Tras unos días de intenso calor,
disfrutamos en la Comunidad de Madrid del último suspiro de una primavera que
sucede a un invierno prácticamente inexistente en el año 2007. Con buena
temperatura pero algo fresca para la época del año, un viento nada agradable
para escalar aunque tampoco impida la actividad y un cielo amenazante, nos
proponemos ascender la cara sur del Yelmo por la vía Hermosilla, clásica que
vamos a aderezar con alguna variante en su parte superior.
Es domingo 27 de mayo de 2007 y
tras un invierno de escasa actividad nos reencontramos Fernando Blas y Luis,
colegas de Torrejón, que formarán una cordada y Pablo Renedo y Pablo Parrón,
que formaremos otra cordada con idea de ir calentando motores para los meses
que se avecinan y concretar las mil propuestas que cada uno tenemos en la
cabeza.
Para llegar al Yelmo decidimos
tomar el camino que transcurre por el Hueco de las Hoces, en vez del más
habitual que sube por la Gran Cañada. Desde el Parking de Cantocochino nos
dirigimos hacia el Cancho de los Brezos, punto en el que podemos seguir por un
camino a la derecha con dirección a la Gran Cañada y la Senda Maeso, o bien
seguir recto y a la izquierda por el Hueco de las Hoces. A pesar de que esta
segunda opción es menos concurrida resulta recomendable en verano pues ofrece
mucha más sombra aunque también nos obligará a trepar por una placa con buenos
agarres pero expuesta y poco recomendable con terreno húmedo. De lo que no cabe
duda es de que la opción del Hueco de las Hoces es más bonita y nos permite
llegar al Yelmo bastante “calentitos”.
La Hermosilla fue abierta por
Julio Marina, conocido de Fernando y Luis porque también vive en Torrejón, en
1975. En la actualidad es toda una clásica muy disfrutona y con un nivel de
exposición bastante asequible para tratarse de la cara sur del Yelmo.
La vía comienza a la izquierda
del evidente gendarme que encontramos en la parte derecha de la inmensa mole
granítica de la Peña del Diezmo, como antiguamente se denominaba al Yelmo.
El primer largo (IV+) es una
larga bavaresa bien protegida con parabolts. Aproximadamente por encima de la
mitad del largo podemos también chapar una reunión de una vía contigua y así
evitar un buen aleje entre los seguros. Cada uno lo hace como puede, con las
dos manos en bavaresa, en adherencia ayudándose de la pared del gendarme para
encontrar algún apoyo o deslizando la mano izquierda por la fisura que se forma
entre el propio Yelmo y su gendarme y la derecha por encima del gendarme, casi
abrazándolo, como se me ocurrió hacer a mí en esta ocasión, hasta que
alcanzamos una buena reunión con parabolts y argollas.
El segundo largo (V) puede darse
o bien en ligera travesía hacia la izquierda para alcanzar un muro vertical
pero con buenos agarres que nos coloca en placa fácil pero expuesta (ningún
seguro), o bien directamente por la chimenea que se forma entre el Yelmo y el
gendarme, opción un poco arrastrada pero con posibilidad de asegurar con
friends. Fernando y Luis optan por la primera opción y mi tocayo Pablo y yo
tiramos por la chimenea, de la que cuesta salir porque al final se estrecha
bastante, hasta el punto de que intentarlo con una pequeña mochila a la espalda
puede convertirse en tarea excesivamente tediosa. Tras salir de la chimenea
unos metros fáciles nos colocan en la cima del gendarme donde se monta reunión
cómodamente en unos bloques.
Entrando en la parte más estrecha de la chimenea del segundo largo (izquierda) y saliendo de la misma (derecha) |
El tercer largo (III) asciende
por la Travesía de los Higinios, una larga estría que cruza el granito hacia la
izquierda hasta llegar a la siguiente reunión. Fácil pero expuesto porque
cuenta con un solo parabolt hacia la mitad y sin posibilidad de colocar nada.
A partir de aquí, la vía
original continúa por terreno no excesivamente complicado en travesía
ascendente hacia la izquierda, pero nosotros seguimos recto por un evidente
reguero verdiblanco (la conocida Placa Peciñas) hasta llegar a la cuarta
reunión (V). En la parte final del largo puede colocarse algún friend
pequeño-mediano para mayor seguridad.
El último largo (V+) sale con
tendencia hacia la derecha por terreno fácil hasta llegar a un característico
resalte protegido por una chapa en el paso clave y que siempre me ha parecido
muy difícil. Por cierto, la chapita en cuestión mosquea porque se mueve aunque
el seguro no parece malo. Puede hacerse perfectamente en A0 aunque
en esta ocasión y tras haber pasado por aquí ya en unas cuantas ocasiones pues
es común a otras vías salió en libre. Si consigues subir en adherencia hasta
tener la chapa aproximadamente a la altura del pecho verás a la derecha un
garbanzote negro que permite superar el paso y llegar a una chimenea que
conviene proteger con algún friend mediano-grande porque tras un paso atlético
sigue una placa sencilla pero expuesta hasta los bloques cimeros en los que se
monta reunión fácilmente con cintas largas y algún friend.
El descenso se hace por la vía
Valentina, por la vertiente oeste de El Yelmo, en unos 15 minutos, con
precaución y sin quitarse los pies de gato hasta el final. Este día pudo
haberse complicado porque el cielo encapotado dejó caer alguna gota, aunque no
fue a más. Si la cosa se pone fea también se puede bajar por la chimenea de la
normal de la cara norte para luego rodear El Yelmo y volver a la pradera de la
cara sur.
Datos prácticos:
¿Cómo llegar a La Pedriza?
Desde Madrid lo mejor es salir por el norte
para tomar la carretera de Colmenar Viejo
y seguir las indicaciones hasta Manzanares
el Real. Según salimos del pueblo veremos el cartel que indica la entrada a
la Pedriza. Para llegar al parking de
Cantocochino en fines de semana la
barrera suele estar abierta hasta las nueve de la mañana. Hay que recordar que
el número de coches está limitado y una vez superado el cupo sólo se puede
entrar cuando salga alguno. Desde hace un par de años en verano y fines de semana
un autobús gratuito hace el recorrido.
Dificultad: IV+, V, III, V, V+.
Longitud: 150 metros.
Material: Tres o cuatro friends de
distintos tamaños por si hacemos el segundo largo por la chimenea y para
asegurar algún paso en el cuarto largo. Casco.
Más información:
- La Pedriza - Guía de Escalada, de J. Ignacio Luján y David A. Zapata, editada por Barrabes Editorial, págs.
241-242.
- Pedriza – Escaladas fáciles (tomo I), de Tino Núñez, editada por Desnivel Ediciones, págs. 34-35.
- Guía de escaladas en La Pedriza de Manzanares, de la Federación Madrileña de Montañismo, editada por Desnivel
Ediciones, pág. 73.
- Desnivel nº 199, 2003, pág. 108.
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