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CLIMBIN' ON LOVE - LA ALBUJEA - GREDOS

Hoy volvemos a otras de las zonas emblemáticas de la escalada en granito de la zona centro, para centrarnos en el sector derecho de La Albujea, normalmente bastante solitario por ser el más alejado del punto en el que, tras aparcar nuestros vehículos, comenzamos la aproximación.

Partimos del aparcamiento situado en el Puerto del Pico, al lado del restaurante La Parada del Arriero, donde podemos tomar un cafetito antes de salir y reponer fuerzas al regreso, además de hacernos con las guías de escalada de la zona.

La vía “Climbin’ on love” fue abierta por Gabriel Martín en diciembre de 2014, y es fácil de localizar ya que es la situada más a la derecha de la pared de La Albujea. Para llegar a la base partimos del aparcamiento del Puerto de Pico y ascendemos por el camino que sube hacia el Torozo, ancho y perfectamente marcado, hasta llegar al Refugio del Tío Manteca, en el que también encontraremos una fuente. Abandonamos el camino hacia la derecha para seguir por una senda estrecha y bien marcada, aunque no se aprecie fácilmente por la vegetación que, de no ser por el frecuente paso de personas, se la comería en pocos meses. La senda cruza algún pequeño arroyo y nos va acercando a La Albujea, que deberemos recorrer de lado a lado hasta alcanzar la canal que la separa del risco del Torozo. Ascendemos por la canal contemplando la espléndida visión de las fisuras limpias de la Pared Encerrada al fondo, hasta que se estrecha en unos bloques que marcan el final de la pared. Habremos tardado aproximadamente una hora desde el inicio.

Para empezar a escalar el primer largo (V) tendremos que remontar algunos metros para subirnos a una cómoda repisa desde la que vemos claramente un par de parabolts. Más adelante ya no hay ninguna vía equipada con lo que la localización es sencilla. Los primeros metros del largo son con diferencia los más difíciles. Por encima de los dos parabolts que los protegen la pared tumba mucho y lo que queda hasta la reunión bastante sencillo (III). Encontraremos otro parabolt a medio camino y si lo deseamos también podemos colocar algún que otro seguro flotante, hasta la reunión, que montamos en dos parabolts con argolla (como todas las que tiene la vía), en una repisa muy cómoda.

El segundo largo (V+) admite dos variantes, ambas equipadas con parabolts en los primeros metros, en los que se concentra la dificultad de la tirada. La variante izquierda es ligeramente más sencilla (V) pero optamos por la variante de la derecha, protegida con cuatro chapas, para comprobar que la graduación de los equipadores es bastante recia (quintos tipo Galayos). Superados los primeros metros, el largo sigue por placa sencilla en la que encontraremos un parabolt, y una sección de bloques fáciles de dificultad y de equipar, hasta llegar a la reunión.

El tercer largo (6a) es muy bonito y menos difícil de lo que la graduación parece sugerir, sin duda gracias a que los metros más comprometidos están perfectamente equipados con parabolts. Comenzamos superando una serie de bloques con tendencia hacia la derecha que se equipan muy bien con friends medianos. No debemos fiarnos de la aparente sencillez del tramo ya que hay un par de puntos con pasos de V. Llegamos así hasta un techo bajo el que escalaremos hacia la derecha hasta que termina y encontramos la reunión. El tramo está graduado de 6a sólo por el último par de metros antes de llegar a la reunión pero encontraremos cuatro parabolts a lo largo de la travesía que permiten dar los pasos con toda la confianza y sin que el ambientillo del patio a nuestros pies nos sugestione de más. 


El cuarto largo (V+) es también muy bueno y de dificultad asequible, aunque aquí la altura del escalador puede ser determinante para que suframos más o menos. Se sale hacia la izquierda de la reunión, por una laja que ofrece agarre excepcional para las manos y permite proteger muy bien con algún friend mediano. Tras remontar la laja se nos presenta una fisura que aunque no es completamente ciega tampoco es que sea perfecta para colocar un buen seguro. Afortunadamente en la parte superior hay un buen clavo que, si somos altos alcanzaremos sin demasiada dificultad, pero en caso contrario nos obliga a dar un paso de adherencia fino en el que cuesta fiarse por la posibilidad de golpearnos los tobillos en caso de caída. Puede utilizarse algún microfriend para solventar el paso. El resto hasta la reunión es sencillo y evidente.

