras que
hasta aquí llegan tras haber oído hablar de las maravillas de su cara sur.
Sin duda, la
ruta más repetida de la pared es la Sur Clásica, en la que en días festivos puede llegar a haber
varias cordadas esperando su turno, pese a que la mayoría de las vías abiertas
son bastante similares, con un primer largo normalmente algo más apretado y el
resto de la escalada de puro disfrute en terreno muy vertical pero sencillo, en
torno al cuarto grado, gracias a las innumerables setas que facilitan la
progresión. En esta tónica encontramos las vías Landiacrash, Peñalara, Peñalárano,
Paco el Sastre, César Desviat, Mayayo o La Tranca del Diablo. No son vías de iniciación, hay
que saber asegurar en las setas y evitar las caídas a toda costa, pues las
mismas protuberancias que utilizamos para asegurarnos podrían causarnos lesiones
de chocar contra ellas.
Hay cierta confusión en las publicaciones editadas hasta la fecha en algunas de sus vías, y hoy proponemos despejar al menos las relativas a una superclásica del gran maestro del arte de la escalada Mayayo, que tiene una apertura en la pared muy interesante y recomendable. Tanto en la Guía de Escaladas en La Pedriza de la Editorial Barrabés (“La Biblia”), como en la Guía de Escaladas Fáciles en La Pedriza de Desnivel, se confunde la vía Paco El Sastre con la clásica de Mayayo. Quizás la confusión provenga de la estupenda, y ya antigua, Guía de Escaladas en La Pedriza publicada por Desnivel en el año 1992, en la que por primera vez aparecía el error. Lo bueno de todo esto es que al final tenemos dos vías distintas y por tanto más metros de escalada a realizar. La Vía Paco el Sastre figura perfectamente detallada en la web viaclasica.com, que ha colaborado en su recuperación con uno de los aperturistas originarios de la misma allá por el año 1979, Santiago Hernández. Y la vía original de Mayayo es la que a continuación, salvo error u omisión que de buen gusto corregiremos si a ello hubiera lugar, vamos a describir. La nueva guía de Papila ha enmendado el error y ya figura correctamente indicada la vía Mayayo.
El comienzo de
la vía se localiza fácilmente en la parte izquierda de la pared, bajo una
evidente chorrera verdiblanca. A la izquierda de la chorrera veremos una placa
por la que discurren tres itinerarios de un largo equipados con espits, y a la
derecha un diedro con varias fisuras por el que transcurre el primer largo (V)
de la Mayayo. Para
alcanzar el diedro remontamos una fácil bavaresa (III+/IV) de unos tres metros
formada por un evidente gendarme situado justo a la izquierda de la chorrera.
Desde la cima del gendarme damos un par de pasos en travesía a la derecha y
aseguramos con un friend mediano para descender un par de metros por la parte
derecha del gendarme y de este modo situarnos al pié del diedro, en la base de
la chorrera. Si aseguramos el descenso del gendarme es aconsejable poner una
cinta larga para reducir el rozamiento de las cuerdas. Remontamos el diedro y
enseguida veremos a la altura de la cabeza una flecha marcada en la roca, poco
perceptible, que marca el punto por el que unas buenas setas nos pemitirían subirnos
al espolón por el que transcurre la vía La Tranca del Diablo. La Mayayo sigue por el diedro,
muy divertido y clásico, que podemos proteger a discreción, sobre todo con
friends grandes, aunque la profusión de fisuras admite todos los tamaños. Al
final del diedro podemos chapar un buril con chapa casera de los tiempos del
Mayayo, poco fiable, y un clavo/chapa con argolla, auténtica reliquia, y por
encima, en una repisa inclinada a nuestra derecha veremos un cáncamo moderno en
el que, reforzando en un puente de roca, se monta la primera reunión. Unos 30 metros.
