De camino a escalar en el Torozo
habíamos pasado por su pié de vía en muchas ocasiones, pero siempre dejábamos
para otra ocasión hacer alguna de sus vías. La Albujea
es uno de los riscos míticos del Sistema
Central ya que una gran mayoría de sus vías son duras y con buenas dosis de
exposición. En ella han dejado su huella escaladores fundamentales para
entender un poco la historia de la escalada en roca en la Zona
Centro. Dentro del conjunto de rutas que nos ofrece, nos
apetecía mucho repetir La Verde. Una vía
asequible en cuanto al grado y de la que habíamos oído de todo.
Nosotros la hicimos en dos largos y luego rapelamos para
completar la jornada con su vecina Para todos los Públicos. El conjunto nos ha dejado un buen sabor de boca y pasar
una mañana que de no ser por el calor que aún hace este otoño, hubiera sido
perfecta.
La vía la fue abierta en 1981 por los hermanos Rituerto, Ricardo Pedro Gómez y Jesús García. Aún podemos
ver un poco más arriba de la segunda reunión una instalación de buriles, que
supongo por el estado actual pertenecen a la apertura. Sus aperturistas
dedicaron a Marisa Montes y el Musgaño la línea llamándola igual
que la aguja donde habían fallecido en los Alpes
(Aiguille Verte). Recorre en dos
largos el característico diedro que surca de izquierda a derecha esta parte del
risco. La escalada es esencialmente de autoprotección, ya que salvo dos chapas
en el primer largo que aseguran unos pasos en placa, el resto está limpio. Al
terminar el segundo largo decidiremos si salir a la izquierda y seguir hacia la
cumbre o montar en la reunión de la derecha para rapelar. Nosotros elegimos
esta última opción y usando la instalación intermedia llegamos a las mochilas
en dos tiradas.
Una vez hecha la vía hay que señalar que nos ha gustado
mucho. Es cierto lo que algunos nos comentaron de que no está muy limpia, pero
la vegetación no es para nada excesiva y no impide la escalada. Los dos largos
son muy buenos y no se puede bajar la guardia en ninguno de ellos. Son dos
buenas tiradas, que nos dejarán bonitas secuencias sobre los típicos
cristalitos gredenses y nos obligarán a buscarnos la vida para protegerlas.
Datos prácticos:
Aproximación: se realiza desde el Puerto del Pico, donde hay fuente, bar y
sitio para aparcar. El camino parte de la parte izquierda del bar y va en
dirección a la cumbre del Torozo. Al
llegar al pequeño refugio tenemos que coger el sendero que sale a la derecha y
que nos dejará frente a las paredes de la Albujea.
La vía no tiene pérdida siendo fácilmente reconocible el
diedro por el que transcurre.
Longitud: 2 largos de unos 80 metros en total.
Dificultad: V+, V+.
Material: nosotros usamos 2 cintas, material
para reuniones equipadas, buen surtido de friends y algún empotrador pequeño.
Descenso: vía equipada para rapelar.
Actividad realizada
por Luis Martínez y Emilio Dabo, el 5 de octubre de 2019.
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