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VÍA MARÍN AVECILLA – LAS BERROQUERAS – GALAYOS

Tanto en cantidad como en calidad, el número de vías de escalada  de autoprotección que reúnen Los Galayos de Gredos es muy elevado, pues no es en vano la mejor zona para este tipo de escalada en granito de toda la península. Otra cosa es que estemos capacitados para acometer la dificultad y compromiso de muchas de ellas disfrutándolas, que en definitiva es lo que buscamos cuando escalamos. Pues bien, cuando ya piensa uno que ha hecho todas las que tiene al alcance, rebuscando un poco se da cuenta de que ha dejado de lado multitud de rutas por el mero hecho de que son desconocidas y poco repetidas. La Marín Avecilla a Las Berroqueras es una de esas rutas que de haber sido más conocidas hoy podrían compararse a vías tan clásicas como la Sur de la Apretura al Pequeño Galayo; bonitas, fáciles, ideales para quien se inicie en la autoprotección, quien quiera un día tranquilo de escalada o quien prepare el terreno para llevar a los sobrinos que ya van teniendo una edad en la que en cualquier momento piden a los “titos” que les lleven un día con ellos…
 

La Marín Avecilla fue abierta por Laureano Sanz y Daniel Martín en fecha desconocida, y aunque hoy está eclipsada, como todas las demás rutas de la pared, por la Vía de Las Tormentas, la más repetida en el risco de Las Berroqueras, es una buena opción para conocer un risco poco frecuentado por un itinerario mucho más sencillo. La dificultad, como siempre en este tipo de escaladas, la marca más la necesidad de afinar el olfato para no salirse del camino correcto, pues no vamos a encontrar mucha ayuda en forma de clavos, reuniones, ni nada parecido, y mucho menos en llevar alguna cordada por delante. Y aún así tampoco hay muchas opciones de pérdida, y las que hay normalmente no nos van a meter en ningún marrón.

Desde el parking de la Plataforma del Nogal del Barranco tomamos el Carril de los Galayos, camino perfectamente empedrado, en dirección a la Apretura. Nos llevará aproximadamente una hora alcanzar la segunda fuente, la Fuente Macario, en una curva cerrada hacia la derecha, donde normalmente tendremos al menos un hilo de agua con que refrescarnos y rellenar la cantimplora para el resto del día. Unos diez minutos desde la fuente y cuando estemos justo enfrente de la canal que separa la inconfundible Peña del Aguila de Las Berroqueras, buscamos a la derecha los hitos que siguen el mejor trayecto para ascender por la canal hasta la base de nuestra vía, difíciles de ver al principio.

El primer largo (IV) es común con las vías de Las Tormentas y la Aida, por una especie de escalera hacia la derecha bastante evidente desde el suelo. En su mayor parte es muy sencilla (III), aunque en el primer tercio del largo supera un estrechamiento algo más difícil (IV). Vamos casi a tope de cuerda, unos 55 metros, hasta unos bloques que forman una cavidad en la que quizás encontremos un cordino en un puente de roca para montar la reunión.
 

 El segundo largo (IV) vira hacia la izquierda, por terreno sencillo y evidente (III), para pasar por una terraza grande y cómoda en la que se monta la reunión si queremos seguir por la Vía de Las Tormentas, por la que nosotros pasamos, para seguir ascendiendo hacia la izquierda, por resaltes con algún pasito de IV, hasta casi agotar la cuerda (unos 55 metros), hasta el pie de un diedro-chimenea que sale recto hacia arriba, al pie del cual quizás encontremos un cordino laceado en un bloque para montar la reunión.


El tercer largo (IV+) admite una variante más fácil si en vez de tirar recto por el diedro-chimenea, seguimos trepando hacia la izquierda pero la vía gana mucho si ascendemos por el diedro. Los primeros metros, para entrar en el diedro, suelen tener mucho musgo por lo que es mejor subir ligeramente por la izquierda y luego seguir sin posibilidad de pérdida por el diedro (IV). Con cuerdas de 60 metros podemos apurar y hacerlo del tirón pero también es factible en muchos puntos montar una reunión y partir la tirada en dos. La segunda mitad del largo (o cuarto si lo partimos en dos) sube la dificultad hasta el IV+ y obliga a pasar por encima de un enebro que pincha de lo lindo, para llegar a un estrechamiento tan cerrado que obliga a pasarlo por fuera, con los pies en equis, o a alcanzar un espoloncito a la izquierda con un paso de fiarse algo apretado por unas fisuras abiertas en las que se puede asegurar bien si nos tomamos el tiempo suficiente para encontrar la pieza adecuada. La opción del espoloncito probablemente nos parezca mejor si vamos de primero de cuerda. Finalmente llegamos a un colladito con vistas espectaculares hacia la Peña del Aguila, en el que podemos montar reunión con un cordino en algún bloque. Largo galayero total, el más bonito de la vía.


El cuarto largo (III) es cortito y muy sencillo, con tendencia a la derecha para superar unos bloques y llegar a una repisa grande en la que también terminan los largos difíciles de la Vía de Las Tormentas. Nuevamente buenos bloques nos permiten montar la reunión fácil y rápido con un lazo largo. En total unos 15 metros.