El segundo largo
(IV+) puede hacerse saliendo de la reunión hacia la derecha para alcanzar el
espolón y las famosas setas de la pared, pero seguramente Mayayo, dada la época
de la apertura, siguió por la chimenea que sigue recto, y así lo hacemos.
Aunque la dificultad va descendiendo, si no queremos pasar miedo es
imprescindible llevar al menos un par de friends del cinco y otros tantos del
cuatro. También podemos chapar un buril con chapa del que no deberíamos esperar
mucho en caso de caída. Llegamos a una zona de bloques con algún cordino viejo
en los que podemos montar una reunión cómoda con algún lazo bastante largo.
Unos 25 metros.
En el tercer
largo (IV) la chimenea se convierte en canal fácil, con algún pasito puntual.
Si la cordada tiene experiencia se puede hacer en ensamble sin mayor problema.
No hay pérdida. Sólo hay que seguir la canal hasta los bloques cimeros, que se
atraviesan por un pequeño túnel en el que podemos recoger las cuerdas y seguir
hasta la cumbre, hacia la derecha, que se alcanza en un minuto.
El descenso de la Pared de Santillana se hace
destrepando por la canal este en diez minutos hasta llegar al punto de partida.
Como la aproximación es larga y la escalada muy agradecida, no está de más
hacer alguna otra vía de la zona, en el mismo Cancho de la Herrada, en el vistoso Mogote
de los Suicidas, o en cualquiera de los riscos cercanos. Especialmente
recomendable, por solitario, calidad de la roca y cercanía es el Risco de San Pedro, visible hacia el este, y que podemos alcanzar en escasos veinte minutos.
Actividad realizada por
Luis Martínez, Emilio Dabo y Pablo Parrón, el 15 de febrero de 2020.
Datos prácticos:
Acceso: según
el ritmo, contar con entre dos y tres horas para hacer la aproximación a la
pared. Partiendo del Parking de Cantocochino cruzamos el puente de madera para
coger la autopista de La
Pedriza, en dirección al Refugio Giner y luego, pasando junto
al Tolmo, hasta el Collado de la
Dehesilla, donde giramos a la izquierda por un entretenido
camino que nos obligará a hacer alguna pirueta entre los bloques. Tras el tramo
más empinado llegamos a la increíble pradera de Navajuelos y finalmente a la Pared de Santillana. Hay
otras posibilidades para llegar a la pared, como la que pasa por Cancho
Amarillo pero la indicada es la más evidente para no perderse por el laberinto
granítico de la Pedriza,
opción que tampoco desmerece… es una aproximación muy bonita y recomendable
también como ruta de senderismo.
Hay otras formas
de llegar a la Pared
de Santillana pero todas son exigentes y salvo que se conozca muy bien La Pedriza, la arriba
descrita es la más recomendable.
Dificultad: V, IV+, IV.
Longitud: 100 metros aprox.
Horarios: entre dos y tres horas hasta la Pared de Santillana, una
hora y media para la vía y un par de horas para el descenso y la vuelta a
Cantocochino.
Material: un juego de friends lo más
completo posible, incluyendo piezas muy grandes, al menos dos del número 4 y
otros dos del 5. Insistimos en llevar todos los friends grandes que tengamos,
para disfrutar y no sufrir. Cintas largas para lacear setas. Casco. Los únicos
seguros fijos que encontraremos, varias chapas caseras con buril y una con
anilla son un testimonio histórico de las primeras aperturas pero actualmente
sólo sirven para confirmar el buen camino. En la primera reunión hay un cáncamo
moderno que podemos reforzar con un puente de roca o algún friend.
Más información:
- La Pedriza Posterior. Guía de Escaladas, de Ana Lliso (Júper) y Juan Carlos Guichot (Papila). Ediciones Desnivel. 2018. Las otras publicaciones existentes hasta la publicación de esta guía o no reseñan la Mayayo a la Pared de Santillana o la reseñan de manera equivocada.
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