En uno de los
valles más encantadores, acogedores y solitarios que podemos encontrar en la Península Ibérica
se elevan altivas las Peñas del Prado (1888 m.), una excelente pared de roca caliza
con excepcionales rutas de escalada para disfrutar de la tranquilidad y
amabilidad de los habitantes del increíble Valle de Arbas.
Tras haber
escalado otros itinerarios de la pared (Lago de Luna y Noches de Escuela), una
progresión lógica en la zona nos lleva a elegir la Lobishome en la
imponente cara suroeste. La ruta fue abierta entre los años 1998 y 1999 por
José A, Troncoso, Manuel González, Juan Goyanes, Julio Soler, Daniel Mouriño y
Antonio Fernández, a quienes debemos un bello recorrido de dificultad media,
con el equipamiento justo sobre roca en general de buena calidad.
El comienzo del
itinerario se localiza por dos parabolts oxidados en una placa tumbada. Se
trata de la vía que hay más a la derecha del paño que forma la cara suroeste. El
primer largo (V) surca la placa ascendiendo en equis por dos canalizos
paralelos con buena adherencia entre los que encontraremos los dos parabolts
citados. Cuando desaparecen los canalizos aparece una placa con fisura que
presenta buenos agarres, aunque exige autoprotección, y decrece la dificultad
hasta la reunión, que veremos a la izquierda, montada en dos parabolts con
sendos maillones desde los que se podría rapelar.
El segundo largo
(V+) sube recto por un muro muy vertical protegido con tres parabolts
distanciados y requiere su tiempo para asegurar correctamente. Cuando termina
el muro continua por una placa con fisura que se puede atacar de diversas
formas aprovechando un par de puentes de roca para lacear cordinos. Es un largo
muy mantenido en su grado que no debe echarnos para atrás.
El tercer largo
(6a+) supera una placa delicada en sus primeros metros, perfectamente protegida
con dos parabolts, que puede acerarse sin problemas, para continuar con
tendencia a la derecha por el terreno más evidente, y bastante sencillo, a
proteger con friends hasta la reunión. Es una pena que no haya quedado equipada
la placa que dejamos a la izquierda y que hubiera dado al largo un carácter
bastante más severo.
El cuarto largo
(6a) sigue la tónica del segundo y vuelve a presentarse muy vertical y
mantenido. Los primeros metros supera un atlético diedro que podemos proteger a
placer con friends y algún puente de roca (V+) para dar paso a una exigente
placa protegida con dos parabolts (6a). Tras el segundo parabolt nos esperan
unos metros expuestos (V) en los que hay que templar los nervios hasta la
reunión. En estos últimos metros es aconsejable hacer una pequeña travesía a
izquierdas. Se hace bien recto pero el grado es sensiblemente más difícil.
El quinto largo
(V) supera un techo no excesivamente difícil al que hay que llegar tras
asegurar en un puente de roca del que suele colgar un cordino, y un par de
clavos, el último justo en el paso del techo, pudiendo ser reforzado con un
friend pequeño. Tras superar el paso, los últimos metros de la vía resultan muy
disfrutones (IV+), aunque no podemos bajar la guardia hasta llegar a la
reunión, siempre con tendencia a la izquierda.
El descenso
puede hacerse en cuatro rapels por la misma vía pues todas las reuniones están
preparadas para rapelar. Desde la segunda reunión se rapela directamente hasta
el suelo haciendo un pequeño péndulo hacia la derecha en el caso de que las
cuerdas no alcancen hasta el final.
Actividad
realizada por Luis Martínez y Pablo Parrón el 21 de julio de 2012
Datos prácticos:
Acceso: desde León hay que dirigirse a
la población de Cubillas de Arbas, primero por la N-630 y luego por la CV-103-3. Son 61 kilómetros que
recorreremos en poco más de una hora. A unos dos kilómetros de Cubillas dejamos
el coche en un apartadero. También se puede coger desde León la AP-66, hasta el desvío a la LE-473 y luego por la CV-103-3. Tras atravesar el
angosto túnel que nos adentra en el Valle de Arbas podremos ver las Peñas del
Prado. Por este lado no hay que llegar hasta Cubillas. Unos dos kilómetros
antes, pasada una curva pronunciada, dejamos el coche en algún apartadero de la
carretera y tomamos un camino que asciende hasta el tendido eléctrico. Sino
localizamos el camino también se puede subir por donde mejor nos parezca por
los prados hasta el tendido eléctrico y una antigua pista que sigue hasta la Collada Aronga.
Desde la collada descender atravesando la cara suroeste de las peñas hasta el
comienzo de la vía. Unos 45 minutos.
Dificultad: V, V+, 6a+, 6a, V. La
dificultad obligada es V+.
Longitud: 250 metros aprox.
Horarios: desde la carretera hasta el
pie de vía, pasando por la
Collada Aronga, unos 45 minutos. Calcular entre 3 y 4 horas
para la escalada.
Material: un juego de friends y
fisureros. Cordinos para puentes de roca. Las reuniones están equipadas y
preparadas para rapelar. Casco.
Más información:
- Cordillera Cantábrica. Escaladas Selectas en Roca, de Miguel Angel Adrados. Adrados
Ediciones, págs. 354-355.
No hay comentarios :
Publicar un comentario