Tras casi 48
horas nevando, nuestra última jornada en las Montañas Rila amanece con un sol
espléndido y temperaturas negativas, aunque como era de esperar el riesgo de
aludes es elevado.
Estamos alojados
en Samokov, donde pueden encontrarse buenos alojamientos a precios más
razonables que los desorbitados de Borovets, así como supermercados bien
surtidos y a precios normales. Es una población tranquila y bien comunicada con
Borovets, 10
kilómetros al sur por buena carretera, la 82, que se
recorren en un cuarto de hora. Si aparcamos el coche en el parking desde el que
sale el telecabina, muy pequeño para la demanda que puede llegar a tener, hay
máquinas prepago a 1,50 BGN la hora de aparcamiento.
El Musala (Mus Allah, cuya traducción vendría a ser
“montaña de Dios”) es la montaña más alta de Bulgaria y de toda la península de
los Balcanes, tiene una arista final que anima la subida y un descenso de
fábula, con muchas posibles variantes, de casi 2000 metros de bajada.
Si podemos es, desde luego, de las cimas obligadas en nuestra primera visita a
Bulgaria.
Aunque los más
fuertes pueden salvar los primeros 800 metros de desnivel empezando a foquear
desde Borovets, lo habitual es coger el telecabina que en 5 kilómetros de
espectacular recorrido, con una estación intermedia, para el que emplea casi
media hora, nos deja en el pico Yastrebets (2369 m.). El pase de una subida
cuesta 19 BGN. A la salida del telecabina hay instalado un comprobador de ARVA
que podemos utilizar mientras ajustamos las fijaciones y comenzamos el
recorrido descendiendo por pistas hasta la base del telesilla cuatriplaza
Markudjik 2, a
2144 m.,
un descenso pues de unos 200
metros de desnivel que nos sirve para ir calentando las
piernas. Hoy el día es soleado y frío, lo que asegura nieve de excelente
calidad siempre que evitemos las zonas más propensas a los aludes.
En la base del
remonte colocamos las pieles y empezamos a subir en dirección sur, siguiendo
los postes que marcan el camino gran parte del recorrido, aunque nos iremos
apartando de ellos en la zona superior, más expuesta a los aludes, para dejar
un buen margen de seguridad con las paredes más empinadas y cargadas de nieve.
Así, durante un kilómetro y medio vamos ganando altura con mucha suavidad. Los
postes giran al suroeste, por una corta rampa más empinada que lleva directa al
Refugio Musala (2389 m.),
como todos en Bulgaria grande y bien dotado. El resto de la ascensión nos
tocará abrir huella hasta la cima.
Desde aquí
atravesamos directamente por encima el lago que hay frente al refugio,
nuevamente en dirección sur, hasta llegar a una ancha canal empinada por la que
trazamos zetas hasta llegar a los lagos superiores, y continuar guiados por los
postes, con la debida separación de la impresionante pared occidental del
Irechek, hasta otra rampa empinada que da acceso al Refugio Everest (2720 m.), casi tapado por la
nieve a pesar de su gran tamaño.
Ya sólo queda
seguir la arista, que comienza unos metros por encima del refugio,
perfectamente equipada con cables. Aunque no es difícil cuando el viento pegue
fuerte y en vez de nieve encontremos hielo, seguro que se agradece poder echar
mano de los hierros. Aunque podrían subirse los esquís a la espalda para bajar
esquiando desde la cima hoy sería
temerario con el riesgo de aludes anunciado, así que nos quitamos las tablas,
las dejamos bien clavadas en la nieve para que el viento no las haga volar, y
nos ponemos los crampones para afrontar los últimos 150 metros de desnivel
hasta la cima de Bulgaria.
Nos sorprende ver al llegar las construcciones grandes
que alberga, entre otras un observatorio ambiental, aunque no afecte para nada
a las espléndidas vistas que ofrece la mayor cumbre de los Balcanes. Las
disfrutamos un buen rato y emprendemos el descenso por los cables hasta los
esquís. El resto, una larguísima bajada por nieve polvo extraordinaria, hasta
enlazar con las pistas y bajar por la indicada como Musala Pathway, siete
kilómetros y 800 metros
de desnivel negativo a través del bosque, que no consiguen más que alimentar
unas ganas enormes de volver a estas montañas.
Datos prácticos:
Acceso: Samokov está al sur de Sofía, a
tan solo 60 kilómetros,
una hora de trayecto por la carretera 82. Si seguimos 10 kilómetros más por
la misma carretera 82 llegamos a Borovets.
Dificultad: sino subimos las tablas
hasta la cima el descenso es muy asequible y divertido. Si nos lanzamos desde
arriba dependerá mucho del trazado elegido. Con nieve estable que no esté
helada hay opciones para todos los gustos. La arista final es fácil, con alguna
trepada muy cortita si afloran rocas.
Desnivel: 878 metros de subida y 1886
de bajada.
Horarios: empleamos 3 horas para subir
y 1,5 horas para bajar, sin prisas. Con alguna parada y teniendo en cuenta que
el telecabina tarda casi media hora en subir, calcular unas 6 horas para toda
la actividad sin ir apurados.
Material: el habitual para el esquí de
travesía, crampones para la arista final y si llevamos el piolet tampoco está
de más cogerlo. La arista esta perfectamente equipada con cables para
asegurarse con las manos.
Más información:
- Excelente artículo con bonitas fotografías identificando las montañas más relevantes, en la web de Igertu.
Actividad
realizada el 16 de marzo de 2020 por Ignacio, Angel, Juan Carlos, Manu y Pablo Parrón.
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