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TROMSDALSTINDEN (1238 m.) – TROMSØ - NORUEGA

Si hay una cima obligada desde Tromsø sin duda es el Tromsdalstinden. Perfectamente visible desde la ciudad, es una de las cumbres más elevadas de la zona, y ofrece varios itinerarios de subida y bajada posibles, con grados de exposición a las avalanchas que varían desde bajo hasta elevado.

Aunque puede iniciarse la ascensión, si la nieve lo permite, desde la misma ciudad de Tromsø, se trata de una ruta larga y que exige una remada muy prolongada tanto a la ida como a la vuelta. La ventaja principal es poder calzarse los esquís nada más cruzar el puente hacia el este que la une con el continente. No obstante, tanto por su cómodo acceso como por el hecho de que atraviesa terreno menos propenso a los aludes, la ruta más concurrida suele ser la que parte del edificio ASKO, un supermercado de venta al por mayor a sólo 22 kilómetros de la ciudad que cuenta con un buen aparcamiento aproximadamente en el punto en que el Ramfjorden hace un giro pronunciado.

Desde el aparcamiento del edificio ASKO empezamos a foquear hacia el este, por la pista que transcurre bajo los cables del tendido eléctrico, unos cientos de metros para enseguida adentrarnos en el bosque en dirección norte, primero bajo coníferas que aportan buena sombra con sus hojas perennes y, más arriba, sorteando los finos troncos de abedules, en esta época pelados de hojas. Al salir del bosque nos enfrentamos a una sucesión de pequeñas colinas en las que elegir con buen criterio el trayecto nos puede ahorrar algún que otro sube y baja, hasta llegar al collado de Salen (700 m.), desde donde ya vemos el valle que baja directo hasta Tromsø.

En el collado de Salen es evidente el resto del ascenso por la larga y tendida loma de la arista suroeste del Tromsdalstinden, de cuya cima, aunque no lo parezca, aun nos separan más de 500 metros de desnivel. El panorama desde la cumbre es fascinante, con los últimos trazos del continente hacia el Polo Norte, del que ya sólo nos separa el mar con la única interrupción del archipiélago de Svalvard, también perteneciente al territorio de Noruega. Al noroeste contemplamos al completo la isla de Tromsø, el valle que nos lleva hasta ella, los dos puentes que la unen al continente hacia oriente y occidente, e incluso nuestra primera cima en estas latitudes, el Kjølen con su inconfundible radar en lo más alto. Y al sur la prometedora bajada de más de mil metros que nos espera, directa hacia el helado Ramfjorden.

Tras el cambio de pieles, las fotos de rigor y el obligado deleite con el espectáculo visual que nos brinda la cima en un día soleado y despejado, iniciamos la bajada por la arista suroeste, evitando acercarnos demasiado por la presencia de cornisas que ya hemos evaluado durante la subida. La idea es abandonar la arista hacia el sur en cuanto lo veamos factible. Cuanto antes lo hagamos mayor pendiente y mayor cornisa. En nuestro caso descendemos por la loma casi 300 metros de desnivel, hasta la cota 950 metros, donde ya vemos clara la posibilidad de lanzarnos a las pendientes de la cara sur del Tromsdalstinden. La nieve dura que hemos esquiado en la loma se convierte en polvo magnífico nada más saltar la cornisa y ya sólo queda girar y girar hasta que la pendiente se suaviza antes de llegar al bosque, donde vuelve a coger carácter al tiempo que la nieve polvo va cediendo el paso nuevamente a la nieve dura, lo que exige toda nuestra atención para sortear los árboles por pasos estrechos, alcanzar el tendido eléctrico y seguirlo finalmente hasta llegar al aparcamiento con una sonrisa en la cara de oreja a oreja.


Datos prácticos:

Acceso: desde el centro de Tromsø atravesar el puente que une la isla con el continente hacia el este y seguir 20 kilómetros por la carretera E8 en dirección Nordbotn, hasta el edificio ASKO, con un aparcamiento y punto de control de ARVA donde comenzaremos la excursión.

Dificultad: aunque siempre hay que valorar el estado del manto nivoso, de todas las rutas que permiten alcanzar la cumbre del Tromsdalstinden, esta probablemente sea la que menor riesgo de aludes y dificultades técnicas plantea. La subida es sencilla y si en la zona entre el bosque y el collado de Salen elegimos bien el itinerario no encontraremos grandes pendientes en ningún momento. En cuanto al descenso, si nos ceñimos estrictamente a la huella de subida tampoco encontraremos dificultades remarcables, aunque lo aconsejable es abandonar la traza de subida en cuanto podamos antes de llegar al collado de Salen, saltando la cornisa hacia el sur (izquierda en el sentido del descenso), donde encontraremos pendientes francas y magníficas para esquiar, con inclinaciones de más de 30 grados. Sólo la parte final del bosque es obligada y puede plantear algún problema a esquiadores noveles porque la nieve suele estar dura, lo que incrementa la velocidad al menor descuido, y exige hacer eslalon entre los árboles, nada que no pueda solventarse yendo despacito.

Desnivel: 1200 metros de ascenso y otros tantos de bajada.

Horarios: unas tres horas para la subida y una hora para la bajada.

Material: el habitual para el esquí de travesía.

Más información:

- Track GPS en Wikiloc.

- Ski Touring in Troms, 116 artic summits, de Espen Nordahl, editado por Fri Flyt AS, págs. 134-137 y 186-187.

- Safer Ski Touring in Norway, de Espen Nordahl y Erlend Sande, editado por Fri Flyt AS, págs. 278-279.


Actividad realizada el 6 de abril de 2024 por Ignacio Fermín, Edesio Vidal, Francisco Briones, Rafa Doménech, Angel Santamaría, Juan Carlos Fernández, Raúl Montes, Manuel López y Pablo Parrón.

 

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