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NICO – EL PEÑOTILLO – LA BARRANCA/NAVACERRADA

Aunque pueda resultar increíble, a poco más de cincuenta kilómetros de Madrid es posible encontrar terreno de aventura para escalar alejados del asfalto y en condiciones de alta montaña sin paliativos. Las vertientes sur de la Maliciosa y el Peñotillo están formadas por paredes de granito de dimensiones suficientes para albergar vías de escalada de varios largos, cuyo acceso exige aproximaciones de un par de horas y desniveles interesantes, lo que explica su relativa soledad pese a ser claramente identificables desde muchos barrios de la capital.

Hasta no hace mucho, la guía de escalada de referencia en la zona ha sido la magnífica publicación de Agustín Arranz y Miguel Barroso dedicada a toda la Sierra de Guadarrama. El problema es que la localización de las vías resultaba realmente complicada con los croquis publicados, problema acrecentado por la propia estructura del terreno y el escaso número de escaladores dispuestos a enfrentarse a aproximaciones duras para repetir vías comprometidas, lo que favorece la desaparición de los vestigios de paso que facilitan las repeticiones. En 2022 se publicó una nueva guía, de ámbito territorial mucho más reducido pero más moderna y con croquis realmente útiles para localizar los itinerarios. Desde entonces, ciertamente se ha notado una mayor afluencia de escaladores en la zona, pero sigue siendo afortunadamente escasa, sin que haya supuesto masificación alguna. En la práctica, el número de personas dispuestas a escalar en las duras condiciones que exigen estas paredes siempre será limitado, y la guía permitirá preservar la historia de la escalada madrileña y aumentar el abanico de rutas que se repiten a la vez que se reduce la presión sobre la Galayos o el Diedro Mogoteras, que hasta hace poco acumulaban casi en exclusividad la mayor parte de las repeticiones.

El Peñotillo es perfectamente visible desde el aparcamiento de La Barranca (1400 m.), punto de partida habitual para acceder a su pared sur, donde encontraremos un primer embalse, el Embalse de La Barranca. Hay que seguir por la pista, cerrada al tráfico por una barrera, por la que en un minuto llegamos a la segunda de las presas, el Embalse del Ejército del Aire, que atravesaremos cruzando una puerta metálica y la pasarela que la atraviesa, para continuar por camino marcado bajo el bosque de pinos en dirección noreste. Cuando dejamos atrás los últimos árboles la pendiente se pronuncia y es obligado prestar atención continua a la multitud de hitos que nos van indicando el mejor camino. Con buen criterio para elegir el mejor trazado, de entre los muchos que nos acercan a la pared, alcanzaremos la cara sur del Peñotillo Bajo, que rodearemos para afrontar la subida final hasta el Peñotillo de La Maliciosa. La subida, cargados con todo el material de escalada, nos llevará un par de horas de marcha fatigosa.

La vía Nico se encuentra en la cara este del Peñotillo, por lo que tendremos que bordear toda su pared sur, dejando atrás el comienzo del inconfundible Diedro Mogoteras para llegar al inicio de la escalada, localizado tras un bloque bajo el cual podemos dejar las mochilas a cubierto del sol y otras inclemencias sino queremos escalar con ellas a la espalda. La Nico fue abierta en fecha desconocida por Nicolás González y Javier Madejón, aunque de la parte final del recorrido quedó tan poca constancia que hoy en día es difícil aventurar siquiera el itinerario aproximado.

El primer largo (III) transcurre por una canal sencilla de bloques que asciende con tendencia hacia la izquierda unos 30 metros, hasta que el terreno se vuelve muy sencillo (I). Podemos subir hasta este punto desencordados o haciendo un aseguramiento rápido y seguir por el terreno sencillo hasta el comienzo del diedro musgoso que recorre la parte más interesante de la escalada, donde montaremos la reunión.

El segundo largo (V+) es sin duda el tramo estrella de la ruta, un diedro de casi 60 metros por los que vale la pena la escalada. Aunque no es excesivamente difícil, la presencia de musgo y la obligada travesía hacia la derecha que tendremos que hacer cuando el diedro se vuelve tan engorroso que no merece la pena seguirlo, hacen que no se trate de una vía en la que sea prudente meterse con el grado demasiado justo. De la reunión salimos en teoría por la placa de la derecha del diedro, hacia un parabolt nuevecito (no debe llevar ahí mucho tiempo), en un tramo expuesto, para luego acercarnos hacia el diedro y seguir por él. Como no lo vemos claro, salimos directamente por el diedro, que al menos permite proteger, aunque haya que enfrentarse al musgo, algunos cardos, y algún tramo de granito arenoso de ese que no ofrece demasiada confianza. Cuando lleguemos al punto en que es claro que seguir por el diedro no es opción tendremos que hacer una travesía de varios metros hacia la derecha, sin posibilidad de proteger, para enlazar con un pequeño diedro/placa blanquecino poco marcado por el que continuamos hacia arriba. Este diedro/placa no es difícil (IV) pero hay que tener mucho cuidado porque se mueve todo y la sola presión de un friend en caso de caída muy probablemente lo haga saltar por los aires. Superado el diedro/placa blanquecino volvemos a acercarnos hacia el diedro inicial, que continuamos hasta que termina en unos bloques con un cordino con maillón (roto el día de nuestra escalada pero tremendamente útil para identificar el camino correcto). A la izquierda de estos bloques encontramos una buena repisa en la que podemos montar la reunión o aprovechar los cordinos que normalmente encontraremos en la misma.