 

El quinto y último largo admite dos variantes. Un metro a la derecha de la reunión podemos subir por un muro vertical protegido con dos parabolts bastante más difícil de lo que parece. Aunque el aperturista lo gradúa como 6a no sería aventurado hablar incluso de un 6b. En todo caso, si nos metemos y no nos da la técnica ni la fuerza, siempre queda el recurso del artificial sencillo. La segunda variante la encontramos aún más a la derecha de la primera, unos cinco metros, por donde podemos sortear el muro sin excesivas dificultades y también encontraremos alguna chapa. El resto del largo es una sucesión de bloques y resaltes sencillos, máximo IV, hasta que llegamos a la última reunión.


Para el descenso caben dos posibilidades. Si no hemos dejado nada al comienzo de la vía, lo mejor es salir hacia la izquierda, bordeando la cima de La Albujea, para tener a la vista enseguida el aparcamiento del Puerto del Pico e ir bajando por donde mejor lo veamos hasta enlazar con el camino de subida. Si hemos dejado la mochila en el pie de vía, es posible destrepar la canal que vemos a nuestra derecha según llegamos a la reunión, para llegar en pocos minutos al comienzo del primer largo. El resto de la vuelta coincide con el camino de ida.

Actividad realizada el 14 de noviembre de 2021, por Miriam López, Emilio Dabo y Luis Martínez; y Beatriz Peña y Pablo Parrón.


Datos prácticos:

Acceso: desde Madrid hay varias posibilidades aunque la más rápida normalmente será por la Nacional V hasta pasar Talavera de la Reina y tomar el desvío hacia Arenas de San Pedro. Antes de llegar a Arenas de San Pedro veremos señales hacia Cuevas del Valle y el Puerto del Pico. También es posible llegar por la carretera de los pantanos, desde Villaviciosa de Odón, o incluso por la Nacional VI, pasando por Avila. Tardaremos un par de horas en hacer los aproximadamente 180 kilómetros de distancia.

Dificultad: V, V+ (o V por la variante izquierda), 6a, V+, 6a+ (o IV por la variante derecha). Para tratarse de una vía de La Albujea es sorprendentemente asequible y muy recomendable sino queremos meternos en una vía complicada ni expuesta en exceso.

Longitud: 200 metros aprox.

Horarios: Una hora desde el coche al comienzo de la escalada, y unas tres horas para la vía. El tiempo para volver al aparcamiento desde la cima de La Albujea viene a ser prácticamente el mismo que el empleado para la aproximación.

Material: un juego de friends. Casco. Aunque los pasos más difíciles de cada largo están perfectamente asegurados con parabolts, tendremos que completar la protección con friends, sobre todo de tamaños pequeños, incluidos micros, y medianos.

Más información:

- Albujea y Torozo. Vías de escalada en roca en la Sierra de Gredos, de Chema Mancebo y Gabriel Martín. Autoedición.
- Muy buena descripción en la web del Grupo Salmantino de Montaña.

 

EZEQUIEL - PICO DE LA MIEL - LA CABRERA

La vía Ezequiel al Pico de La Miel fue abierta en el año 1969 por Ezequiel Conde y J. Domingo. En la actualidad se considera como la clásica de las clásicas y probablemente sea la ruta sin equipar más repetida en nuestro país. Con un trazado lógico, variado y peculiar nos hará disfrutar en todos y cada uno de sus largos. Se trata del típico recorrido que hará las delicias de los primerizos creando una afición que durará muchos años, y que los escaladores más experimentados repetirán con gusto a lo largo de su vida disfrutando siempre como el primer día. Y es que, en su grado, es una vía sencillamente magnífica.