El quinto largo (IV) sube recto por una placa expuesta en la que no es posible proteger en los últimos quince metros, aunque afortunadamente el granito cuenta con multitud de cristales y garbanzos para progresar y va perdiendo verticalidad de manera progresiva. En los primeros diez metros podemos subir por una fisura hacia la izquierda que permite proteger, tras la cual hay un tramito de cuatro o cinco metros de placa para llegar a una fisura horizontal grande en la que colocar el último seguro (algún friend mediano-grande) antes de acometer la segunda mitad del largo. Llegamos a una reunión montada con cáncamos, que también es común, como todo el largo, con la Vía de Las Tormentas.


Desde aquí hasta la cima queda un largo sencillo con algún paso puntual de IV aunque un poco perdedor pero optamos por investigar el descenso poco conocido que tenemos hacia la derecha. Si hacemos el último largo, se baja por la canal que nos separa de la Peña del Aguila, en tres rápeles entre los que hay tramos de destrepe. Si descendemos sin hacer el último largo, rapelamos desde la última reunión hasta dar con otros dos cáncamos (30 metros). Iniciamos un segundo rápel guiando la cuerda hacia la izquierda según descendemos y hasta terminarla (60 metros). Veremos una canal estrecha que desciende por la que tenemos que destrepar (no es tan difícil como parece) unos treinta metros y localizar detrás de un bloque dos cáncamos blancos desde los que hacemos el tercer y último rápel (50 metros). Desde el suelo rodeamos el risco de Las Berroqueras perdiendo la menor altura posible para regresar en 15 minutos a las mochilas.


Actividad realizada por Beatriz Peña y Pablo Parrón el 23 de septiembre de 2018.


Datos prácticos:

Acceso: desde Madrid tomamos la A5, carretera de Extremadura, hasta el kilómetro 91, donde cogemos el desvío hacia Arenas de San Pedro. En Arenas de San Pedro una señal indica hacia Guisando y El Hornillo. Tenemos que ir a Guisando, unos tres kilómetros, y desde aquí hasta la plataforma del Nogal del Barranco (otros tres o cuatro kilómetros), donde dejamos el coche. En total, casi 180 kilómetros que se hacen en unas dos horas o dos horas y media.

Desde la bella comarca de La Vera, en el norte de Cáceres una bonita carretera que recorre todos los pueblos, de la comarca, la EX-203,  y se transforma en la CL-501 al entrar en Avila por el pueblo de Candeleda, hasta un desvío a la izquierda que marca 7 kilómetros hasta Guisando, unos diez antes de llegar a Arenas de San Pedro. Es una opción fantástica para conocer una de las zonas más bonitas de España, con una diversidad vegetal de primera categoría. Una hora y media aproximadamente de entretenimiento en el coche para toda la familia en la que pasamos por multitud de zonas aptas para el baño que pueden hacer que nunca alcancemos nuestro destino…

Desde la plataforma del Nogal del Barranco (1.240 m.) parte un camino empedrado El Carril”) por el que en aproximadamente una hora llegamos a la segunda fuente, la Fuente Macario. Seguimos subiendo por el carril y en unos diez minutos veremos hitos hacia la derecha que suben directamente a la base de la pared, por la canal que separa la Peña del Aguila de Las Berroqueras. En total 1,30 h. Para hacer esta vía nos ahorramos la subida por la Apretura. La primera fuente que veremos, la Fuente del Amanecer, está casi a mitad de camino.

Dificultad: IV, IV, IV+, III, IV. El itinerario es prácticamente el mismo que para la Vía de Las Tormentas, salvando sus tres largos más difíciles, por una chimenea-diedro unos treinta metros a su izquierda.

Longitud: 300 metros.

Horarios: para la escalada contar con unas tres horas y prever para el descenso aquí descrito que puede llevar más tiempo del previsto, mínimo una hora. Si se nos hace de noche y no lo conocemos el descenso es delicado. Desde el aparcamiento hasta el pie de vía una hora y media de buena subida, y poco más o menos para el regreso al aparcamiento. Aunque no haya que subir por la Apretura, contar en total con entre 8 y 10 horas a poco que paremos un rato para tomar el bocata.

Material: un juego de friends y fisureros. Dos cuerdas de 60 metros. Casco, siempre indispensable, en Galayos no llevarlo es una temeridad imperdonable. Por su orientación oeste, da la sombra hasta la hora de comer. Incluso en verano es aconsejable llevar algo de abrigo. El único material fijo que encontramos son los cáncamos de la última reunión, y los rápeles. En las reuniones intermedias puede que haya algún cordino o que no haya nada. Es una escalada en la que los fisureros van bastante bien. Aunque no hay que llevar un porrón de friends, conviene asegurar a intervalos razonables. La escalada no es difícil pero nunca puede uno fiarse. En nuestro caso una víbora en una grieta nos dio un susto justo en el tramo más difícil.

Más información:

- Escaladas en el sureste de la Sierra de Gredos. Riscos de Villarejo, Galayos y Torozo, de Gabriel Martín. Ediciones Desnivel, 1994. Págs. 86-87.


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