El tercer largo (I-II) es de transición, pero hay que asegurarlo con cuidado porque una caída sería fatal. Se trata de ir hacia la izquierda destrepando un par de metros, continuar hacia la izquierda algunos metros más, hasta que veamos una fisura con un clavo oxidado, tras la cual trepamos un par de metros hasta otra repisa en la que veremos otra fisura con un clavo universal en muy buen estado. Montamos reunión en la repisa.

El cuarto largo (V-) sube por la fisura del clavo, que aprovechamos para asegurar, y es realmente el último largo del Espolón Rosa. Es una escalada muy disfrutona, con buenos cantos y adherencia para los pies, en la que además podemos proteger al gusto. Tras la fisura el terreno va perdiendo inclinación (III) y lo ideal es continuar casi a tope de cuerda para montar reunión con friends o cintajos donde más nos convenga, normalmente en el hombro donde comienza la canal marcada con hitos que permite bajar del Peñotillo por su cara este sin subir hasta la cima. Si deseamos seguir hasta la cima podemos hacerlo ya desencordados con cuidado (II) hasta el mismo hito cimero, desde donde contemplamos claramente la Bola del Mundo y la Maliciosa.

El descenso, si hemos subido hasta la cumbre, es sencillo y evidente, hacia el collado que une el Peñotillo con la Maliciosa, por una pedrera incómoda en la que hay que tener mucho cuidado con las torceduras de tobillo. Iremos rodeando la cara este del Peñotillo para volver hasta las mochilas en unos 20 minutos desde la cima.

Actividad realizada por Beatriz Peña y Pablo Parrón, el 2 de junio de 2024.

Datos prácticos:

Aproximación: para acceder a la zona, desde Madrid se puede coger la carretera de Colmenar Viejo (M-607) y seguirla siempre en dirección Navacerrada hasta que pasado el desvío de Mataelpino llegamos una rotonda inconfundible decorada con dos grandes pilares que sostienen con cuerdas un gran bloque de granito. En la rotonda salimos por la derecha y seguimos las indicaciones hacia el Parque de Bomberos y el Aparcamiento de La Barranca (55 kilómetros). También se puede llegar por la Carretera de La Coruña (A6) desviándonos en Collado Villalba por la M-601 y, al comenzar la subida al Puerto de Navacerrada hacia la derecha por la M-607, hasta la citada rotonda.

Dificultad: III, V+, II, V-, más una trepada de II hasta la cumbre.

Longitud: unos 100 metros de escalada efectiva por encima del IV grado. Si contamos los 60 metros del primer largo (unos 30 metros de III y I el resto), la travesía de I-II del tercer largo, y la trepada opcional de II si subimos hasta la cima, salen unos 200 metros de escalada.

Material: un juego de friends y otro de fisureros. Reuniones a montar. Vía totalmente limpia. Sólo encontraremos un parabolt en el tramo inicial de placa del segundo largo, que aún así sigue siendo algo expuesto, aunque nosotros no lo utilizamos ya que comenzamos el largo directamente por el diedro, sin salir hacia la placa a la derecha. Un cordino con maillón nos sirve de guía al final del segundo largo. Este cordino fue colocado por Pablo Velasco y sirve para rapelar hasta la primera reunión, desde la que podemos destrepar el tramo de III hasta el suelo. En junio de 2024 el cordino estaba partido, pero sigue siendo muy útil para identificar el itinerario. Un clavo universal nos marca el inicio del último largo, que es de la vía Espolón Rosa.

Más información:

- La Maliciosa. Guía de Escalada, de José Ignacio Luján y Pablo Aguado. Editada por Climb Tools S.L. en diciembre 2022. Págs.66-69.
- Guadarrama. Guía de Escalada, de Agustín Arranz y Miguel Barroso. Editada por Desnivel Ediciones en octubre 2000. Págs 61 y 64.

 

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