Existen diversas posibilidades para la subida, todas sencillas y por terreno poco propicio a los aludes. Probablemente la más directa es la que parte de la zona residencial de Slettaelva, que alcanzamos desde Tromsø muy rápido cruzando a la isla de Kvaløya por el puente de su vertiente oeste, bien en nuestro vehículo, o incluso si preferimos, con uno de los autobuses urbanos que pasan por la zona.
Partimos de la urbanización, en la que normalmente habrá huecos para aparcar, al principio por bosquecillo de abedules, de los que en invierno sólo veremos los troncos. Tras las primeras rampas, algo más pronunciadas, tendremos a la vista la cima y el resto del recorrido bastante evidente. Dejaremos a la derecha el lago Amundvatnet y seguiremos por el terreno más cómodo hasta la cima.
En la cima encontraremos una antena de radar y una pequeña caseta de acceso libre con comodidades desconocidas en nuestra cultura hispánica para este tipo de instalaciones. Cierres perfectos, limpieza propia del salón de nuestra propia casa, e iluminación y calefacción radiante que nos sorprenden gratamente, pues aún no estamos habituados al rigor del frío en estas latitudes, auténticamente polar.
El descenso se realiza por el mismo itinerario de subida, si queremos variándolo ligeramente para buscar las pendientes más pronunciadas. Nos sorprende la nieve polvo de la que podemos disfrutar, con vistas realmente bonitas de toda la ciudad de Tromsø, el puente que la une con la isla de Kvaløya, y al fondo la silueta del Tromsdalstinden, la montaña más alta de la zona, de subida inexcusable que haremos dentro de un par de días.
En resumen, se trata de una subida sencilla, sin dificultades técnicas más allá de las que el clima polar nos pueda imponer, y con una bajada poco inclinada pero compensada con la espectacular nieve polvo que encontramos, en la que además es fácil que podamos ver los primeros renos de nuestro viaje en las inmediaciones de las casas de la urbanización, ideal para la primera toma de contacto en las montañas del norte de Noruega.
Datos prácticos:
Acceso: en 15 minutos desde el centro de Tromsø. Coger la carretera 862, que cruza hacia la isla de Kvaløya y girar a la derecha nada más terminar el puente por la carretera 863. Enseguida veremos a nuestra izquierda las calles que suben por la urbanización Slettaelva. Subiremos lo que nos deje la nieve hasta algún hueco en el que podamos estacionar el vehículo.
Dificultad: con buen tiempo subida
sencilla, por pendientes suaves y itinerario evidente ya que casi en todo
momento tenemos a la vista el radar de la cumbre. La bajada también es fácil,
sin grandes riesgos, y con muchas posibilidades de encontrar una nieve de
ensueño.
Desnivel: según el punto en el que
dejemos el coche puede oscilar un centenar de metros arriba o abajo.
Normalmente unos 700 metros de desnivel positivo.
Horarios: un par de horas para la subida y una hora corta para la bajada. Contar con que estaremos tan a gusto en la caseta de la cima que es fácil que estemos un buen rato disfrutando de las vistas y reponiendo fuerzas para darlo todo en el descenso.
Material: el habitual para el esquí de travesía.
Más información:
- Ski Touring in Troms, 116 artic summits, de Espen Nordahl, editado por Fri Flyt AS, págs. 70-71 y 99.
Actividad
realizada el 4 de abril de 2024 por Ignacio Fermín, Edesio Vidal, Francisco
Briones, Rafa Doménech, Angel Santamaría, Juan Carlos Fernández, Raúl Montes,
Manuel López y Pablo Parrón.
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