Las desventajas de una ruta tan repetida son evidentes: el desgaste de la roca exige precaución en algunos puntos y la continua afluencia de cordadas hará que difícilmente estemos solos y haya que pedir la vez en cuanto lleguemos al pie de vía. Además hay que tener en cuenta que la Ezequiel sólo se puede escalar cinco meses al año, desde agosto hasta diciembre, por nidificación de buitres, y esta es una restricción que todos debemos tomarnos muy en serio, por el futuro de la escalada y por la conservación del medio natural en que podemos disfrutarla.

Aunque en la Ezequiel sólo encontraremos equipadas las reuniones, la escalada puede realizarse perfectamente prescindiendo de ellas y montándolas nosotros mismos. Realmente, salvo la primera reunión, el resto coinciden con las de la vía Emilio con lo que frecuentemente las encontraremos ocupadas y además están situadas unos metros a la derecha de la vertical de nuestro recorrido. En algunos puntos encontraremos friends atrapados en la roca que también podremos utilizar, muestra clara del elevado número de cordadas que la frecuentan.

Para alcanzar el pie de vía debemos subir por el camino que sale por detrás de la gasolinera que hay junto al Restaurante del Cancho del Aguila hasta llegar a una bifurcación cercana a la pared en la que debemos tomar el camino de la derecha para alcanzar la repisa en la que comienza la vía.

El primer largo (IV-) comienza por la ancha fisura que se forma entre una laja adosada gigante y la pared principal, y que asciende hacia la izquierda. Es sencillo y se puede proteger con algún friend de buen tamaño. Aunque nos quedará a mano alguna chapa no hay que dejarse llevar ya que pertenecen a otras vías. Al final del diedro hay que hacer una sencilla travesía hacia la izquierda y alcanzamos la reunión (dos parabolts con argollas), en una repisa muy cómoda. El largo es cortito, unos 15 metros.

El segundo largo (IV) comienza saliendo por la izquierda de la reunión para alcanzar un pequeño nicho desde el cual remontamos recto, con un pasito delicado de entrada que enseguida da acceso a una veta blanquecina que poco a poco va perdiendo verticalidad y se convierte en una sencilla escalera muy agradable de trepar. La reunión puede montarse en la instalación que encontramos a nuestra derecha unos metros antes de llegar a la base de la cueva por la que transcurre el siguiente largo, o también laceando algún bloque justo en la entrada de la cueva. Pueden hacerse los dos primeros largos en uno sólo sin mayor problema con cuerdas de 50 metros.

El tercer largo (IV+) es el más característico de la vía. Es divertido, curioso y otorga al recorrido un carácter peculiar, además de un plus de dificultad que siempre agradará a los más inquietos. En muchas reseñas ya se gradúa sin complejos como un posible V. Sin ser difícil, la roca está tan lavada que exige atención, sobre todo en los primeros metros para evitar una caída sobre el asegurador. Se protege perfectamente con friends medianos o fisureros, en su parte más difícil exige una buena colocación de cuerpo y extremidades, y es más larga de lo que parece. El recorrido es evidente en busca de la luz que nos marca la salida de la cueva. Podemos montar la reunión en la instalación equipada que encontraremos a la derecha o, si estuviera ocupada, laceando algún bloque. Atención, si ha llovido y la cueva permanece mojada subir por dentro puede ser bastante complicado. Siempre existe la posibilidad de hacer este largo por la preciosa fisura que sube por la derecha de la cueva, perteneciente a la vía Emilio y mucho más asequible de lo que aparenta (V), aunque ciertamente más mantenida que el tramo de la cueva.

El cuarto largo (IV+) sigue por la fisura grande y evidente que tenemos justo encima de la cabeza. Tras unos diez metros, aunque podría seguirse por la fisura hasta el final, tradicionalmente se dan un par de pasos a la izquierda para tomar un espoloncillo plagado de setas. Se trata de un largo con mucho ambiente, buenas presas en todo momento, y fácilmente protegible con friends medianos. Al terminar el espolón sigue un fácil diedro unos metros hasta encontrar a nuestra izquierda la instalación para montar la reunión. También podemos montar la reunión con friends en el mismo diedro o nada más terminar el espolón.

Queda un último largo (IV) que aún reserva alguna sorpresa. Los habituales de la escalada en el Pico de La Miel estarán acostumbrados a trepar entre bloques sencillos al final de muchas vías hasta llegar a la cima. En el caso de la Ezequiel este último tramo debe considerarse un largo más ya que, aunque la dificultad media sea III, es más largo que la habitual trepada entre bloques de otras vías y en varios puntos tiene pasitos puntuales de IV en los que una caída sin encordar puede ser muy peligrosa. La reunión tendremos que montarla al finalizar las dificultades. Si queremos hacer cima en el Pico de La Miel sólo tendremos que caminar hacia la izquierda y en un minuto estaremos en lo más alto.

Para el descenso, lo más recomendable es bajar por el Callejón Soyermo, a la derecha según llegamos a la última reunión, aunque sino lo conocemos y dado que es obligado hacer un destrepe algo delicado (IV) de unos cinco metros, en el que nunca podremos saber de antemano si encontraremos una cadena, escalones, una cuerda o nada, también podemos bajar por el caminito que desciende por la vertiente izquierda del Pico de La Miel en el que no encontraremos sorpresas. Esta segunda opción, sin embargo, nos obliga a recorrer toda la base de la pared para volver a las mochilas, aunque en la práctica tampoco es que suponga mucho más tiempo que por el destrepe del Callejón.

Actividad realizada el 9 de noviembre de 2021, por Beatriz Peña, Luis González y Pablo Parrón.


Datos prácticos:

Acceso: Desde Madrid hay que coger la Carretera de Burgos (A1) hasta la salida 57 en la que veremos la señal del pueblo de La Cabrera. En total unos 60 kilómetros. Enseguida entramos en la Calle de los Colegios, que seguiremos varios metros, hasta un callejón sin asfaltar a mano derecha (Calle de la Sierra), en la que dejamos el vehículo. También es posible seguir por la A1 hasta la salida 60 y aparcar en el bar-restaurante del Cancho del Aguila, opción cada vez más habitual.

Desde aquí sube un camino que debemos seguir con tendencia hacia la derecha hasta un rellano desde el que sale un camino entre las jaras a la izquierda (hay que ir atentos porque es fácil pasárselo). Este camino enfila ya directo a la base del Pico de la Miel. Antes de llegar a la base el camino se bifurca en dos. El de la derecha se dirige hacia el callejón Soyermo y debe tomarse para acercarse a la base de las vías Ezequiel, Espolón Manolín, etc. El de la izquierda hasta la base de la vía Piloto y al sector suroeste del Pico de la Miel. Si hemos aparcado en el bar de camioneros del Cancho del Águila, al que se entra directamente tomando la salida 60 de la A1, emprendemos la subida por el caminito que sale desde las inmediaciones de la gasolinera y sube hasta la base del Pico de la Miel, tomando los desvíos hacia la derecha, hasta llegar a la gran repisa en la que comienza la vía Ezequiel.

Dificultad: IV-, IV, IV+, IV+, IV.

Longitud: 130 metros aprox.

Horarios: Unos 20 minutos desde el coche al comienzo de la escalada, la vía se hace de sobra en un par de horas aunque debido a la frecuente masificación puede que tardemos algo más. Diez minutos para descender desde la cima del Pico de la Miel hasta las mochilas.

Material: es una vía muy clásica en la que los fisureros van bien. Con un puñado de friends medianos será suficiente. Casco. Aunque todas las reuniones, salvo la última, están preparadas, conviene llevar alguna cinta larga para lacear bloques y evitar acumulaciones. Todas las reuniones se pueden montar con nuestro propio material perfectamente.

Más información:

- Clásicas de la Zona Centro, de Daniel Alcojor, págs. 70-73. Desnivel Ediciones.
- Croquis de escaladorescabrera.com 
- Excelente croquis en la web Viaclasica.com.

 

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